Un nunca es algo que jamás aceptaré.

Capítulo 62: Todo fue mi culpa.

-¿Que QUÉ?- cuestionó Milk horrorizada.

-Si te quedas no volveremos a hablar. Es por seguridad- dije seria. No podía demostrar sentimientos en este momento.

-Pero Bulma... Tenemos una vida aquí...

-¿Y ustedes creen que yo no?- dije con los ojos aguados por la impotencia- ¿Creen que disfruto huír de mi propia casa, dejar mis amigos, mi escuela, mi familia por esto? Están muy equivocados si creen que estoy feliz con esto- dije intentando discimular mi molestia- pero es por su bien. Tal vez jamás debimos conocernos y ya.

-No digas eso Bulma- dijo Krillin dando una caricia en mi hombro que hace que casi llorara. Él conocía la verdad, por eso sabía mejor que nadie cómo estaban las cosas de jodidas.

-Bien. Es tarde. Los que quieran venir levanten la mano y si no nos veremos cuando esta mierda se termine- dijo Vegeta serio mirando a su equipo. Hubo unos cuantos minutos de silencio donde solo Krillin y Milk susurraban algo entre ellos.

-Yo iré- dijo Goku sin dudar con una sonrisa en su rostro.

-Pero Goku...

-Milk, sabes muy bien lo que siento por ti. Sabes lo especial que eres y que por ti daría mi vida...- interrumpió Goku tomándola por los hombros-... Pero Vegeta es mi familia. No puedo quedarme, y sé que harías lo mismo por tu familia... Por eso debes quedarte con tu madre- dijo él ante o cual Milk comenzó a llorar en sus brazos.

-Yo igual voy.

-Y obvio yo igual- dijeron los gemelos. Ante la osadía de 18 los chicos se le quedaron viendo- ¿Qué? ¿Acaso creen que me perdería la acción?- cuestionó seria. Krillin solo sonreía como idiota.

-Pues, cuentas con nosotros- dijo Nappa dando un paso al frente- ya me harté de servir a ese infeliz.

-Como en los viejos tiempos muchachos- dijo Radditz abrazando a Nappa con una sonrisa ladina.

Hubo algunos segundos de silencio hasta que Vegeta retomó la palabra.

-Creo que es todo. Tienen diez minutos para buscar sus objetos de valor, algo de ropa y retirar todo el dinero de sus cuentas. Luego nos vamos.

-Bien- respondieron todos. Yo solo observaba la mesa fijamente en silencio, pensando cómo carajos había involucrado a tanta gente en esta mierda.

-Bulma...- me llamó Krillin con su voz calmada. Yo lo miré con los ojos vidriosos-... Lamento no poder ir... Pero hemos decidido quedarnos... Milka no puede dejar a su familia... Brolly y yo nos quedaremos a ayudarla y para defenderla si algo llega a pasarle...

-Lo entiendo, no te preocupes por eso...

-¿Cuánto tiempo se irán?

-No lo sé... El necesario- dije apenada. Luego de eso mis mejores amigos me ayudaron a armar mis valijas. Diez minutos más tarde estábamos todos listos para marcharnos. Goku y Vegeta repartieron los equipajes y el dinero. El frío de la mañana me helaba hasta los huesos, o tal vez era por mi notable tristeza. Me despedí de mis mejores amigos con un abrazo del cual no quería separarme. Unas lágrimas cayeron de mis ojos al igual que de los de Milk. Una promesa bastó para que mi motivación fuera aún mayor:

-Pasaremos las tardes en el bar Ox' Satán hasta el día en que regreses.

-No pasará un minuto antes de que venga aquí- le dije a Krillin antes de subirme a la parte trasera del auto. Él cerró la puerta. Nos despedimos con la mano hasta que comenzamos a avanzar. Los vi desaparecer en la distancia, ellos no se habían movido un centímetro hasta que desaparecimos de sus vistas. No pude evitar derramar varias lágrimas durante los primeros minutos, hasta que me quedé profundamente dormida...