Seth.
Había perdido la noción del tiempo, ya no sabía que día era, no sabía absolutamente nada, me había perdido demasiado. Veía el atardecer y también miraba el amanecer.
Podía ver la belleza de la luna y todas las estrellas que adornan su alrededor en la fría noche.
Estaba acostado sobre una manta afuera de la tienda de acampar, llevaba tiempo sin dormir, no podía, la culpa me consumía por completo y era la causa de mi insomnio. Solo hacía esto toda la noche hasta que llegara el amanecer.
Mi cuerpo estaba más frío que nada, si que bajaba la temperatura en la noche en este lugar. Y solo llevar un short no ayudaba a mantener mi calor, pero prefería este frío que me entumía cada músculo de mi cuerpo que el calor.
— Ay mamá, ojalá estuvieras aquí— dije al ver las estrellas, la extrañaba ahora más que nunca, sentía a mi padre muy distante, ya ni bromas conmigo hacía, nunca fuimos tan cercanos, pero estaba pendiente de mi, hablaba y bromeaba conmigo sobre cualquier cosa. Ahora ni me dirigía la palabra.
— ¿No tienes frío?— esa dulce voz, por qué siempre aparecía ella, tenia a mi pequeña Crystal a mi lado— yo si tengo frío.
— El frió hace que me concentre en mi cuerpo y como tratar de mantener el calor. Es una manera de distraerme, es bastante efectiva a decir verdad pero puede que ya esté muriendo de hipotermia si ya te estoy viendo.
— Te encanta torturarte a ti mismo ¿verdad?
— Merezco mucho dolor, es mejor que cualquier otra cosa, y el frío es una gran manera de mantenerme despierto.
— Yo no soportaré el frió— se acurruco en mi, levanté mi brazo para dejar que se acomodara en mi pecho, se sentía tan real, como si su calor tocara mi piel como las llamas de la fogata, era tan relajante— ¿Está bien si me quedo aquí?
— Está perfecto— sentía como si el aire le faltara a mis pulmones, mi respiración era cada vez más tranquila, sentía tanta calma y tanto sueño— ¿Por qué no puedes ser así en la realidad?
— ¡Seth!— la imagen de Crystal despareció y mi abuelo llegó deprisa con una manta— ¿Qué diablos has hecho?
Tomó la inyección de mi mano y la apartó de mi vena, estaba inyectándome una combinación de tranquilizantes que había descubierto hace años, me lo inyectaba en una dosis muy pequeña, lo suficiente para relajarme pero no para quedar inconsciente.
— Quería tranquilizarme.
— Tu eres adicto a estos tranquilizantes, tomas demasiados Seth, al igual que pastillas y eso no están bien, se que es duro y más para ti pero no puedes hacerle esto a tu cuerpo— puso la manta sobre mi— esos tranquilizantes no te quitarán todo lo que eres, debes aprender a vivir como un Blanchard y a solo usar estas cosas cuando estes en un ataque, no cuando haya estrés en tu vida.
— Mi vida entera es un ataque de ira, esto me relaja bastante y hace que deje de pensar en lo malo y sólo lleguen cosas buenas a mi cabeza.
— Te drogas básicamente.
— Ya tenemos algo en común— sonreí, las estrellas eran más brillantes y la luna la sentía mucho más cerca— ahora entiendo por qué lo hacías.
— ¿Desde cuando empezaste a hacerlo?
— Desde los diecisiete, Sasha me mostraba todos los tranquilizantes que compraba la familia, me dio pequeños frascos de cada uno para que supiera identificarlos. También a medir las dosis por si lo necesitaba en algún momento de mi vida, entonces combiné unos y lo probé con Gian, lo dejo muy tranquilo, sonriente, dócil.
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Mis Víctimas #2
RandomCuando pierdes a alguien es difícil ver todo de la misma manera que antes lo hacías, sientes que algo te falta, tienes ese hueco en el corazón que por más que intentes no puedes llenar. - Una sombra, solo eso soy en este mundo, es muy difícil segui...