A: ¿No está tu hermana? (dijo sacándola de sus pensamientos mientras se ponía la chaqueta)
N: ¿Mi hermana?, no, mi madre nos espera para cenar
A: Son las doce de la mañana (la miró sin entender muy bien lo que estaba pasando y sus nervios se descontrolaron nuevamente)
N: Voy a enseñarte mi tierra, ¿te importa?
A No... claro (contestó algo confundida)
N: Vamos a ir a hacer turismo... primero pasaremos por mi apartamento, dejaremos la maleta y nos perderemos por la ciudad (decía mientras tiraba con la ilusión reflejada en su rostro)
A: Está bien... voy a llamar a mi madre para decirle que ya estamos aquí
N: Y yo a Maria así sabemos como está Natali(le dijo feliz)
A: Vale ("Menuda habilidad tiene para sorprenderme, ¿no me quiere enseñar ahora Pamplona, bueno mira... menos tiempo que tendrás que fingir... ¡ay señor solo de pensarlo me tiemblan las piernas!")
N: Por aquí (le señaló mientras se decía a si misma "Bueno creo que la he sorprendido... bien... eso es otro tanto para mí... pero ten cuidado no vaya a ser que de un solo golpe te gane el partido porque con una sola contestación puede desarmar todas tus ilusiones. Sólo espero que mis padres se comporten, ¡joder si estoy nerviosa y todo cómo si fuera una quinceañera!")Cada una hizo la llamada pertinente, Encarna notó en la voz de su hija un ligero temblor que le hizo ver que estaba asustada, imaginó que volver a Pamplona y hacerlo con la persona que le había hecho tanto daño, iba a ser para ella un golpe duro, pero necesario para superar lo sucedido. También notó algo sorprendida que cuando nombró a Natalia no lo hizo con ese resentimiento tan brutal que hacía semanas atrás, pero conocía tan bien a su pequeña, que sabía que de aquella historia no quedaría nada. Por su parte Maria les había confirmado que la pequeña estaba estupenda, y que Marta se la había llevado a dar un paseo, también les dijo que se olvidaran de todo y disfrutaran de su maravillosa ciudad
A: ¿Me vas a llevar a dónde vive Maria?
N: Claro (afirmó con su voz sensual) Oye y tú no tenías aquí una amiga...
A: Sí pero cuando yo vine a sustituirla fue porque le salió un trabajo y se fue (su voz volvió a ser triste parecía que el recuerdo de aquel momento le había hecho nuevamente daño)
N: Pues iremos a casa de Maria, tiene un patio interior precioso, era de su abuela y su madre se la dejó en herencia (trató de explicarle algo rápido intentando así que aquella imagen que a ella le había llegado cuando se había transformado en fiera, se borraba de ambos pensamientos) A mí personalmente, es una casa que me encanta
A: Vale (sonrió con tristeza)Justo cuando Maria colgó el teléfono, entraba Marta hablando a voz en grito con la pequeña que sonreía
M: Es la leche esta niña, mira, se parte de risa con su tita, claro como le dejo tocarme las tetitas, ¿verdad granuja? (la cogió en brazos)
Ma: Ya han llegado. No le digas esas cosas a la niña, que entre unas y otras vais a hacer que la pobre tenga un lío en la cabeza
M: Por qué le gusten mis tetas no va a tener lío, por lo que le digan sus dos madres... ya veremos si le cae un trauma, y ya no digo nada, por cada vez que le llamas Natalita que manda huevos
Ma: No hables así delante de Natalita
M: ¿Te imaginas que en lugar de decir mamá la primera vez, dice tetas? (ante el gesto de Maria Marta rompió a reír)
Ma: Eres de lo que no hay
M: Bueno... entonces ya las tenemos ahí ¿eh? (asintió) Lo veo mal, ¿y tú?
Ma: No sé... seguimos en las mismas, dependemos De Alba
M: ¿Tú sabes lo que le va a caer a Natalia después cuando Alba la deje?
Ma: Dame cincuenta euros y te lo digo (le puso la palma de la mano abierta delante suya)
M: Si no fueras tan antigua te diría alguna burrada
Ma: Ya la has dicho guapa, ya la has dicho (le dijo puesta en jarras)
M: ¿Sabes a lo que anoche le di vueltas?
Ma: A lo del sexo
M: Vaya... tú también, ¿pero no decías que no creías en esas cosas?
M: ¡Ay Marta...!
M: Ya, si ella ve sexo, es que van a tenerlo... te lo digo yo... ¿cómo, cuándo, de que forma?, eso es lo que se calló la muy ladina
Ma: Yo no me he hecho esas preguntas tan... tan...
M: ¿Guarras?
Ma: Pues un poco sí bonita... yo solo he pensado ¿y si Natalia lo vuelve a intentar?, quiero decir, está coladita, sólo hay que ver como manan sus ojos esa luminosidad para comprenderlo...
M: Ya
Ma: Tú sabes que esta noche dormirán juntas, que si el vino de la cena...
M: Que si el coñac de la sobrecena
Ma: Que si la luna
M: Que si te rozo por aquí
Ma: Por allá
N: Vamos que Natalia se ponga canchondilla y haga lo que no debe (acabo diciendo de la manera más natural mientras levantaba a la niña al vuelo y ésta sonreía)
Ma: Exacto... me da miedo esta noche
M: Natalia lo está pasando muy mal, debe ser complicado tener a la persona que amas a tu lado, a la persona que te vuelve loca a tu lado y no poder hacer nada, es más, tener que controlar una caricia por lo que pensará, una mirada por lo que dirá, y aunque sea un abrazo por si te rechaza
Ma: Sí, muy duro. Y lo peor es que está en Pamplona , y se va a dar el mismo caso que la otra vez
M: Los nervios desbaratados de Natalia por la influencia de sus padres. ¡Ay Maria lo que daría yo por tener un aguejerito en esa habitación esta noche!
Ma: Pobre Alba... no sabe donde se ha metido
M: Sí lo sabe sí, pero como Cruz dijo una vez, la necesidad hace que te vuelvas egoísta, y hagas cualquier cosa
Ma: ¿Podías haberle preguntado a tu Rubí de Jade que iba a pasar esta noche?
M: Es que ella ve futuro...
Ma: Ya.. futuro... (la miró seriamente)

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Apuesta equivocada
FanficTodo empezo con una simple apuesta entre amigas.....dinero, poder, egocentrismo, necesidad, infidelidad, engaño, lujuria, sexo, placer ..... Amor. Una historia dura. Adaptación de fic escrito hace un tiempo.