Capítulo 23: No sé qué siento.

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Después de desayunar subí a mi cuarto y me encerré. La cabeza se me partía en dos debido a la velocidad con la que subí las escaleras y no pude evitar marearme al golpear la puerta. La estúpida luz solar se adentraba por mi ventana y decidí cerrar las cortinas, pero no fue suficiente así que puse otro juego más sobre las que ya estaban, quedando casi en oscuridad total. Tras el mareo me adentré en el baño y comencé a vomitar. Sentía los golpes fuera de la habitación.

-¡No!- grité molesto por el dolor de cabeza.

-¿Estás bien?- escuché preguntar a 17.

-¡Déjame en... Paz!- decía intentando modular la voz.

-Si te sigo escuchando otro minuto te llevo al hospital, no pienso dejar que te mueras de un coma alcohólico- le escuché bufar tras la puerta. Hice dos minutos de silencio y fuerza, pero fue inútil, seguí vomitando otros cinco minutos hasta que me calmé.

-Mierda...- dije limpiando mis labios con el dorso de la mano. Me levanté como pude y me di una ducha. Dejé la ropa tirada en el baño y me acoste a dormir en mi cama solo con la toalla amarrada a la cintura pero no conseguía conciliar el sueño. Salí al balcón y la estúpida luz me dejo casi ciego, pero luego de unos segundos mi vista se acomodó. Miré al balcón de los Brief. Estuve varios segundos intentando divisar a la peliazul en alguna parte de las que se veían, pero no lo conseguí, y no tenía fuerzas para seguir fuera así que me adentré cerrando el balcón y me volví a acostar, pero esta vez, en menos de cinco minutos me dormí.

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Me levanté al rededor de las 4pm, muy cansado y con dolor de cabeza.

Decidí bajar a comer, el hambre me mataba. Al llegar a la cocina estaba 17.

-Vaya, al fin...- dijo abriendo la heladera-... Toma- me dijo entregando una aspirina y un vaso de agua.

-Buenos días a ti también- dije antes de introducirme la pastillita al sistema-, gracias.

Le devolví el vaso y mire a mi al rededor.

-Dormiste mucho, se han ido a comprar cantidad de pizzas y dulces, a demás de muchas gaseosas.

-¿Para qué?- dije acomodando un poco mi cabello que seguía húmedo.

-Habrá temporal, y 18 quiere hacer una noche de películas.

-¿Qué clase de películas?- dije preocupado, 18 no dejaba de ser mujer. 17 me miró entrecerrando los ojos.

-¿No es obvio? Dramas, documentales, románticas- dijo irónico. Yo me crucé de brazos-. Tonto, que sea mujer no hace que deje de ser 18, veremos de terror y de acción.

Suspiré aliviado.

-Deben estar cerca, 16 seguro se quedará en el bar de los Ox', por lo que supongo que 18 volverá sola.

-¿Sola? ¿Y Tarble?- dije confundido.

-Jajajajaja lo llevamos anoche tonto- dijo riendo.

-¿EH?- exclamé confundido mientras 17 reía a carcajadas.

-¡Vegeta ayer fuiste a tu antigua casa a dejarlo! Hasta le diste un abrazo a tu padre antes de volver jajajaja- dijo riendo.

-Odio el alcohol- dije sentándome en el sillón mirando el noticiero.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- dijo sentándose a mi lado ofreciéndome café. Yo solo asentí- ¿Qué sientes por Bulma?- dijo dejándome helado.

-Yo...- iba a decir, pero en ese momento me dí cuenta de que ese tema me tenía más confundido que cualquier cosa que había pasado-... No sé lo que siento, ni siquiera sé si siento- dije mirando un punto fijo en el espacio.

Un nunca es algo que jamás aceptaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora