Mi Inspiración [ MiChaeng ] .

94.

>> En otro lugar de la ciudad... <<

Sana — ¿Mh? Momo... ¿ Porqué suspiras tanto ? —

Despabilida le preguntó al oír a Momo refunfuñando demasiado a horas tarde en su cama .

Momo — Me preocupa Mina . No me gusta que salga con Hana . —

Explicó preocupada .

Sana — No le van a pasar nada malo . Hana y Mina se fijan bien lo que hacen... —

Decía intentando despreocupar a su novia .

Momo — Mina si, pero Hana... Se fija en ella misma cuando quiere y cuando le conviene . Mina es una bebé, encima se la lleva a conocer a personas que ve a saber tú quienes y como son realmente . —

Insistió con su arrepentimiento . Y Sana se acomoda aún más cerca de Momo, elevando la cabeza, viendo el gesto de Momo al suspirar con pesadez nuevamente .

Sana — Mina es una bebé grande y si de algo sabemos, tú y yo, es que sabe defenderse . Además... No ignores que Hana llevó a Mina a conocer a Chaeyoung, esa chica la conoce desde que eran niñas . ¿ Qué sería lo malo que podría pasar ? ¿Eh? —

Mencionó, y Momo seria la miró . Entrelazando su mano con la de Sana . Apareciendo una leve sonrisa entre ambas .

Momo — No olvides que Hana quiere a Chaeyoung de otra manera... No quiero pensar que está utilizando a Mina para conquistarla . —

Contestó apenada .

Sana — Lo sé . Ahora duerme, las chicas dentro de unas horas volverán . —

Momo asintió dando punto final a la desvelada conversación, dándole la espalda a Sana y quedando entre el abrigo de su abrazo .

>> En el club... <<

Chaeyoung — Mina... ¿ Aún no te has dado cuenta ? —

Rompía la concentración de su baile junto a ella .

Mina — ¿ A qué te refieres Chaeyoung ? —

Preguntó sin ideas .

Chaeyoung — Soy quién te atendió varias veces en la cafetería, que está al frente de la plaza, justo sobre la esquina . Llevabas el mismo vestido rojo, que por cierto es muy lindo, nunca vi un vestido como ese... —

Respondió con nostalgia, permaneciendo Mina y ella inmóviles . Son notaba como Mina recordaba a través de esos gestos que se presentan en su rostro y como su mirada se inquieta... Como si Mina buscaba entre sus pasados días el rostro de la joven muchacha que le servía Café, cada día y en cada momento que visitaba el sitio .

Mina — A-ah... —

Exhaló Mina al atinar el exacto momento en su memoria...

Mina — Eres tú... Tú eres la chica que trabaja allí... —

Chaeyoung cabizbaja sonreía por lo graciosa que Mina recordaba las cosas, tan desorientada y desconcertada, pero para Chaeyoung... Esos defectos le encantaban, haciendo emocionar su vida y su corazón . Experimentando una hermosa sensación en su noche .

Chaeyoung — Sabía que eras y eres tú... Esa mujer . —

Confesó en voz baja y Mina alzó la mirada tímidamente .

Mina — ¿ Cómo estuviste tan segura ? —

Chaeyoung — Porque... Cuando te vi por primera vez arriba de ese escenario, Mina . Nunca tuve una sensación tan fuerte y emocional al ver a alguien de esa forma, bailando, tan misteriosa y tan interesante por pensar y creer que conocerla aún más, sabías, que conocería a una gran persona detrás de esa oscuridad . Y cuando te vi en la cafetería... Volví a sentir esa sensación dentro de mí, y sé que no podría sentirme así por cualquier persona . Siempre supuse que eras tú y ahora estoy aún más segura, nunca me falle conmigo misma . —

Expresó, sin haber apartado la mirada de Mina, sin haber sentido el mínimo sonrojo por vergüenza, sin haber sentido el temblor de sus manos . Chaeyoung... Se sentía la mujer más confiada y segura que cualquier otra presente que la rodea .

Mina — Jamás alguien dijo algo así de mí... —

Contestó asombrada, pero relajada en sus palabras y trago en seco ese nudo tan conmovedor por Chaeyoung y corrió su propio flequillo, hacía un costado .

Mina — Perdóname por no darme cuenta antes que eras tú, es que te ves... Te vistes tan diferente ahora, que no pude reconocer a esa simpática chica que me atendía . —

Dijo ocultándo su dulce y contagiosa sonrisa . Qué Chaeyoung desearía ver...

Chaeyoung — No tienes que porque pedirme perdón . —

Negó muy sonriente .

Las dos se quedaron en el centro de la pista, mirándose mutuamente con esa sonrisa que se mantenía viva entre su felicidad, deteniendo su tiempo por tan sólo tener un reencuentro agradable, siendo más que una coincidencia, en donde ninguna luce como una empleada de una cafetería y en donde ninguna otra luce como una bailarina misteriosa...