Mis Víctimas #2

32. Reunión

Viernes.

La semana había sido demasiado lenta para la pareja que después de mucho tiempo de espera, finalmente se casaría.

— Los Blanchard empiezan a llegar a la cuidad— le mencionó Isabella a Gian mientras le acomodaba el cuello de su camisa— siendo sincera no creí que vendría esa parte de tu familia.

— Es mi boda...

— Ellos no han estado presente en todos estos años de nuestra relación— le recordó— muchos ni deben saber cómo me veo o quien soy.

— Salimos en todas partes, deben de saber muy bien quién eres, todos te conocen, eres mi prometida.

— Mañana seré tu esposa— le sonrió y llevó las manos a su vientre— y en unos meses tendremos a nuestro bebé.

— Es verdad— Gian se puso de rodillas y aún así quedaba muy alto para ver el vientre de Isabella, así que se agacho lo más que pudo y lo toco con ambas manos, luego le dio un beso— este bebé si tendrá una buena familia, una unida.

— Mientras que la tuya no arruine la nuestra— Gian se puso de pie— ¿Vendrá tu padre?

— No lo sé, no me confirmó que vendría pero tampoco me dijo que no lo haría, ni mis hermanos.

— Ambos sabemos que no vendrán, tus hermanos tiene algo en mi contra y tu padre está del lado de ellos, es mejor que no los esperes.

— Sería bueno verlos, tengo meses sin hacerlo, también quiero ver a mis abuelos.

— Los Michelson estarán en la fiesta, no te preocupes los verás— Isabella sabía que hablaba de Vladimir y Amanda pero no quería mencionarlos— ellos si te quieren.

— Hablaba de mis abuelos paternos, mi abuela siempre estaba muy pendiente de mi, me quería mucho.

— Tu sabes que Seth siempre ha sido el nieto favorito de ella, lo cual no comprendo ya que él ni se deja tocar.

— Tiene una linda personalidad mi hermanito, solo debes entenderlo muy bien, es como si fuera el mayor de los tres, siempre nos cuidaba— Gian se puso a recodar todos sus momentos con Seth— aunque de pequeños yo siempre lo sacaba de problemas, era tan delgado y débil que era el blanco de todos, tenía que protegerlo.

— Y mira como te lo agradece, tratándote mal y también a tu futura esposa, eso no es de hermanos, eso está bastante mal y lo sabes, no que los Blanchard aceptaban el amor fuera como fuera.

No quería escuchar las mismas quejas de Isabella, solo rodó los ojos ante su comentario y se apartó para entrar al armario, así podría seguir vistiéndose. Eso no le gusto a Isabella y fue tras el hasta que lo jaló por su brazo para que volteara a verla. Un gemido de dolor salió de la boca de Gian y miró su brazo.

— ¿Por qué eres así?— Isabella lo soltó, Gian se alejó de nuevo y tomó asiento para ver cómo había quedado su brazo, tenía unos nuevos rasguños, eran unas líneas largas sin piel por donde salía sangre, las otras ya se habían hecho costra. Sus ojos se llenaron de lágrimas, además de que le ardía le daba tristeza— ¿Por qué me tratas de esa manera?

— No aguantas nada— se quejó Isabella— sabes que no me gusta que hagas ese gesto, pero sigues haciéndolo.

— No tienes porque rasguñarme.

— ¿En serio te duele lo que una mujer de mi tamaño te hace?— eso le dio gracia— ¿Estas seguro que el débil es tu hermano y no tu? Me lo preguntó porque siempre te quejas de lo que hago, pareces un niño llorón.

— Me duele, no porque sea grande no significa que no sienta lo que me haces.

— Elian si aguanta los golpes de Skyler, ella no oculta cuando algo le molesta.