Apuesta equivocada

Dolor

Eran las seis de la mañana cuando entraron las enfermeras, tenían que hacerle una analítica y ponerle un nuevo gotero que Alba agradeció porque los dolores comenzaban de nuevo, así como hacerle la cura de su muslo

Patricia: Buenos días (dijo Patricia mientras entraba)
A: Buenos días (les contestó)
Patricia: Vaya la Doctora Lacunza (dijo un tanto sorprendida. Entonces le tocó con suavidad el brazo) Doctora, doctora
N: ¡Qué! (se despertó sobresaltada)
Patricia: Buenos días
N: ¿Buenos días? (se puso la mano sobre la frente totalmente desorientada, entonces miró a la cama y allí Alba la observaba tratando de mostrarse indiferente) ¿Qué tal estás?
A: Bien
Patricia: Vamos a hacerle una analítica y la cura, ¿se quiere quedar o...?
N: No... tengo que cambiarme... luego me pasaré ¿vale Alba?
A: Bien (siguió indiferente)
Patricia: Vamos allá

Iba por el pasillo sin poder dejar de bostezar, necesitaba un café bien cargado se repetía cuando se encontró con Vilches que llegaba hasta ella con cara de pocos amigos

V: ¡Vaya si es la súper woman Doctora Lacunza!, ¿o debería decir la inconsciente Doctora Lacunza?
N: ¿Qué he hecho ahora Vilches? (le preguntó con tono cansado)
V: ¿Crees que es de recibo pasar toda la noche velando a esa mujer qué tanto te gusta?
N: Vilches por favor no estoy de humor ahora, ahora no
V: ¿Y entonces cuándo?
N: Déjame que me duche, me tome un café doble y entonces me dices todo lo que quieras, ¿vale? (le dijo mientras iba respirando a cada frase demostrando así inconscientemente que estaba pasando un mal momento)
V: No te vas a librar (le apuntó a la cara con su dedo índice blandiendo al aire)
N: Vale (sonrió algo forzosamente y se dispuso a caminar pero entonces al volver a pensar con Alba se giró sobre sus talones y lo llamó) Vilches espera
V: ¿Y ahora qué pasa?, ¿ya puedo?
N: No, oye quería pedirte un favor... verás es sobre Alba
V: ¿Alba? (la miró pensativo) ¡Ah!, la famosa Alba
N: Vilches por favor no te pongas borde (él la miró hasta cierto punto preocupado al ver que Natalia tenía en su rostro muestras de una preocupación sincera) Mira Alba debía de firmar el contrato en el hospital, no sé si lo llegó a firmar, ¿podrías hablar con Dávila?
V: ¿Qué pasa, es tu protegida?
N: Por favor (insistió cerrando los ojos)
V: Si no lo ha firmado no podemos hacer nada
N: Vilches (lo miró con gesto suplicante)
V: Veré que puedo hacer
N: Gracias (le hizo una mueca con su barbilla mientras le dejaba un apretón en su brazo)
V: ¡Joder!

En la habitación Alba había recibido la visita de Cruz, estaban hablando tranquilamente sobre lo ocurrido, mientras la revisaba

C: Bueno parece que todo va a quedar en una cicatriz en tu muslo ¿eh?
A: Fue horrible, sólo recuerdo los gritos y después el silencio
C: Sí, es lo mismo que nos han dicho los demás. Pero mira Alba, ahora debes tratar de olvidar lo ocurrido
A: Tengo tanto que olvidar (sonrió de lado)
C: Pues ya sabes (le sonrió tratando de mostrarse amable)
A: Gracias
C: ¿Hoy viene tu madre, no?
A: Sí, eso me ha dicho...
C: Ah, no sabía que habías hablado con ella (la miró un tanto dubitativa aunque sabía perfectamente que había callado quien le había dicho aquello y la miró expectante)
A: No, me lo ha dicho Natalia (conforme iba hablando iba bajando el tono)
C: De acuerdo, ¿puedes hacerme un favor?
A: ¿Cuál?
C: Dile a Natalia que no se quede hoy contigo, debe descansar
A: Yo no le pido que lo haga (le dijo a la defensiva)
C: Lo sé, lo sé (se apresuró a contestar) Pero si tú se lo dices te hará caso, créeme
A: Estando mi madre no hace falta que venga
C: Bien, pues ahora vamos a hacerte una resonancia a ver que tal ha evolucionado tu rotura
A: Otra vez meterme ahí (dijo un tanto molesta)
C: Yo también lo odio, la verdad (le confesó) Pero es necesario. ¡Ah!, y no creo que te haga falta que lo diga pero... si necesitas cualquier cosa, me gustaría que vieras en mí a una amiga, ¿de acuerdo? (la miró intensamente a los ojos)
Ma: ¡Hola!, ¡Alba! (entró con cara de felicidad, le dio dos sonoros besos mientras con cuidado la abrazaba, entonces Alba sin poderlo evitar se puso a llorar) ¡Cariño!, no llores...
A: Maria... ¿cuándo va a parar?
C: Alba no te va a favorecer ponerte así
Ma: Vamos cielo, mira, ya está, ya está (decía mientras le secaba las lágrimas) Ya ha pasado todo, ¿vale?, ahora lo que tienes que hacer es poner empeño para mejorar rápido, tu pequeña te espera
A: ¿Con quién está ahora?, si tú estás aquí y... (la miró sin nombrar a Natalia)
Ma: Con Marta (le dijo un tanto preocupada por su reacción)
A: ¡Marta... con esa loca! (alzó la voz y entonces un dolor le entró de golpe y se quejó) ¡Ay!
C: Venga Alba...
Ma: No tienes que preocuparte Alba, ella...
A: ¡Pero si está loca!, son una pareja de chifladas, sólo quiero que la tengas tú Maria, ninguna de las dos por favor (le decía con preocupación)
C: Alba... nos vamos...
Ma: AlbA... mira... Marta está cuidando de Natali con mucha atención, mira, se ha hecho chuletas para saber las tomas del biberón, no le importa levantarse por la noche hoy se ha levantado cada tres horas para vigilarla... Alba... que ambas se equivocaran una vez, no quiere decir que quieran hacerte daño siempre. Por favor...
C: Venga Maria mejor me la llevo, ¿eh?