Apuesta equivocada

El dia de despues ....

Una luz tenue comenzó a colarse en la habitación, poco a poco, con delicadeza aquellos rayos de luz iban rozando la piel de Natalia como la noche anterior la habían acariciado las manos de Alba . Aquella luz y la ausencia del cuerpo De Alba hicieron que poco a poco Natalia fuera abriendo sus ojos, al hacerlo sonrió, recordaba perfectamente todo lo sucedido, había hecho gozar a Alba como estaba segura nadie lo había hecho, estaba feliz, muy feliz, acarició con lentitud la sábana donde horas antes estaba abrazada a ella, su fragancia aún quedaba grabada en la sábana. Volvió a sonreír, miró el reloj las once y media, era tarde, debía estar dando la papilla a la pequeña, giró su cabeza mientras se desperezaba hasta que sus ojos se encontraron con la cuna, allí, estaba aquel oso amoroso que le había comprado con tanta ilusión a su hija, porque era su hija. Lo acarició, se levantó y entonces su cuerpo le recordó que llevaba mucho tiempo sin hacer el amor, porque le dolía todo, las agujetas más encantadoras que existían le decía siempre Marta. Sonrió por su amiga, fue al lavabo, quiso al menos quitarse el olor de la pasión más desenfrenada que había vivido con Alba desde que la conociera. Orinó mientras bostezaba, se metió en la ducha se dio una ducha rapidita mientras sus ojos cerrados le iban dibujando en la oscuridad, los besos que entregó a aquel cuerpo, las caricias, la piel erizada De Alba, las manos apretando su cabeza, sus ojos repletos de pasión, sus labios recorriendo su propia piel, su miedo a no hacerlo bien, todo había sido increíble, Alba la había hecho tan feliz, le había podido demostrar cuanto la amaba, cuanto la iba a amar, se puso el albornoz y con esa sonrisa entregada que quería regalarle salió en su encuentro para decirle lo maravillosa que era, lo bien que se sentía, lo mucho que la amaba.

Mientras varios pisos más abajo, una Maria con algo de resaca se había levantado, se estaba poniendo una taza de café, necesitaba despejarse, había recibido la orden de Marta que a su vez le había dado Alba de no subir a molestarlas, aquello era una buena noticia, sin duda lo era.

Y dos pisos debajo de Maria , Marta estaba sentada en el sofá, acababa de llegar a su casa, después de una noche intensa con Claudia, había encontrado su complemento, había logrado que alguien la entendiera, la mimara, la adorara, sin necesidad de pedirlo. Estaba feliz, sonriente, un tanto boba, como ella misma reconoció para sí. Y al mismo tiempo aquella confesión de Alba en la discoteca, le hacía pensar en su amiga del alma, lo recordaba perfectamente.

"A: Marta ... hazme un favor no hay manera de poder tener intimidad con Natalia .
Marta : ¿Qué me dices? (le preguntó con sus ojos abiertos como platos ante aquella confesión) ¿Pero ya, va a ser ya?
A: Mañana por favor no subáis a casa, ni tú ni Maria , ¡ah!, y díselo a Elena , quiero que esta noche sea especial para las dos"

Sabía que aquella noche había sido especial para Natalia , lo intuía, en el baile ambas habían experimentado un acercamiento tal, que sus dudas, y sus miedos, sus reproches, habían quedado en un rincón de la discoteca. Suspiró feliz, parecía que la vida le volvía a sonreír, tanto por ella, como por su amiga.

En el piso de arriba, Maria hacía un sobreesfuerzo por despertar, miraba el humo del café como se evaporaba y desaparecía justo delante de sus narices. Entonces el sonido insistente del timbre le hizo dar un salto, algo pasaba, ¿quién podía llamar así?, se dirigió a la puerta totalmente espabilada. Miró por la mirilla y lo que vio la dejo atónita, abrió la puerta de golpe, frente a ella una Natalia con el gesto enloquecido, con el pelo revuelto, con los ojos fuera de sus orbitas y algo en su mano que no alcanzó a ver que.

N: ¿Alba?... ¿Alba ?
Ma: ¿Qué pasa Natalia , no me asustes? (la miraba impactada)
N: ¿Está aquí?
Ma: No aquí... (no le dio tiempo a más, Natalia se giró como si se hubiera vuelto loca, oyó sus pisadas desmedidas escaleras abajo, y ella se quedó paralizada ante aquella mujer que parecía destrozada. Tan solo pudo reaccionar a los pocos segundos) ¡Natalia !