Pasado

3K 137 5
                                        

Al llegar al coche, Natalia entró se sentó, se abrochó el cinturón y les dijo con un tono repleto de seguridad

N: Ni un solo comentario

Eran las diez de la mañana cuando Marta oyó como la ducha del cuarto de Natalia sonaba, la maldijo por despertarla, pero se levantó porque entendía que había intentado con su acercamiento suavizar la tensión entre ellas. Sabía que necesitaba hablar. Por esa razón, cuando Natalia salió a la cocina, ya tenía preparado el café sobre la mesa y a su amiga, sentada frente una taza y un trozo de tarta de manzana en la mano esperándola

N: ¿Chantaje?
M: Puro y duro
N: Creo que estuve acertada, sólo trato de que acepte trabajar en el hospital (le comentó con tranquilidad mientras se sentaba)
M: ¿Qué hacía allí?, ¿trabajar?
N: Sí (dio un sorbo al café) Está buenísimo
M: Es trabajadora, ¿eh?
N: Sí (sonrió orgullosa)
M: ¿Y qué dijo?, ¿se sorprendió mucho?
N: Un poco, pero sigue en sus trece de no querer darme ni agua
M: ¿Esperabas otra cosa?
N: No, pero... esperaba una oportunidad después de... (se calló)
M: ¿Después de qué?
N: Creo que le gustó tenerme en su cama
M: ¡Pero qué barbaridad! (murmuró perpleja con sus ojos bien abiertos y su boca llena de torta) ¿Te lo dijo?
N: Mastica con cuidado, no me apetece salvarte la vida
M: Cabrona (le espetó seria) ¿Qué pasó?, venga, cuenta joder y eso te lo tenías callado
N: Era como una duda, no estaba segura de que fuera real (le dijo gesticulando con sus manos y poniendo una expresión de inseguridad)
M: La noche que te presentaste en su casa (confirmó)
N: Así es
M: Ibas muy pedo impresionante pero imagino que te acordarás de cosas
N: Una de esas, es que comencé a besarla
M: ¿Y? (se incorporó un poco sobre la mesa acodada) Joder Natalia menudos ojitos pones, vamos como que ¡te estás poniendo solo de recordarlo! (le dijo con su voz gruesa y muerta de risa)
N: Que no es eso joder (trató de no reír y mostrarse algo molesta por aquella buena observación)
M: ¿Solitario?
N: Vete a la mierda (se levantó)
M: Oye a mí no me dejes así, a mitad... (le apuntó con la cuchara mirándola con ojos inquisitivos)
N: Es que no sé como te cuento nada (decía con una sonrisa traviesa)
M: Así que a Alba le gustó (se fue tras ella)
N: Estaba dormida, simplemente creo que la pille medio dormida y no supo reaccionar a tiempo
M: Ya, y si mi abuela tuviera dos cojones sería mi abuelo
N: Mira que te gusta liar las cosas, es algo tan sencillo como que... (sonó su móvil) Espera. ¿Sí?, hola Encarna
M: ¡Oh la suegra! (susurró burlonamente)
N: Claro que me va bien... sí, sí... en diez minutos estoy ahí
M: ¿Y ahora?
N: Quiere hablar conmigo (puso gesto preocupado)
M: Sabes que se me escapa algo de esta mujer, en realidad debía odiarte más de lo que lo hace su propia hija, y parece que no lo hace, debería ni siquiera mirarte y no es que no lo haga, es que además te pide ayuda, algo se me escapa
N: Pues mira, en diez minutos lo averiguo. ¿Te vas a quedar?
M: Voy a llamar a Amparito, si tiene controlado el Gabinete me quedo (sonrió)
N: Joder lo que da ser jefa
M: Mujer de algo me debe servir, ¿no? (esbozó una sonrisa afable)
N: Ya (se puso la cazadora)
M: Además que esta noche me voy a dormir con mi argentino
N: Estáis locos los dos (sonrió)
M: Mira sabemos que no podemos vivir juntos, pero gozar, eso, ¡y de qué manera!, uys si me oye tu Alba me tacha de obsesa como tú
N: Mi Alba... que bien suena (puso irremediablemente un gesto enamorado, de tonta sin remedio) Adiós
M: Pilladita la tiene, si yo pudiera hablar con la Alba... creo que aluciaría pepinillos
E: ¿Se ha ido mi hermana?
M: Pues sí
E: Vaya no voy a poder despedirme de ella entonces
M: ¿Te vas hoy?
E: Sí, mi padre está ansioso por saber
M: ¿De Natalia?, ¿no irás a ser el chivo expiatorio, verdad? (la miró de manera fulminante)
E: Claro que no, sé perfectamente lo que he de decir
M: Mira, tú eres la única que puede ayudarle por ese lado, tu padre te escucha a ti más que a nadie, no necesita que de repente todo sea amor, tan solo necesita respeto
E: Lo sé (dijo un tanto decepcionada) Pero eso que me pides sería un milagro, no sería una ayuda

Apuesta equivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora