Capítulo 56: Hablemos.

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Los días pasaban y no hablábamos. Es extraño, pero al contrario de lo que todos pensaban, Vegeta y yo no éramos nada serio. Luego de estar en su casa, aunque ambos sabíamos bien lo que cada uno sentía, no éramos capaces de reconocerlo. Podría parecer tonto, pero nuestro orgullo impedía hablar de una relación, ya que por lo que sé, él nunca tuvo algo serio, y yo no quería volver a equivocarme. En la escuela, todos nos observaban raros, y sí, luego del apasionado beso en la disco es lógico. Tuve que tomarme el tiempo para explicar a cada uno de mis amigos lo que pasaba desde incluso antes de Yamcha, aunque solo Milk y Krillin sabían de que nos habíamos acostado. Era raro, me sentía feliz, como si supiera que él no estaría con otra aunque no pudiéramos aclarar todo. A demás, no encontraba tiempo libre, ya que estaba muy cargada con trabajos de la empresa, del colegio, el equipo de porristas y demás. A parte, hace pocos días Ten, Chaoz, Lunch y Lansh se habían ido a las montañas del sur de Paoz, por lo que ahora todos estaban algo desanimados. Mi relación con Yamcha había vuelto al principio, una amistad sincera, sin intereses de por medio. Con Goku estábamos cada vez más unidos, además, ahora que él y Milk estaban saliendo los Guerreros Z y los Saiyajin estaban más unidos entre sí. Para mí era muy conveniente ya que todos mis amigos formaban un solo grupo y no tenía que estar haciendo divisiones para ver con quiénes salía.

Volviendo al presente, es jueves, estoy agotada por los entrenamientos y tengo que ir al súper por comida ya que mi madre no ha podido hacer las compras por estar organizando un viaje que harán con mis padres. Tendré mi casa sola por tres semanas, así que decidí que Milk, Goku y Krillin se queden en casa.

Estaba por salir de mi casa cuando justo al abrir la puerta, ahí estaba él.

-Vegeta, ¿Qué haces aquí?- pregunté confundida, sorprendida, y segura de haberme sonrojado mucho.

-Pues, por fin me hago el tiempo para venir a hablarte, aunque veo que mi presencia no te es muy agradable- dijo viendo un punto en el vacío a su lado izquierdo.

-¿Cómo dices eso? Claro que me agrada estar contigo solo que me sorprendiste- dije sonriendo apliamente y pasando mi mano por detrás de mi cabeza y es que de tanto juntarme con Goku se me había pegado el gesto.

-Hump, como sea, ¿Tienes un momento?- me preguntó serio.

-Pues, estaba por ir de compras, pero si quieres me acompañas- propuse inocente aunque luego me maldije, ¿Por que lo hice? Realmente me sentía extraña hablando con él luego de lo sucedido y ahora tendría que estar así un buen rato.

-De acuerdo, ¿Caminando o en carro?

-¿Qué dices?

-Vas al centro comercial, ¿No?- preguntó alzando una ceja extrañado. Yo alcé ambas, era la primera vez que un chico se ofrecía a acompañarme a ir al centro comercial sin reproches. No pude evitar la sonrisa ante eso.

-No, hoy no, voy al súper, por comida- dije saliendo por completo de mi casa. Había olvidado la tensión anterior. Cerré con llave y lo sentí sonreír de lado con malicia.

-¿Acaso la nena de papi ya tiene el armario hasta arriba?- preguntó irónico.

-No, claro que no, es tan grande que no creo poder llenarlo nunca- dije robándole una risita ahogada. Un par de cuadras caminando en silencio y llegamos. Entré y comencé a buscar entre las góndolas, llevando todo lo que había en la larga lista de mi teléfono. Llegamos a un pasillo donde tenían todas las variedades de cereales y recordé- ¿Qué es lo que íbas a decirme?- pregunté mientras caminaba con los codos apoyados sobre el borde del carrito de compras y avanzando a paso lento.

-Es sobre... Ya sabes...

-Oh, claro...- dije algo incómoda. Ambos nos sonrojamos-... ¿Y qué con eso?- pregunté deteniéndome frente a unas cajas de cereal y guardando las necesarias en el carro.

Un nunca es algo que jamás aceptaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora