El mayor error

5.1K 181 34
                                    


La gente comenzó a moverse de los asientos según iban terminando, los primeros en marcharse fueron Mikel y Carmen para hacer de anfitriones ante la hora del brindis. Tanto Marta como Elena salieron un poco después que ellos en compañía de Natalia, pero sin darse cuenta, mientras saludaban a un importante político, ésta desapareció.

Elena: ¿Dónde está mi hermana?

Marta: No lo sé...

Elena: Joder tiene ganas de liarla

Marta: No te preocupes... voy a buscarla (dijo un tanto nerviosa)

Elena: Más vale que mis padres no se den cuenta

Marta: Lo sé, lo sé...

Santi: ¿Qué, mi hermanita ya anda salida detrás de alguna mujer? (les preguntó con un tono que hasta a Marta provocó repugnancia)

Elena: Anda Santi calla la boca...

Santi: He visto como chocaba con la camarera, se ha debido encaprichar de ella... ya sabes como es...

Marta: No Santi, el que no sabe como es eres tú, no tienes ni idea de la clase de persona que es tu hermana, desgraciadamente, claro

Santi: Ya está aquí su defensora (la miró con los mismos ojos que Natalia pero de manera tan distinta a ella que le daba pena)

Marta: Me voy... no tengo porque aguantar tus tonterías

Santi: Avísale que se comporte

Elena: ¿Ya vale, no?

Marta: Ahora vuelvo

Santi: Mira los lavabos... son su perdición (dio una carcajada)

Marta: Vete a la mierda, imbécil

Santi: ¿Qué has dicho? (le cogió del brazo apretándole)

Marta: Lo has oído perfectamente, ¿quieres que te lo repita?, yo te lo repito, no tengo problema (lo miró tratando de soltar su mano con rabia) Y ahora si me dejas, me voy

Elena: Santi, suéltala, estás montando un numerito

Santi: No podías ser más, amiga de mi hermanita, lo dice todo

Elena: ¡Ya está bien Santi!. Marta por favor... (se interpuso entre los dos)

Santi: Seguro que te la has tirado... debe montárselo bien mi hermanita para que la defiendas así

Elena: Santi... eres asqueroso tío, asqueroso. No tienes ni idea de nada, no le llegas a Natalia ni a la suela de los zapatos (le dijo mirándolo con rabia)

En la terraza, la tensión se había vuelto a apoderar del cuerpo de Alba, que además al saber la verdad no podía controlar cierto nerviosismo. Notó como Natalia se le acercaba por detrás, notó como se quedó a milímetros de ella, su respiración se hizo un poco más intensa no quería dar un espectáculo pero si algo tenía claro, era que no iba a permitirle ni un simple roce

Natalia: Todo en este lugar es mágico... todo...

Alba: Tengo que volver (se giró pero Natalia se interpuso entre ella y la barandilla dejándole pocas posibilidades de huir) Por favor... Maria me está esperando (no la miró a los ojos)

Natalia: Que espere, tengo influencia en ella... no te dirá nada

Alba: Por lo visto, tienes mucha influencia según para quien (le contestó y al segundo se arrepintió)

Natalia: Cuando te enfadas... estás preciosa... (Marta llegó a la puerta y al contemplar la escena se quedó allí de guardia por si venían buscándola que era lo más probable) Y cuando sonríes... puedes eclipsar estas estrellas, este cielo tan maravilloso

Apuesta equivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora