13. Niño Fuerte

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Seth.

Había sido una mala idea hacer tanto esfuerzo la noche anterior, mi cuerpo me dolía horrible, mi brazo más, debía tener mucho más cuidado conmigo mismo.  Tomé mi celular y le mandé un mensaje a Stanley para que se encargara de unas cosas por mi en lo que juntaba las fuerzas para levantarme de mi cama.

Estaba tan cómodo que no quería moverme de aquí, había quedado agotado la noche anterior, después de ducharme ni me puse ropa, solo me acosté y me quede completamente dormido, pero ya era hora de levantarse.

— Shadow— mi puerta se abrió y por ahí entró Shantal.

— La puerta se toca, niña— me deshice de mi manta y me puse de pie— si que duele.

— Estas desnudó— ella cubrió sus ojos al instante y se dio la vuelta.

— Si seguirás entrando de esa manera deberás saber que hay veces que no duermo con nada puesto para poder tener un descanso completo en mi cómoda cama.

— Ponte algo de ropa.

— No me digas que debo hacer— entré al baño y me di una ducha rápida, eso relajó mis músculos un poco, al salir Shantal seguía en mi habitación— ¿Qué deseas, niña?

— Necesito salir de esta mansión en la que me perdí, pero por suerte me encontré con tu hombre y el me trajo hasta aquí. Muy amable el sujeto.

— ¿Para que quieres salir?— le pregunté— te recuerdo que hay un hombre que desea tenerte y tu padre recién acaba de morir, no es muy conveniente que salgas en estos momentos.

— Los hombres de mi padre necesitan saber que estoy bien, ellos me cuidarán.

— Los hombres de tu padre ni siquiera pudieron cuidarlo a él, nada me asegura que tú estarás a salvo, no los necesitas, tienes a mis hombres.

— No lo entiendes, si no tienen señales de vida mía pues puede que pierda el poder.

— Muy bien, dejaré que King se encargue de eso ya que el conocía más a tu padre— me puse mis bóxers y luego entré a buscar un traje a mi armario— esto será difícil.

— ¿Qué será difícil?

— Cuidarte, pero haré lo mejor que pueda para que sea una buena experiencia para ambos, desde ahora estás a mi cuidado, no sales sin mi permiso, dormirás temprano, nada de tecnología después de las diez, irás a la escuela...

— Yo siempre he estudiado en casa, jamás he ido a una escuela— me dijo— ¿Cómo es?

— Es un asco, hay todo tipo de cosas, chicos idiotas, chicas creídas, marginados, drogas, mucho alcohol, demasiados rumores y todos se clasifican de diferentes maneras.

— Suena horrible.

— Es horrible, es cuando no sabes quien es tu verdadero amigo, no sabes si la pareja que tienes será el amor de tu vida o un simple capricho de ambos, no sabes ni que harás con tu futuro pero es esa etapa de la vida que necesitas experimentar para crecer como persona, aprendes muchas cosas.

— ¿Tu que aprendiste?— me preguntó— por como eres imagino que debió ser fácil tienes bello rostro.

— Aprendí que mientras no encajes en el grupo eres la burla de muchas personas, mientras pienses diferente eres el raro, aprendí que si ellos ven una debilidad en ti la usan en tu contra para lastimarte. La escuela me enseñó que al débil lo hunde para que los demás se sientan con más poder. Aprendí que no necesitas a toda esa gente, solo hacen que tu vida sea un infierno, y después cada quien sigue con su vida.

Mis Víctimas #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora