24. Un Castigo

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Seth.

Debía pensar con rapidez mi siguiente movimiento, dejar la empresa e ir a mi mansión. Pero no quería dejar a mi pequeña este día, tampoco quería exponerla a algún tipo de riesgo si la llevaba conmigo.

— Ven pequeña, iremos a mi mansión— tomé su mano pero ella me miró con pánico— estaremos bien, no te preocupes.

— Blake no me dejaría ir a tu mansión ahora que estamos saliendo— me dijo— no puedo.

— Tiene razón, eso se puede interpretar de muchas malas maneras— se metió mi padre a nuestra conversación— no está bien.

— De esta empresa, tú eres el menos indicado para decirme que esta bien y que no esta bien— fui sincero con el— ya que mi madre y tú hicieron demasiadas cosas que se pudieron malinterpretar bastante fácil. Pero tienes razón no está bien.

— Solo espera hasta que Blake despierte y el que los acompañe— sugirió mi hermana— solo échenle agua helada y así despertará.

— Debo irme justo ahora, así que ustedes dos vendrán conmigo y le dejaran claro a Blake que nada pasó para que no se malinterpreten las cosas. Dejare a alguien para que espere a que despierte y le diga lo sucedido, ya si quiere acompañarnos, podrá hacerlo.

— Bien vámonos— no les quedó de otra que aceptar y me acompañaron hasta la camioneta que estaba afuera esperando por nosotros, me fui al frente junto con Stanley y los demás iban atrás.

— ¿Cómo va el tema de Shantal?— le pregunté a Stanley— ¿Algún avance?

— Perdimos la actividad de la zona, parece que no está en el estado. Por el momento he podido mantener todo calmado, me encargué de que no hubiera problemas en su ausencia.

El atardecer se veía a lo lejos, era un hermoso día el cual estaba por concluir con los últimos rayos del Sol frente a nosotros. Todo hubiera estado perfecto si evitáramos varios momentos del día, como mi padre en su mayoría, mi hermana, básicamente si quitáramos a mi familia y solo dejara a Crystal todo hubiera estado perfecto.

Al llegar para el anochecer pude apreciar muchos autos rodeando mi mansión al igual que dentro de mi propiedad. Stanley se estacionó lo más cerca posible, todos nos bajamos de la camioneta y entramos a la mansión lo cual fue un completo error.

Estaba lleno de chicos, se escuchó la música y había un olor horrible, había al menos cien personas en mi mansión, mi estómago se revolvió de nuevo, quería vomitar. Pero mi enojo era mayor, había una fiesta en mi mansión, donde no se habían hecho fiestas desde hace años.

— Joder, estoy seguro que nadie aquí puede beber alcohol— mencionó mi padre— ¿Alguien nos hizo una fiesta de regreso?

— Busquen a Shantal, cierren las puertas de todas las salidas de mi mansión, Stanley acompáñame afuera— le pedí a mis hombres y salí de la mansión, con mi celular desconecté la música de adentro, por suerte los demás me siguieron hasta afuera— pequeña, ven aquí.

Tome a mi novia por su cintura y la subí al capó de una camioneta, Stanley me miró con confusión, yo le quite la arma que tenía en su cinturón y luego subí hasta estar en lo más alto de la camioneta. Por último di tres disparos al cielo.

— ¡¿Qué mierda haces?!— mi padre me gritó, todos empezaron a salir de la mansión, escuché gritos, comenzó a llenarse de jóvenes el frente de mi mansión— nos van a aplastar, suban a algún lugar.

Le di instrucciones muy simples a mis hombres a través de un mensaje, cerraron mi mansión, pero aproveché para usar las bocinas que antes eran utilizadas para que escucharan su asquerosa música llena de insultos. Le quite uno de los micrófonos por donde Stanley se comunicaba con los demás, y lo conecté a las bocinas. Mi padre y mi hermana terminaron en la misma camioneta donde yo estaba, junto con Crystal.

Mis Víctimas #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora