Confesión

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- Pues yo, si fuera un chico así de bonito como lo eres tú, me cuidaría de él. – advirtió Caroline con una expresión entre molesta y dolida en sus ojos. Graham simplemente guardo silencio mientras recordaba algunos de los incidentes vividos con Dave y encontraba cierto sentido en las palabras de la mujer. – Mira, Graham, olvida lo que acabo de decir, fue, fue completamente inapropiado. ¿tienes novia? – consultó para cambiar el tema.

- No. Y por lo del señor Rowntree, me parece que ha sido siempre una buena persona y muy amable conmigo. – sostuvo sin saber muy bien el porqué de la necesidad de defenderlo.

- Ya te lo he dicho, desecha las palabras que has oído. A veces no soy yo la que habla. Verás, el es un tipo con tantos contrastes, con tantos silencios. A veces me gustaría abrirle la cabeza y saber que mierda está pensando, ¿Crees que pueda salir algo bueno de lo que se ha hecho a la fuerza?

- No. A decir verdad, no, pero hay ocasiones en que nuestra cobardía nos impide hacer aquello que en verdad necesitamos o lo que en verdad queremos y solo una fuerza externa puede sacarnos del lugar en donde estamos estancados, incluso en ínfimas ocasiones hasta podría traernos algo que valga la pena, pero en general hacer algo a lo que estás obligado es una mierda.

- Quiero que seas muy discreto con lo que tengo que contarte y lamento que la mala fortuna haya hecho que seas tú a quien confidencie esto, pero a pesar de que tengo familia y amigos, casi nadie sabe de las cosas que han pasado entre Dave y yo. Nos casamos solo porque mi viejo quería. Un día me obligó a ir a una fiesta, estaba aburrida y conocí a un lindo chico con el que me fui a follar a un baño del segundo piso porque no quería estar en ninguna jodida fiesta. Cuando acabamos, nuestros planes eran no volver a vernos jamás, comprenderás nuestra sorpresa al enterarnos media hora después que nos íbamos a casar.

- Podrías haberte negado. – interrumpió Graham. - ¿por qué seguiste con esa farsa?

- Creo que fueron dos cosas, la principal es que me sentía muy presionada e incapaz de objetar alguna decisión de mis padres. Así me criaron y no sabía decirles que no, la segunda fue que congeniamos bien a pesar de que nunca lo amé y solo nos teníamos una pizca de cariño.

- ¿Qué vas a hacer si tu verdadero amor está allí fuera mientras pierdes tu vida casada con alguien a quién no amas?

- Sería perfecto si no lo amara, pero ahora mi único problema es que con el tiempo me fui enamorando y ahora lo amo desesperadamente, jamás pensé que pasaría una mierda como esa.

- ¿Entonces por qué no están juntos, por qué vive él en casa de Alex y tú aquí sola?

- Considero que entre menos tu mente se contamine de las cosas que hemos hecho será mejor para ti. Solo diré que a veces sueño que tuvimos una hermosa niña pelirroja, él juega con ella y es la luz de sus ojos, en esos sueños soy triste y feliz a la vez siento envidia de nuestra vida en los sueños y celos de la fortuna de Alex, podríamos haber sido tan felices. - comentó para tomar una pausa, tomar un poco de aire y tratar de recomponerse del quebranto que le ocasionaban sus pensamientos. - ¿Es feliz estando con él?

- ¿Cómo podría alguien ser feliz estando lejos de la persona que ama?

- Estando con otra que le de el sexo que él quiere, no lo sé.

- Me está confundiendo, ¿Alex y el señor David son pareja?- Preguntó Graham con una mueca de duda.

- ¿No lo sabías? – consultó Caroline impresionada de aquello que consideraba evidente.

- Había notado que Alex estaba totalmente perdido en el capitán, pero no se notaba que fuera recíproco.

- Es mejor así, por el gobierno de mierda que hay y esas leyes absurdas contra la homosexualidad que tenemos y que nadie se ha atrevido a desafiar. Si lo descubren le va a ir muy mal. Hay un montón de cosas que son tan legales como inmorales, sin embargo, las leyes se han ocupado de castigar a las minorías y a los más desprotegidos para que los que están en el poder no pierdan ninguno de sus privilegios. No me altera el que se haya ido con un hombre, solo me odio por haberlo empujado a sus brazos con mis acciones, si se hubiese ido comuna mujer me dolería lo mismo. – la rubia realizó una pausa en la cual el silencio reinó. Observó la expresión de pesar en Graham quien pensaba en su situación con Damon. – Yo ya he hablado suficiente yen cada una de tus intervenciones suenas como si estuvieras muy enamorado y tu expresión es como de quien sueña despierto. Cuéntame de tus amores, lindo. – invitó Caroline aproximándose a él y dándole señales de que era todo oídos. El chico de lentes meditó y supo que en frente no tenía un enemigo así que se dispuso a hablar con la verdad.

- Solo he amado a una persona y esa es Damon, pero me ha dejado y no entiendo por qué. – Pronunció entre lágrimas, Caroline se acomodó en una posición en la cual pudo ceñir apoyar gentilmente la cabeza de él sobre sus pechos, los cuales eran suaves, con la dureza de una buena almohada y desprendían una dulce fragancia juvenil haciendo que Graham sintiera aquello como agradable, por alguna razón el joven terminó con su cabeza apoyada sobre las piernas de la fémina que se encontraba sentada en el sillón percibiendo un peculiar aroma que solo era perceptible desde esa altura luego la de ojos azules comenzó a aplicarle un producto para la ojeras.

- Sabes, Caroline, en alguna parte de mí creo que todos somos bisexuales, aunque sea un poquito, hace algunos años me gustaba mucho una chica, no la amaba, pero si que la deseaba, pero aquello no se concretó jamás. En mis planes nunca estuvo enamorarme de un hombre, hasta que mi camino se interceptó con el de él. – expresó Graham al no poder contener sus deseos de decir aquello.

- Es verdad, incluso yo me acosté con una amiga alguna vez y no estuvo tan mal, ya sabes, las chicas tienen sus encantos y sus ventajas, pero también sus desventajas. Yo asumo que ya has tirado con Damon, pero ¿te has acostado con una mujer alguna vez?

WarsawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora