30. Demonios

11.1K 760 308
                                    

Seth.

Estaba nervioso, quería irme corriendo de este lugar, me había arrepentido varías veces de hacer esto y lo había pospuesto ya varios días, no tenía idea de por qué me costaba tanto volver a verla y arreglar las cosas.

Entre a la escuela ya casi para finalizar el día, llevaba aquí como dos horas tratando de animarme a entrar y disculparme por lo que había hecho. Cada paso que daba hacía que se me revolviera el estómago, no estoy acostumbrado a esto y no me gusta, es raro para mi. Habían varias personas en los pasillos y en el campus, probablemente chicos y maestros con su última hora libre.

Llegue a la dirección y la secretaria me miró con sorpresa, debe también ser raro para ella ver a un hombre de esta manera.

— ¿Puedo ver al director?— le pedí de la manera más amable posible y que se entendiera pero estaba queriendo salir huyendo de aquí.

— ¿Ya lo esperaban?— me preguntó— señor...

— Blanchard, Seth Blanchard— respondí y creo que que fue suficiente para que cambiara por completo su actitud, ventajas del apellido— y no, el no me esperaba pero asumía que siempre tiene tiempo para un hombre que tiene a un ser amado en este lugar quien solo desea hablar sobre ciertas cosas de la escuela.

— Le avisaré que está aquí, puede tomar asiento.

Me quede de pie, no sabía hace cuanto había limpiado este lugar, además sabía que no debería esperar mucho para que el director viniera a mi. Tras unos segundos de estar aquí el director salió a recibirme.

— Buenas tardes, señor Blanchard— salió con una amable sonrisa y quiso estrechar mi mano pero yo mantuve más mias detrás en mi espalda— ¿A que debo su visita?

— Vine a conocer la escuela, como debe de saber los Blanchard somos bastante generosos cuando se trata de lo estudios de los demás.

— Si muchos estudiantes con excelentes calificaciones logran obtener las becas que ustedes dan, aunque si son muy peleadas.

— Mi padre quiere dársela a lo mejores, por eso es muy difícil conseguirlas, pero no vine necesariamente por becas, me gustaría hacer un edificio en este lugar, soy amante de la tecnología y crecí rodeado de ella, quiero darle esa oportunidad a los jóvenes, todo un sistema nuevo.

— No he sido informado nada al respecto— es que apenas se me ocurrió esa mentira— siempre suelen avisarme.

— Es que aún no sé qué escuela de la ciudad la necesita más, por eso hago este tipo de visitas y esta es la primera a la que vengo, me queda una larga semana.

— Creí que los Blanchard solo metían su dinero en escuelas privadas, ya que todos los hijos asisten a privadas o son educados en sus hogares, tenemos claro que necesitan un trato bastante especial.

— Así suele ser, pero ciertas cosas cambian con los años, además esta escuela tuvo a dos personas muy cercanas a los Blanchard, mi padre puso aquí a sus dos chicos por un corto periodo de tiempo.

— Entonces permítame mostrarle los edificios y todo a su alrededor.

La mentira iba bastante bien, estaba dentro de la escuela con una buena excusa, lo malo que perdería mucho tiempo viendo el lugar cuando yo solo quería que me llevara a donde está mi pequeña. Caminaba junto al director por cada edificio, era bastante diferente a cómo lo describía mi padre, si que las cosas cambian.

— Veo que hay buen espacio para uno más, podría quedar perfecto entre esos dos— Crystal estaba en educación física, lo que significa que esta en el gimnasio— a menos que demolamos el gimnasio, ¿le molestaría mostrármelo?

Mis Víctimas #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora