A Pesar de todas las atrocidades que ocurrían, las cuales estaban levemente ocultas, la mayoría de la gente, adormecida como estaba, parecía no tomar importancia a nada, incluso se podía llegar a pensar que les parecía justo, además estaban tan acostumbrados a la vigilancia policial y militar que casi ni notaron la diferencia.
Damon y Graham, aunque con precaución, vivían su romance ilegal a concho con esas sonrisas cómplices, las carcajadas estruendosas, las conversaciones profundas, esos abrazos quietos en que sus cuerpos se fundían en completa paz y el sexo silencios, cada que podían buscaban complacerse, experimentando cada vez que podían algo nuevo.
La parte favorita de la vida de ambos era estar cerca del otro, cuando estaban juntos, el mundo y el dolor parecían no poder alcanzarlos, les cegaba una pasión fuerte.
-¿Tocas la guitarra, Damon?- preguntó Graham al percatarse de la presencia del instrumento en la habitación.
- Sí, amo tocar la guitarra. – respondió El rubio.
- Esta... ¿la has comprado recién? -
- Oh, No. La tengo desde adolescente, sucede que se rompió una parte y debí mandar a repararla. –
Graham la tomó entre sus manos, con cuidado, sintiendo como sus dedos ardían por volver a vivir esa sensación que tanto le agradaba, pero no quiso ser indiscreto, así que solo se la acercó a Damon -Toca, toca algo para mí, por favor. – suplicó.
Damon comenzó con la introducción de una canción que había compuesto pensando en el castaño y la cantó con una voz grave y dulce, mientras miraba hacia otro lado, enrojecido, sabiéndose observado por esos ojos.
- Eso fue hermoso. Tienes la voz más incitante que haya escuchado. Nunca había escuchado esa canción, ¿cómo se llama?, ¿quién la canta? –
-Es... es mía, yo la escribí. – aclaró el rubio dejando su guitarra de lado. -de hecho habla sobre ti.
El castaño abrió aun más sus enormes ojos con sorpresa y se abalanzó para besarle. – Te amo, ¿oíste? –
Ya estaba dicho, las palabras que Albarn tanto había deseado escuchar aparecieron de golpe y le llenaron el pecho. -Yo también te amo, bebé. – dijo respondiendo tanto a sus palabras como a sus besos.- Creo... estoy seguro que mi sueño de ahora es ser cantante y tocar la guitarra.
- Yo también solía tocar en casa, amaba hacer eso todas las tardes. – dijo el castaño con tono de melancolía. – Hace mucho tiempo que no lo hago. –
Damon le acercó el instrumento. -Hazlo, No tengas vergüenza. Todo lo mío es tuyo, aunque ya vez que no tengo nada. – Así que el moreno comenzó a improvisar y a tararear cosas dejando impresionado a Damon con su talento
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Warsaw
FanfictionDavlex, Gramon, Gramonlex. Una porno bien larga. Capítulos cortos. ¿Qué es el hombre si no un animal?, ¿qué es el animal si no una pila de huesos y carne controlados por hormonas, electricidad y sangre, buscando nacer, tener sexo, satisfacer sus ins...