24h

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En el hospital, Encarna había bajado a comer ya que a Alba le habían puesto un gotero que le había adormilada. Sin embargo, lo que no sabía Encarna era que su hija estaba paseando por un mundo irreal, en aquel mundo iba vestida de novia, se encaminaba a un pequeño altar, iba feliz, sonriente, con un vestido blanco con escote de palabra de honor, un velo que le llegaba hasta media espalda y un pequeño ramo de orquídeas entre sus dos manos, al llegar al altar, allí a su lado derecho se encontraba Raúl, ella le sonrió y él le devolvió una amplia sonrisa, su héroe estaba allí. El sacerdote le había preguntado a Alba si aceptaba casarse, y cuando giraba su cabeza hacia la derecha, allí estaba Natalia , sonriéndole, con un brillo en sus ojos que le cegaba. Entonces su respiración se agitaba, buscaba con la mirada en aquel lugar a Raúl pero no estaba, Natalia le había cogido de la mano no la dejaba escapar, la miraba a los labios con una mirada repleta de pasión entonces se acercaba lentamente hasta ella y antes de besarla con pasión le decía.

N: Nunca serás de nadie que no sea yo, me perteneces Alba por mucho que quieras huir, siempre vendrás a mí.

Sobresaltada y algo sudorosa, se despertó. Humedeció sus labios cerrando los ojos, ni despierta ni dormida podía olvidarla. Unos golpes en la puerta, terminaron por espabilarla

E: Adelante
Julia : Hola, ¿puedo pasar? (apareció Julia impecablemente vestida con un pantalón vaquero, botas altas y una camisa de seda)
N: Natalia no está (le dijo sin ningún interés)
Julia: Vengo para hablar contigo, ¿te molesta? (le preguntó mientras se acercaba)
A: No (le contestó de modo indiferente)
Julia: Me he enterado que te vas a casar con ella
A: Sí (la miró algo molesta entre juntando sus cejas)
Julia: Yo sé que no la quieres, no sé porque te casas con ella, quizá por su dinero (la miraba fijamente como si en sus ojos pudiera leer la verdadera razón por la que aquella mujer iba a lograr lo que ella no había podido)
A: No creo que tú seas la persona indicada para saber porque me caso con ella (se defendió y se sorprendió al hacerlo)
Julia: Porque yo sí la quiero
A: Pero ella me quiere a mí (empezó a gustarle aquel juego)
Julia: Pero tú no vas a hacerle feliz
A: Al menos le he prometido que en nuestra casa no me acostaré con otra
Julia: Vaya... (murmuró sorprendida) Veo que no ha tardado mucho en contarte algo así
A ¿Y qué esperabas?, es normal, cuando te decepcionan de esa manera, es normal que desconfíes de otra pareja, me ha costado convencerle que yo no soy así
Julia: Sé que no la quieres
A: Es cierto no la quiero, porque querer es una palabra pobre para lo que siento por ella (en su interior comenzaba a destornillarse de risa)
Julia: No te creo... pero te advierto una cosa ¿Alba verdad?
A: Así me puso mi madre al nacer, sí, y así me susurra Natalia, sí ("que buena soy por Dios" se dijo a si misma al ver el gesto de Julia)
julia: Veo que tienes algo en común con ella (sonrió de lado molesta) eres igual de borde. Pero te advierto una cosa, si me lo propongo Natalia volverá a mi lado porque nunca dejará de amarme
A: Ya (asintió sonriente)
J: ¿Quieres jugar?
A: Yo no juego con las personas que quiero (le contestó dejándola muda) Y ahora si no te importa, tengo que descansar
J: No eres la clase de mujer que se merece
A: Pues ella no piensa lo mismo
En: Hola (entró Encarna con gesto contrariado al ver allí a aquella mujer que la reconoció al instante)
A: Hola mamá, pasa, Julia ya se iba
J: Ya veremos quien ríe la última. Adiós (le dijo a Encarna)
En: ¿Y ésta qué hace aquí?
A: Perder el tiempo... ¿has comido? (le preguntó como no queriendo seguir con el tema)
En: Sí hija, me he tomado un cafetito que me ha reanimado
A: Pues ahora duerme y descansa mamá que no me gusta la cara de cansancio que tienes, no quiero verte así, ¿eh?
En: No te preocupes cariño... estoy bien
A: Lo de Carlos deberíamos dejarlo en manos de profesionales mamá
En: ¿Quieres decir que el doctor Tamayo no es profesional?
A: Mamá es un médico de pueblo
En: Pero tiene experiencia en estos casos
A: Bien, no quiero discutir, sólo quiero que tú estés bien y sé que no lo estás
En: Si te veo sonreír, eso me alivia más que cualquier pastilla o descanso, cariño (se acercó a ella cogiéndole la mano) He perdido un hijo, pero si Dios me ayuda, me gustaría recuperar a mi hija.
A: Estoy bien mamá, más tranquila de verdad... y si todo sale bien en pocos meses Natali estará a salvo de cualquier problema, podré educarla, podré ser su madre y todo volverá poco a poco a la calma. La sacaré adelante sola si es necesario, con el trabajo del Hospital todo será más sencillo
En: No quiero que estés sola
A: Mamá (le advirtió con una sonrisa cansada) Esto ya lo hemos hablado
En: Acabo de ver a Natalia en la tele (le dijo mientras se sentaba) Mira que esta chica se ponga lo que se ponga es mona, ¿eh?

Apuesta equivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora