Dave esperó el paso de las semanas con ansias, los sábados se masturbaba pensando en todo tipo de teorías de las cosas deliciosas que Ian podría hacerle, más el de 27 años no volvió a aparecer en el puente las siguientes semanas, cuando comenzó a perder la esperanza de volver a verlo, encontró una nota con horrenda caligrafía con uno de esos poemas complejos que finalizaba con "Ya sabes la hora y la fecha en la que volveremos a vernos. Ya sabes lo que pasará", la apretujó contra su pecho y caminó a su casa contento.
Ese día se sentía contrariado, sabía que su padre cada año organizaba su cumpleaños en grande, invitando a los hijos de sus colegas y a sus colegas, comprándole regalos y cuanta cosa la hipocresía le permitiera, pero pensó que no sería más de un par de horas las que se atrasaría, infantilmente se preguntó cual sería el regalo que le esperaba en casa, sin embargo lo que más deseaba era probar los desconocidos placeres de la carne, así que se encaminó al puente y cuando lo vio se abrazaron fuertemente y caminaros sujetándose del brazo.
-Lo prometido es Deuda así que, ¿qué es lo que quieres hacer? -
Dave apartó la vista, no quería volver a decir algo tan obvio ni demostrar la desesperación que le embargaba, así que solo comenzó a desvestirse con velocidad siendo detenido por Ian.
-Detente. La típica ansiedad de los jóvenes. Mi pene no se va a ir muy lejos. – sonrió. – y si se va te va a llevar conmigo. – Continuó para besarlo y comenzar él a desvestirlo. Notó como el otro temblaba, no sabía si era el frío o los nervios así que lo abrazó siendo correspondido.
Inspeccionó aquel cuerpo juvenil sin ser objetado en ningún momento por el pelirrojo que solo se estaba dejando llevar, hasta que consultó por aquellas marcas.
- ¿qué te paso allí?
- Marcas de nacimiento. – mintió.
- Por favor, esto de aquí – señaló tocando con su índice. – es una quemadura de cigarro, no me puedes mentir porque tengo una aquí, dijo señalando su pecho; aunque el resto de las marcas no sé de qué son.
- Por favor, deja de mirarme, no sigas. – Dijo el colorín a punto de colapsar.
- Calma, sé como sanar eso. - dijo para inmediatamente ir al congelador por hielo, y pasarlo por el cuerpo de Dave que se estremecía por frío localizado que le provocada, luego encendió un cigarro y comenzó a soplar el tibio humo por los sitios enfriados previamente produciendo un contraste de temperatura, incluso sopló en sus orejas a excusa de que eso servía para el dolor de oído, provocando que el otro riera nervioso, le enseñó a dar besos de humo y lo besó.
Luego tomo lubricante y comenzó a masajear las zonas con marcas. -Comprenderás que en esta casa no hay cremas y que lo único que tengo para ti es lubricante. - expresó con cara de picardía.
Luego comenzó a chuparle el pene haciendo que se retorciera un poco de la impresión y lo agradable que lo sintió.
- Mmm... que rico, que agradable lo estrecho que estás. - pronunció mientras le introducía el pene con cuidado y el otro soltaba algunos chillidos de dolor y un par de lágrimas. Estando en posición de cuadrupedia. – Te dije que te iba a doler, ahora atente a las consecuencias, avísame cuando sientas que toque un punto que te de placer.
- Sí. - dijo el otro lloriqueando. – a... ahí, justo ahí, aclaró cuando por fon sintió la sensación que estaba buscando.
Cuando terminaron eran cerca de la noche y estaban tan agotados que solo se dedicaron a dormir hasta la siguiente mañana en la que Dave se despertó de vuelta en la realidad.
-Ian, Ian. Papá va a matarme. – dijo histérico.
- ¿Y? – preguntó simple el otro mientras le observaba buscar su ropa, lo abrazó por detrás y comenzó a frotar su pene contra su trasero. – No te vas a ir ahora que todo será más fácil. – El menos pudo sentir el falo ajeno erguirse contra él. Ian estaba sacando provecho de lo hormonal del otro. Así fue como lo hicieron de nuevo.
-Te amo, te amo, te amo. – dijo el pelirrojo sin encontrar respuesta del contrario. - ¿tú no me amas? – preguntó algo afectado.
- Ya te enseñé como se hace un buen polvo, ahora es importante que entiendas que el amor no es necesario a la hora del sexo, podemos follar mil veces sin que haya una pizca de cariño, amarnos por mil años con la fuerza de cien volcanes y no follar nunca. No te confundas, eso no quiere decir que una cosa no lleve a la otra, de hecho, te tengo mucho cariño y por eso no puedo mentirte. Puedes saciarte de mi cuerpo mientras llega la persona correcta, no pierdas tu tiempo en tonterías.
-Tengo, tengo que irme. – pronunció con pena el colorín.
-No seas necio, ya son las 3 de la tarde, eso era un almuerzo, sabes que cuando llegues te va a pegar con la misma intensidad que si llegaras mañana en la mañana. Aún hay un par de trucos que puedo enseñarte si me lo permites, para más placer. – dijo mientras lo masturbaba y acariciaba sujetándolo entre sus brazos – Lo que más me excita de ti son tus ojos, ahora lo haremos mirándonos a la cara, quiero ver tu rostro de placer, gime y no te contengas de nada.
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Warsaw
FanfictionDavlex, Gramon, Gramonlex. Una porno bien larga. Capítulos cortos. ¿Qué es el hombre si no un animal?, ¿qué es el animal si no una pila de huesos y carne controlados por hormonas, electricidad y sangre, buscando nacer, tener sexo, satisfacer sus ins...