20. Nada

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Seth.

Como habíamos terminado de esta manera, no lo sabía, solo que Elian y Nikolay estaban muy golpeados, mi papá casi le daba a Nikolay con un tronco que sería utilizado como leña para la fogata. Por suerte Nikolay fue más culpable que Elian quien solo sabía que pasaría por eso casi no recibió golpes, pero ambos estaban inconscientes por el momento.

— Cuando vuelvan a despertar los voy a matar— mi padre llevaba minutos llorando por lo que le ocurrió a su barba, mi abuelo solo lo abrazaba para mantenerlo calmado— les voy a joder el maldito rostro a ese par de babosos de mierda.

— Tranquilo, la barba vuelve a crecer— mi abuelo sobó su espalda, mi padre parecía un niño pequeño al estar como en posición fetal en las piernas de mi abuelo— en una semana la tendrás.

— Tu no lo entiendes— Axel estaba bastante confundido por su comportamiento, el no lo entendía tampoco, pero no quería preguntar y era algo que agradecía porque mi padre no dudaría en golpearlo si llegaba a hablar, simplemente no estaba de humor— mi bella barba.

— Ya los golpeaste, cerremos esto de una vez, deja de llorar— le pedí— se que significa mucho para ti esa barba pero no puedes reaccionar de esa manera.

— ¡Reaccionaré como se me de la maldita gana!— me gritó— quiero regresar a mi hogar, ya no quiero estar aquí.

Pensé que Elian sería el más afectado al estar en este lugar con varios Blanchard pero resultó que mi padre tendría un daño emocional bastante grande. No estaba seguro de que Skyler le perdoné que Elian se haya metido con la amada barba de mi padre, ella también la ama tanto como el.

— Encontraremos la forma de regresar— fui por un té que Gregori le había hecho a mi padre para calmarlo, estaba caliente y sabía que mi padre no lo bebería así, tomé un hielo de la hielera y se lo puse, luego le coloqué el líquido de los tranquilizantes y lo revolví bien— tú solo necesitas descansar, déjamelo a mi, toma este té para que se te quite la ansiedad.

Lo bebió sin dudarlo, el tampoco quería estar de esa manera, quería calmarse tanto como todos queríamos que lo hiciera. No tanto como yo ya que lo engañe al ponerle tranquilizantes pero era algo que debía hacer por nuestro bien.

— Se quedó dormido al parecer— dijo mi abuelo al dejarlo caer lentamente sobre el colchón— no tengo idea de la cosa que le pusiste en el té pero gracias, estaba bastante triste y no sabía cómo calmarlo.

— No hay de que— me sentía tan sucio en este lugar— no sé cuánto tiempo estaremos aquí pero es seguro que no aguanto ni un día más.

— Tienes que aguantar— me dijo Axel— hazlo por Skyler, dale eso que tanto quiere que es que su padre y su esposo se lleven bien o al menos que aprendan a soportarse.

— Todos en este lugar sabemos que eso jamás pasará, además me trajeron aquí en contra de mi voluntad lo que significa que puedo irme— rascaba mucho mis brazos, tenía una terrible comezón— habló en serio, estoy muriendo aquí.

— No morirás, estarás bien, solo es algo que está en tu mente— me pasaron un té, no confiaba en nadie aquí, podrían ponerle algo a mi bebida— tómalo Seth que lo necesitas.

— Lo que necesito es una bañera llena de agua helada que huela a lavanda— la comezón subió a mi cuello— no un té.

— ¿Tienes algún tipo de reacción alérgica a algo?— me preguntó Axel.

— No sé si recuerdas que soy una persona muy sensible y mi piel es muy delicada, viví muchos años encerrado y solo salía para ir al hospital.

Mis Víctimas #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora