9. Mi Herida

13.1K 1K 495
                                    

Seth.

Me deshice de toda mi ropa, el cuerpo lo sentía muy pesado. Miré mi reflejo en el espejo tenia sangre cubriéndome los brazos y mi rostro también estaba salpicado, estaba básicamente bañado en sangre.

Entre a la ducha para por fin quitarme la sangre de mi piel, el agua fría comenzó a caer sobre mi cuerpo. Pasé las manos por mi rostro luego las fui bajando hasta mi cuello.

El agua helada era uno de los pocos placeres que realmente podía disfrutar. Mis manos bajaron a mi pecho para tallarlo y quitar la sangre, veía como las gotas rojas llegaban al suelo mostrando un pequeño camino de sangre.

Cuando mis manos iban a llegar a mi cintura sentí otras manos, unas pequeñas aferrarse a mi al punto de encajar las uñas causándome algo de dolor. Mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza y mi curiosidad aumentó al querer saber de quien eran las manos.

Seguí bajando mis manos para tomar las suya y separarlas de mi piel, sin soltarlas me di la vuelta y entonces miré a mi pequeña Crystal con sus enormes ojos azules viéndome con curiosidad. Solté una de sus manos para llevarla a su mejilla y acariciarla, con la otra mano la tomé por la cintura y la jalé a mi...

— ¡Señor!— un gritó me hizo abrir los ojos.

— ¿Qué pasó?— pregunté en cuanto miré a Stanley frente a mi.

— Perdió la consciencia unos minutos— sentía todo mi cuerpo arder, estaba empapado en sudor y en sangre, cuando quise incorporarme recordé la razón por la que me había quedado inconsciente.

— Oh es verdad, me dispararon— miré mi brazo por donde seguía saliendo sangre, eso dejaría una cicatriz— saca la bala.

— Eso estoy tratando de hacer solo que lo necesito despierto— se puso guantes y saco pinzas de una mochila, también alcohol— le dolerá.

— Me dolerá más tenerla ahí, sácala de una vez— me desesperaba estar así de sucio, apenas podía mantener mis ojos abiertos— solo no me toques, usa las pinzas nada más.

— Muy bien, señor.

— Dios... si que duele— dije mientras cerraba los ojos para aguantar el dolor— pero me duele más que ella no me quiera.

— Definitivamente está perdiendo mucha sangre, necesito un poco de ayuda acá atrás— avisó Stanley— no le queda mucho antes de quedar inconsciente de nuevo.

— Aún sigo con vida...— estaba teniendo una batalla conmigo mismo— una triste y trágica vida sin ella a mi lado.

— Sácale la maldita bala lo estamos perdiendo— le gritó Sam, por mientras Zach aumentaba la velocidad de la camioneta.

— Yo me perdí en su mirada, en su inocente mirada— no tenía idea de lo que decía.

— Manténgase despierto, si usted muere ella queda sola, así de simple— tenía razón.

— Pero estaría mejor sola que con un monstruo como yo— veía borroso, no tenía idea de cuanta sangre había perdido, sabía que tenía más heridas y que sangraba por más lugares solo que lo más preocupante por el momento era la bala que tenía en la piel.

— Fue nuestra culpa, debimos cubrirlo.

— Fue su celular que lo distrajo— habló Zach, tenía razón había sido mi celular.

— Era Crystal, debía responder su mensaje, quería saber si mis sobrinos eran alérgicos a algo, necesitaba de mi y debía ayudarla.

— Bueno ese tipo de cosas pueden matarlo, ve cómo salió mal, ahora está perdiendo mucha sangre— Stanley estaba lastimándome demasiado— no debió responder.

Mis Víctimas #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora