Capítulo 34: Regreso a Ciudad Satán (Parte 1: Bulma Brief).

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Eran las dos y media de la madrugada cuando mi alarma comenzó a sonar.

Una, y otra, y otra vez hasta que encontré el teléfono y logré desactivarlo.

Me senté despacio a un lado de la cama, estaba cansada. Miré hacia un lado y allí estaba mi compañero de cama. Recordé lo que había pasado y me frustré. Revisé mi teléfono y no tenía mensajes ni llamadas, obvio porque eran las dos y media de la mañana. Volví a mirar y él dormía plácidamente, como si nunca hubiera pasado nada. Se veía bien durmiendo.

-¿Qué rayos estás pensando Bulma?- me reproché en un susurro y me acerqué a él. Sin decir nada lo empujé. Una, dos, y antes de que pudiera sacudirlo por tercera vez se sentó de golpe a mi lado. Yo me sorprendí, pero no dije nada. Él solo me miró y comenzó a cambiarse en total silencio. Luego de unos minutos de observarlo me levanté de la cama, dispuesta a ir a la habitación de Tarble. Estaba por abrir cuando sentí sus brazos al rededor de mi cintura y su cabeza recargada en mi hombro. Su calor me envolvió por completo y me congelé. Él me dió la vuelta despacio y yo bajé la mirada nerviosa, pero me tomó de la barbilla, observándome, buscando mis ojos.

Y me besó.

Me besó con delicadeza, acariciando mi rostro y yo sentía como se me formaba un nudo en la garganta a causa de todas las emociones encontradas que tenía. Sabía que estaba totalmente sonrojada, a Vegeta, como siempre, no le importaba nada. Estaba sin su camisa y el jean desabotonado con la cremallera baja.

-Con cuidado- me susurró separándose de mí lentamente. Él igual estaba algo sonrojado. Yo solo asentí en silencio y salí del cuarto. Respiré profundo y me dirigí al cuarto de Tarble. Al llegar noté que la luz estaba encendida. Golpeé la puerta y no me abrió por lo que me preocupé, pero antes de que pudiera golpear nuevamente abrió la puerta.

Era igual a su hermano.

-¿Qué?- preguntó cuando corrí la vista.

-Era para saber si ya estabas despierto, pero ya veo que sí.

-Oh, ya veo. ¿Todo bien por allá?

-Eso creo. Nos vemos en media hora en la recepción.

-Ok, nos vemos.

Luego de eso me cerró la puerta en la cara pero ni me importó, estaba cansada como para reprocharle.

Decidí volver a la habitación para prepararme. Cuando estaba llegando ví a Vegeta salir del cuarto.

-¿Qué haces?- pregunté al estar cerca. Él me observó de arriba a abajo. Clavó su mirada en la mía cautivándome totalmente.

-Iré a buscar la ropa.

"Demonios, su voz es tan sexy... ¿Qué rayos Bulma? Déjate de estupideces, él no te quiere, si de verdad me quisiera no me rechazaría, si me quisiera no me besaría para después alejarse así, mejor piensa en Yamcha. Él te quiere, te lo ha dicho, ebrio, pero lo hizo y es suficiente".

-Ok. Me voy a preparar- dije intentando entrar al cuarto pero me detuvo atravesando su brazo frente a mí apoyando su mano en el marco de la puerta- ¿Qué te pasa?- pregunté seria intentando no sonrojarme ni ponerme nerviosa por la cercanía. Él no me hablaba. Solo me miraba fijo a los ojos. Tomó mi rostro con delicadeza y me besó despacio- ¿No era que no querías nada conmigo?- susurré una vez que nos separamos, a unos centímetros de su boca.

-Jamás dije eso- me susurró- solo creo que no es justo para ninguno estar así.

-¿A qué te refieres?

-No hay tiempo ahora. Vístete. Te traeré café- me dijo marchándose.

-... Maldita sea...

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Un nunca es algo que jamás aceptaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora