36. La Sorpresa

9.8K 738 157
                                    

Domingo.

Unos toques en su puerta hicieron que Seth finalmente abriera los ojos, espantado se incorporó de inmediato, algo de lo que se arrepintió segundos después al recibir un fuerte dolor de cabeza. Se puso de pie sin realmente recordar donde estaba o que pasaba, al abrir la puerta se encontró con su padre, fue evidente que ninguno de los dos había pasado buena noche.

— Debemos irnos— no le gusto la seriedad con la que le habló, pero no se pondría a discutir con el hombre frente a él, que parecía que no había dormido en semanas— vístete con algo cómodo y sal, alguien se encargará de empacar tus cosas.

— ¿Por qué tanta prisa?— entró a la habitación y él mismo buscó la ropa que Seth se pondría— ¿Qué hora es?

— Es hora de irnos— le arrojó ropa a su cama— ya hay personas afuera del hotel esperando que salgamos, debemos salir ahora antes de que más personas vengan.

— ¿Qué pasó?— en ese momento Sedrick miró los brazos de Seth, encontró esa pequeña herida que buscaba— ¿Me vas a responder alguna pregunta?

— Parece que te inyectaste algo que hizo que te olvidaras de lo que hiciste, es eso o simplemente tú mente ignora lo que sucedió— no tenía tiempo para explicarle todo— vístete y hablamos en el avión.

— Tienes que explicarme ahora.

— ¡Vístete de una jodida vez y deja de hablar!— le gritó ya desesperado, tardó unos segundos en recuperar la calma— por favor, haz lo que te pido, no es momento de preguntas.

Lo dejó, si seguía más a su lado sufriría un ataque que no tenía seguro si podría controlarlo. Al no quedarle de otra, Seth se vistió y abandonó la habitación, por el pasillo veía a su familia de un lado a otro, apurados, pero por más que lo estuvieran, todos lo miraban unos segundos y seguían con lo suyo.

— Cúbranse bien niños— Elian ayudaba a Shantal y Thom a ponerse gabardinas negras— no es momento de que sus rostros sean conocidos.

— Parece que ya todo el mundo está despierto— se les acercó Seth— fui el último en despertar me imagino.

— Algunos ni dormimos— le fue sincero Elian— así de mala estuvo la noche.

— ¿Qué fue lo que hice?— le sorprendía que no recordara como agarró a su hermano a golpes— todos me miran de manera extraña.

— Le destrozaste el rostro a Gian— como Elian no le respondió, Shantal se encargó de hacerlo— al menos todos hablan de eso.

Con esas palabras le llegó un fuerte dolor de cabeza, poco a poco recuerdos empezaron a llegar a su mente. El cielo negro sin estrellas, el gran espacio a su alrededor, sus manos descontroladas, la sangre que lo salpicaba, el enojo, el cuerpo de su hermano sobre el suelo.

— ¿Cómo está Gian?— se animó a preguntar— ¿Está bien?

— No lo sé, no hemos podido verlo y dudo que podamos, su esposa tiene bien restringidas sus visitas, ya que un Blanchard fue el culpable de su estado.

— Qué raro que no lo recuerdes— se le hizo curioso a Shantal— gracias a ti esa fiesta acabó, además de que la energía se fue.

— Todo quedó a oscuras— le contó Thom— gente gritó, se apresuraron a salir del salón para encontrarse con ambulancias y policías además de un cuerpo en el suelo.

— Fue una mala imagen que los perseguirá por el resto de sus vidas, Thom y yo lo encontramos bastante interesante pero se volvió triste cuando nos enteramos que era Gian el herido.

Mis Víctimas #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora