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"Lizzie"

Lizzie Hearts era una chica que siempre Lucía impecable, vestido elegante (elegante a los ojos de su madre y la isla entera) de color Rojo y negro, zapatillas de tacon alto, cabellera larga con mechas de color rojo sangre que siempre va atada en un peinado estilo corazón con una hermosa tiara en este, suele pintar un corazón muy pequeño en su mejilla derecha, lo cual según su madre la hacía ver hermosa, la reina de Corazones es muy diferente a las madres comunes que encuentras en la isla, en vez de inculcar a su hija en la maldad optó por criarla para ser una reina, enseñandola a diseñar, coser, ser elegante y refinada, a menudo cuando no está molesta suele alagar a lizzie cuando se viste apropiadamente, en cambio cuando está se pone algo mal o se ensucia la reprende dejándola sin comer, lizzie creció siendo una niña algo malcriada y muy caprichosa, pero... En cierta parte es una chica con un corazón muy lindo, aunque nunca lo muestra, suele tener que ser la asistente personal de su madre ya que esta perdió a todos sus súbditos cuando fue Encerrada, así que lizzie recibe clases privadas y se dedica a lavar, planchar y acomodar vestidos.

Su madre le decía que los amigos y los novios eran tontos, que ella debería buscar un príncipe con escalón a rey, para ser la reina y gobernar con dureza, es por eso que esta ignoraba a los chicos, y esperaba a su príncipe, aunque sin saberlo lizzie tenía un "amigo" que siempre la cuidaba, pero ahora se había ido.

Lizzie iba camino hacia su castillo, el cual quedaba exactamente detrás del de la reina malvada, había salido como cada miércoles a buscar la comida de su madre, mientras caminaba pensaba en las cosas que tenía que hacer, en la isla nadie la conocía bien, al menos no de cerca, los chicos la veían pasar y le hacían reverencia lo que le gustaba, pero sin embargo lizzie simplemente salía por las tardes para volver a tiempo, no hablaba con nadie, su madre le había dicho que nadie era digno de su saludo, así que simplemente caminaba sin mirar, le gustaba tener atención, le encantaba que la tratarán como la princesa que su madre le dijo que era pero nunca, nunca dejaría que la tocarán, cuando llegó abrió el enorme portón oxidado, no había nadie alrededor, así que nadie podía ayudarla, cuando entró cerro colcando unos cuantos alambres.

Al estar caminando por lo jardines deteriorados con la bolsa en las manos, la pequeña chica de mechones rojos noto que en su zapatilla se había llenado con algo de lodo, se molesto, su madre la mataria sí la viera en ese estado.

Abrió la puerta con sumo cuidado, dejó sus zapatillas en la entrada para ir descalza, con suerte podría llegar a su habitación sin encontrarse con su madre, lamentablemente cuando llegó a la cocina su madre estaba ahí sentada leyendo una carta, no parecía muy contenta, en si, su madre cuando estaba contenta?.

La reina de Corazones era una mujer con carácter, vestidos de color rojo con un poco de negro, cabello rojo recogido, zapatos elegantes, y una corona más pequeña que su cabeza, leía todas las mañanas el periódico que era traído de auradon y por las tardes leía uno que otra libro, pero hoy, hoy no estaba leyendo nada de eso, en cambio, en sus manos había un pergamino dorado con bordes rojos, la chica camino hacia la mesa, donde había un listón de color negro con letras rojas donde se leía perfectamente su nombre <Lizzie Hearts>, la mujer levantó la vista al sentir su presencia, al instante la escaneo.

– bien hecho lizzie (felicita amargamente) arruinaste otro vestido (reprende)

Lizzie simplemente junto sus manos.

– lo siento reina (se disculpa)

– que le hiciste a tu par nuevo de zapatos? (pregunta severamente la mujer alzando alzando una ceja)

– nada (deja de la bolsa en la mesa)

– venir descalza es nada? (pregunta sarcástica) ve a tu habitación no tengo humor para tus tonterías (vuelve a mirar el papel)

La curiosidad sobre el papel en manos de su madre, se hizo más grande, así que se dio valor para preguntar.

– Reina (llama y está la mira) que hay en ese papel? (pregunta mirándola)

– nada que te interese Elizabeth (contesta entredientes escondiendo el papel)

– Disculpe que la contradiga (menciona) pero dice mi nombre (dice)

– no es nada (arruga el pergamino) ve a tu habitación o quieres quedarte sin cenar? (pregunta) otra vez (recuerda)

– disculpe (le hace reverencia)

– cambiate y ponete zapatos para la cena (ordena)

La chica camina en dirección a las escaleras, para ser un castillo algo viejo, por dentro es muy elaborado, en cada pared hay cuadros con fotos de La reina de Corazones, y sólo un cuadro de lizzie que está en lo más alto, en ella se puede ver a la niña de dos años que lleva un hermoso vestido abombado de color rojo, y el cabello recogido, con un tiara grande en su cabeza, el único cuadro que muestra que su madre si la quiere, la única muestra de afecto que su madre le dio, mientras sube las escaleras escucha a su madre discutir con si misma, sabe que su madre suele hacer eso por eso no presta atención, cuando llega al piso de arriba por las escaleras de caracol, camina por el enorme pasillo hacia su habitación.

La habitación de lizzie es la más grande de todas en el castillo, tiene un enorme armario donde hay cientos de vestidos hechos por ella misma, otro hechos por su madre, una repisa con listones y cosas para el cabello, abajo hay un enorme cajón donde guarda cada uno de los pares de zapatillas que su madre le encarga, en la mesa donde esta su enorme espejo, está llena de maquillaje, desde sombras hasta labiales de diferentes tipos de color rojo, su cama está bien hecha, con uno que otro peluche de corazones, y aunque solamente tiene una tiara, es lo que mas aprecia en el mundo.

La chica se cambió el vestido dejado el sucio en el cesto de ropa que no va a usar, al menos solo la tela, el vestido nuevo era uno de color negro con rojo, se puso zapatos, estaba acomodando su tiara cuando escucho la voz de su madre gritar por las escaleras.

– Lizzie la mesa no va a ponerse sola (grita con sarcasmo)

– enseguida bajó (contesta caminando a la mesa)

Su madre la educo como princesa, sin embargo eso no impide que la use como si sirvienta siempre, nunca va tratarla como una princesa, al menos eso dice ella.

Mientras lizzie pone la mesa, lo cual significaria poner dos platos, dos vasos, y dos de todo, ya que solamente son ellas dos en ese enorme castillo, la reina pensaba en aquella carta que había recibido, jamás dejaría que le quitaran a su pequeña sirviente, ya le había arrebatado su reino, sus sirvientes, no dejaría que también le quitaran esto, además en auradon los villanos se vuelven humillantes, jamás dejaría que lizzie se juntara con gente como esa, había escuchado que la Hija de la reina malvada se había hecho novia de un plebeyo y no de un principe como su madre se lo había pedido, así que la pregunta en aquella carta era un rotundo no.

 My Sweet Queen Of Hearts 💟 [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora