Warsaw

Bizarro

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Caroline escuchaba atentamente la historia de Graham acerca de cómo se había producido su quiebre con Damon, entonces el nombre de Francisco Javier resonó en su cabeza. Desde que se desempeñaba bailando en las noches su nombre y su presencia eran recurrentes en aquel lugar, entonces sacó conclusiones acerca de los motivos que incitaron al rubio a reaccionar mal, sopeso dentro de su cerebro acerca de la conveniencia de estar con alguien con un carácter como ese y procedió a tramar su propio plan de acción.

-Así que canta, ¿me dijiste? – interrogó la de ojos azules.

- Maravillosamente. – Respondió Graham.

- ¿Y cuál es su dirección?

- ¿Para qué quieres saber eso? – Preguntó asombrado.

- Uf. – suspiró mirando a los ojos del de lentes. – Me gusta cuando me cantas al oído, Dave nunca lo había hecho, ni nadie, y cuando te vayas voy a necesitar que alguien lo haga. – sonrió traviesa mientras abrazaba al otro apoyando su cabeza en el pecho del menor

- Eres increíble. – sonrió negando con la cabeza.

- ¿increíble? –

- Increíblemente libidinosa. – rio con burla.

- Oye, era una broma, lo que pasa es que me gustaría que alguien cantara para mí mientras bailo, creo que llevaría el espectáculo a otro nivel, sería más artístico y con más sentimiento, no lo sé. Habría que probar.

- ¿En serio Bailas? – Indagó con asombro Graham mientras escribía los datos en la libreta que previamente le había pasado la mujer.

- Pensarás que es descortés que no te haya echo una demostración, pero no tuve necesidad de hacerlo para seducirte. Tu culpa por ser tan fácil, amigo, No te hiciste de rogar ni un poco, pero me gusta tu actitud, tal vez algún día te haga un baile que no consista en saltarte encima de la polla – bromeó.

- Descuida, todo va a estar bien mientras no sea yo el que tenga que bailar.

- No te creas, a pesar de tu inexperiencia tus movimientos están bastante bien.

- ¿crees tú? – Cuestionó el castaño mientras sonreía con un dejo de orgullo.

- Sí, pero igual me calienta cuando empiezas a gruñir con la voz grave, "oh, Damon". Alto juego de roles, estoy que me compro un strap-on para que lo sientas más real. – Rio divertida.

- ¡Nunca dije su nombre! – exclamó ofendido.

- No, pero lo sigues amando. – encaró la mujer llenando el ambiente de seriedad. – Necesito ir a un lugar. Asumo que estas obligado a ir conmigo. – levantándose de la cama para estirarse, se puso de pie y caminó hacia el baño completamente desnuda. – ¿Has visto en las películas cuando esas mujeres maravillosas se levantan después de follar y se cubren con una sábana?, ¿qué sentido tiene? – bromeó para distender el ambiente. – voy a ponerme bonita para que esas perras en la calle sepan que nadie puede ser amante de MI amante, así que espero que cuando salga del baño me estés esperando bien guapo. – Guiñó un ojo.