Un nunca es algo que jamás aceptaré.

Capítulo 17: Te juzgué mal.

-Yo estoy aquí...

Cuando me dijo eso, me sentí más protegida que nunca. No quería ni siquiera moverme por el miedo de que se alejara, y a demás creo que a él también le agradaba ese abrazo...

Pero al final me separé.

Me limpié la cara con las manos ya que estaba empapada por las lágrimas. Miré la camisa de Vegeta, estaba mojada cerca de su hombro.

-Lo lamento...- dije señalando su camisa intentando regular la respiración.

-No me importa- dijo elevando los hombros con la mirada fría.

-¿Por qué viniste?- pregunté confundida.

-Porque...- dijo, pero luego de unos segundos se quedó callado, sin saber que decir. Fue raro, incómodo.

-No lo sabes- dije entre decepcionada y confundida. Él me miró.

-¿Qué importa?- dijo serio-. No me gustó verte así y vine, porque hago lo que quiero cuando quiero- dijo haciéndose el rebelde.

-Vaya, se nota que eres todo un chico malo- dije sarcástica, pero enseguida me sentí mal-... No debiste preocuparte.

-No seas estúpida, no vine por ti, vine por mí- dijo fingiendo estar enojado, pero al verlo volteó su rostro, estaba... ¿Sonrojado? No, deben ser ideas mías.

-No me digas estúpida, impertinente, estás en mi casa- dije cambiando mi actitud.

-La impertinente eres tú, a demás de egocéntrica, te crees que todo sucede al rededor tuyo.

-¿Entonces tú que eres? A demás... Tú fuiste quien vino al verme llorar- dije sonriendo retadora. Sentía que me ardía la vista.

-¿Ves? Egocéntrica, solo quería que te calles para caminar tranquilo.

-¿Osea que si lloro no estás tranquilo?

-No dije eso.

-Sí lo hiciste.

-No.

-Sí.

-¡Que no!

-¡Que sí!

-¡He dicho que no! ¿¡No entiendes...!?

-¡Bueno ya!- dije interrumpiéndolo molesta, pero luego me calmé-. ¿Quieres tomar algo?

Me observó confundido al principio pero luego se sonrió de medio lado. Me miró fijo.

-¿Qué tienes?- me dijo acercándose a mí. Abrí la heladera y me fijé.

-Jugos, gaseosa de lima, energizantes, vino, vodka, champagne...

-¿Te dejan tomar tanto alcohol?

-¿A tí no?- pregunté en tono burlón.

-Yo hago lo que quiero- dijo mirándome la boca.

-Y... ¿Qué quieres?- pregunté mirándolo a los ojos muy de cerca. Él se sonrojó-. Hablo de qué quieres tomar tonto- dije riéndo.

-Hump, ¿Tú que piensas tomar?- dijo mirando hacia otro lado.

-Mmm, ¿Quieres vino?- dije tranquila.

-Está bien- dijo sentándose a la mesa. Serví un par de copas y me senté frente a él-. Gracias.

-Oye...- dije mirando la copa. Él alzó la vista al igual que yo-... Gracias...

-Deja de agradecer- dijo bebiendo de su copa. Se veía tan... Atractivo...

-Creo que te juzgué mal- dije bebiendo un trago de mi copa. Él soltó una leve risita ahogada mientras sonreía de medio lado jugando con la copa entre sus dedos.