~ Capítulo: 16 ~

17 0 0
                                    

El caos le causaba a Karl una satisfacción muy grande. El plan de dominar los mundos se terminó cuando se reveló enfrente de toda Conquista Básica; ahora peleaba por mantener su «vida» a salvo dentro del chip. Para eso, necesitaba de un cuerpo que resistiera —proponer ser monarca a ciertos individuos—; no hallando uno, sencillamente, pudo crear —con su equipo— el núcleo debajo de Primer Castillo que albergaba su poder inmenso. 

Confiado a que le borraron la memoria a los invitados de la boda de Black, el rey actual manda a fingir a su hija creada, literalmente.

—Irás a la escuela como Demon.

—Me reconocerán al instante —dijo, Black, obvia.

—¿Crees que no modifican lo que ocurrió? —la ve incrédulo—. Podrías aprovechar (una vez más) de conquistar a ése chico.

—Intentaré durar —contiene la emoción. Cambia de ropa por el uniforme de la institución—, si pusiera esto...

—Nada vas a cambiar en ése uniforme, sólo harás como si fueras ella y ya. Puedes hacer lo que te plazca. Y, por último, Christian Maxim estará detrás de ti, «te conoce muy bien»—Black hace una mueca de asco.

—Está bien, quiero Jordán junto a mí —Black mostró una mueca.

—Qué tiene el chico, que siempre está enredado.

—Sé de unas que lo siguen —la expresión cambia a una enojada.

—No arriesgues tanto la reputación de Demon.

—Es famosa en la escuela, no le basta con BYL —dijo en tono sarcástico—. ¿Y su familia?

—Vivirás aquí. Hallaré la manera de que no te reconozcan. En cuanto a profesores, están siendo manejados por mí —Karl la miró neutro.

—De acuerdo, ¿cuánto tiempo voy a estar ahí?

—El que sea necesario.

—¿Y si vuelve?

—Sus recuerdos están bloqueados, hay nuevos que inventé para engañarla.

—Te veo en horas —Black se retira.

Lunes. Black refunfuñando iba a la escuela. En la dirección para recibir indicaciones, grato fue que iniciaron las clases hace unos meses.

—Te extrañé —la abrazan cual oso.

—Hola, Less —Black respondió resignada.

—Déjala respirar, mujer —el de lentes, regañó—. ¿Qué tal tu viaje? —recarga sus brazos sobre los hombros de Black.

—Me acostumbré a las vacaciones, ya estoy con ustedes —a la ojos claros le dio un tic en el ojo.

Las luces prendidas permitían ver a las personas dentro. Pero al que Black quería ver, todavía no entraba; decepcionada, tomó un lugar. Mostrando una cara falsa, respondía preguntas con lo primero que se le venía a la mente. Llegó el profesor, su esperanza se retiró, pero Jordán llega corriendo a su destino al tocar el timbre solicitando entrar al aula, detrás de él estaba la prefecta.

—Buenos días, profe Arturo, ¿me permite pasar lista? —el mencionado, asiente.

—Muchachos, atentos. Ortega.

—Presente.

—Ortiz.

—Presente.

—Otero, ah, que no está.

—Presente.

—¿Dónde está? —Black levanta la mano.

—Gracias, profe —se va.

Black quería poder humillar a su personaje, pero su debilidad era estaba cerca. Consiguió un momento a solas en descanso para evitar volverse loca; el actuar con sonrisas falsas y ser amable, le revolvía el estomago. Choca con alguien: Merry.

—Lo siento —salió velozmente.

Sorprendida arranca a correr hacia donde está Christian.

—¡Está aquí! —alterada, grita fuerte.

—Hola, saben dónde est... —Black los mira y gruñe—. Ah —rodó los ojos—, son ustedes, me largo —al darse cuenta de lo que expulsó, maldijo en su cabeza.

—¿Y eso que estudias? —Christian la sujeta del brazo.

—Debí eliminarte, de no ser por esa pelirroja —crea una luz...

...Felicia negoció con Karl para que los Sakamaki y Mukami se estabilizaran, entre tanta charla y con acuerdo, esperó para que los pudiera transportar a la mansión. El mejor amigo de Fátima se encontraba yendo para una sala, pero la pelirroja entró en su mente recuperando su consciencia. Los padres se enfurecieron tras desaparecer, los ignoró. Se fue con Merry a abrazarla...

...Christian accede y la reta. Black se suelta a la fuerza.

—¿Qué quieres? —Merry exigió respuesta.

—Basta, Merry —el moreno trató de tranquilizarla. Merry lo mira mal.

—Podría preguntarles lo mismo—les dio la espalda.

—Te lo advierto —enserió el moreno—, si no haces nada, estaremos tranquilos contigo; de lo contrario, te las verás con nosotros —Christian la miró a los ojos, Black dio media vuelta yéndose.

—Le irá mal —Merry cruzó los brazos.

—Ni que lo digas —le respondió su novio.

Black paró en un rincón oscuro, se sentó y escondió su cabeza en medio de sus piernas, riendo, queriendo explotar y romperse. Pudo sentir que le tomaban del hombro, sacó su cabeza.

—¿Por qué te gusta estar sola? —se sentó al lado.  

—Yo —reconoció la voz—, reca-capacit-to. Nec-cesita-taba —sacudió la cholla—, un tiempo a solas.

—¿Quieres hablar? —Jordán la envuelve con su brazo derecho—. Corrijo lo dicho, es raro que estés sola. Ya casi no platicamos, la última vez fue cuando te consulté de la boda de Black; que, por cierto, todavía tengo dudas.

—¡Jordán! ¡Jordán! Carajo, siempre lo pierdo —enfoca a los alrededores.

—Me ayudas a... —él no acabó su oración.

—Tú, otra vez —Ada cruzó los brazos mirando a Black.

—Déjala, Ada —J contestó.

—Ada —susurró Black.

—¿Por qué la defiendes? —se pone celosa.

—Es mi amiga —se levanta.

Sus manos estaban colgando a los lados, Black pudo ver que todavía conservaba el anillo. Al verlo, sonrió orgullosa. Desapareció su alegría al estar en aprietos. Los tics que le causaban cuando finge ser Demon, le ocasionan una presión para lanzar un derechazo a cualquiera.

—Estoy en mis días y, ya sabes, el humor se desvanece —un aura llena de odio la invadió.

—Estaba en el suelo, me preocupé.

—Bien. Pero si te pasas —Ada se mostró amenazante con Black—, te las verás conmigo, roba novios. 

Black apretó los puños y la empujó —aguantó las ganas de convertirla en cenizas—. Ada, al caer, rebotó en piedras. Jordán intentó sostenerla, pero falló y, al momento de arrodillarse, tenía una cara de impacto hacia Black. Ella huye de la escena.

Break The Limit: Pesadilla Final  En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora