Bizarro.3

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Damon y Graham subieron las escaleras y se introdujeron al cuarto del rubio, quien invitó a al otro a tomar asiento en una silla y se cruzó de brazos recargando su peso en la pared.

- Damon...-comenzó a hablar el de lentes.

- Graham, no me interesa lo que hayas hecho, ni con quien te hayas acostado, ni con cuanta gente, solo dime que vas a quedarte. – interrumpió el rubio.

- Damon, no puedo contigo, como podría estar con alguien que me insulta sin motivo alguno, ni siquiera has pensado en el dolor que sentí ese día cuando comenzaste a gritarme.

- Graham, no me pidas que no sienta celos sabiendo que vas a acostarte con otros. Yo jamás quise compartirte. Allá tú si te acostaste con esos hombres, no quiero saber de eso, por favor...

- ¿Acostarme?, ¿con otros hombres?, ¿Cuándo, Damon?, ¿de qué mierda estás hablando?

- Ese día, él me dijo que iban a hacer una orgía, ¿por qué?

- ¿El quién?, ¿Qué día?, Ni siquiera se me ha pasado por la mente esa mierda. Por favor, para. – espetó el castaño molesto.

- Francisco, el chico que estaba allí ese día, él es prostituto y dijo que para eso nos habían llamado.

- ¿El joven que estaba allí se dedica a la prostitución?, Damon, ¿y tú le creíste?, en lo que a mí respecta yo iba a pintar una puta pared. ¿qué mierda?, te dicen cualquier mierda y tú te las crees todas.

- Graham, yo... yo ni siquiera sabía a lo que iba, solo me dijeron que era un trabajo pequeño y cuando él dijo aquello... yo lo conocía y sabía a lo que se dedicaba, simplemente perdí la razón. Te amo como un loco y no puedo siquiera pensar en que el nombre de otra persona salga de tu boquita mientras haces el amor. Perdón.

- No puedo estas con alguien que ni siquiera es capaz de conversar conmigo y ante cualquier duda cree en la palabra de otro, no me pregunta, arma escenas de celos en hogares ajenos y me trata inmerecidamente mal.

- Perdóname Graham. No tienes por qué volver conmigo si no quieres, pero espero que sepas que nunca he dejado de amarte ni un poco.

El silencio volvió a reinar entre ambo mientras Damon esperaba ansioso algún tipo de contestación y Graham meditaba qué decir para finalmente hablar.

- ¿Has estado con alguien más en este tiempo, Damon?, Di la verdad, te juro que tu respuesta no cambiará de ningún modo mis sentimientos por ti. - dijo el de lentes sintiéndose culpable de las veces en que se acostó con Caroline.

- No. Tú eres al único al cual deseo, ¿ Y tú Graham? – cuestionó el rubio esperando largo rato a que el otro se dignase a contestar. – Dime, Graham, ¿lo has intentado con alguien más.

- No me he acostado con ningún otro hombre. – contestó diciendo una verdad a medias que fue suficiente para alegrar el corazón de Damon quien se acercó al de lentes y le abrazó con fuerza.

- Gracias. – expresó con entusiasmo. - ¿qué puedo hacer para que me perdones?

- No hay nada que perdonarte, solo perdóname tú por lo del día en el que te detuvieron, dije cosas bien feas. – contestó con pesar.

- No importa, eso ya no importa, Si estás aquí ya no importa nada, ya no duele nada. – dijo acercándose a la boca del de lentes para depositar un corto besito en sus labios, el cual fue correspondido por el otro que se paró lentamente y comenzó a colar sus manos por entre medio de la ropa del rubio.

- Hagamos el amor Damon, demuéstrame que vale la pena haber aprendido tu nombre.

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