Caballero

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El siguiente viernes Dave volvió a aparecer por aquel mismo lugar, a la misma hora, esperando que Ian se encontrara allí también y a lo lejos le vio fumando nuevamente, con la misma chaqueta, pero ahora que lo veía de espaldas, pudo notar que decía "hate", se acercó con entusiasmo y le saludo torpe.

- ¡Tú de nuevo muchacho! - respondió alegre en forma de saludo, fingió sorpresa a pesar de que él también se encontraba allí de forma intensional

Allí de pie se quedaron largo rato conversando hasta que el sol amenazó con esconderse en el horizonte e hizo que el pelirrojo, quien había perdido la noción del tiempo, reaccionara despidiéndose ambos con un abrazo y rozando sus mejillas sin que pudiesen tener tiempo para planificar otro encuentro.

La subsiguiente semana las cosas se dieron de forma similar, pero el colorín se despidió con un beso en la mejilla del de corte de cabello tan correcto, que supo leer las señales, pero que no quiso detener el rumbo de los sentimientos ajenos que, sabía, jamás serían correspondidos, mas le hacían sentir alagado, le subían un poco el autoestima y mas que todo le levantaban el ego.

Un día el hombre le invitó al piso que compartía con otros dos hombres y que en ese instante se encontraba vacío, fueron a su habitación y se recostaron, allí hablaron por largo rato, se enteraros que tenían 10 años de diferencia, Dave sin miedo se aventuró a probar por primera vez la textura de labios ajenos, su dueño le correspondió y permitió hacer a su antojo.

En cada ocasión el colorín le abría su mente y su corazón completamente, contrario a lo callado que solía ser siempre, contó sobre su familia, su infancia, sus sentimientos, el trabajo de su padre y Curtis que también era un tipo silencioso le escuchó atentó, enterándose de todo, excepto de los detalles que el otro no se animó a revelar, pero no diciendo casi nada sobre sí excepto algún comentario sobre los músicos de los cuales era fanático y la lectura de algunos oscuros poemas de su propia autoría bastante difíciles de descifrar.

- ¿Qué haces? - consultó el mayor cuando el menor comenzó a intentar incitarlo de forma sexual.

-Tómame, Ian. – Murmuró cerca de su oído, causándole una leve risilla debido a sus intentos fallidos de parecer sexy.

- ¡Ja, ja!, esto es ilegal e inapropiado de muchas maneras. – dijo besándole con lengua. – además, siempre tiene que ser con alguien que de verdad ames. - complementó.

-Pues entonces eres el único que puede hacer esto por mí, eres el único al que le permito hacerlo conmigo.

-Que estés acostumbrado a tratar con esas muchachas ilusas y fáciles de ahora no significa que todo mundo caiga con tus engaños- Dijo con expresión coqueta, dispuesto a dejarse querer.

- Yo no le he mentido a nadie. – respondió Dave.

- ¿Entonces como le haces para follar tanto?

- No lo he hecho con nadie, en realidad- respondió con las mejillas sonrosadas, ocultando su rostro avergonzado abrazando el hombro contrario.

-Solo Faltan unas semanas para tu cumpleaños, te prometo que cuando llegue ese día, mi regalo va a ser que hagamos lo que tu quieras.-

Dave cambió su semblante a uno alegre besándole la mejilla.

El de cabello oscuro sintió que se había ganado la lotería, sería interesante quitarle la virginidad antes de morir

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