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—Estás al tanto.
—Si tú lo dices.
—Cree lo que quieras. Yo mañana me retiro.
—Karl murió —se sorprende—. Tus memorias y habilidades se-.
—Van. Sí.
—Siendo reina ésto no habría ocurrido y tendrías tus poderes y a J.
—Es una dimensión contraria.
—Sí, sí —coloca un portal—. Buen viaje —apaga.

Fue a la casa, un pretexto fue la reunión con Subaru. Merry se comía las uñas.

—Reaccionó bien. Ya se fue.
—Me pone nerviosa. Trabaja para la reina que utiliza, aún, espadas.
—La pueden derrotar.
—Y pensar que ibas a ser así.
—Ajá. Les tengo una noticia.
—Escupe.
—Mañana por la tarde, es mi hora de partida.
—Te estás acelerando —Less entristece.
—Por mi salud mental, es preferible.
—¿Quieres que te amarre de nuevo? —Chris cruza los brazos.
—Acéptalo. La dirección ya la recibí.
—Te conozco tan poco —la peli-rosa le toma las manos.
—Mentirosa. Me tratas como si fuéramos amigas.
—Eunice quiere esta casa.
—Christian y Doña Viki se encargarán de eso —suelta el agarre—. Les invito a cenar, pero pagan sus porciones.

Brindaron por una amiga.

Cuando Faty se fue a dormir, el grupo, planeaba obsequiar le algo.

—¿Qué ideas tienen?.
—Vamos a la tierra, creo que los puestos de regalos están más distribuidos.

Dijes obtuvieron. Una pulsera sería el producto. Con precisión, decidían los que representaban a Demon.

—Concluimos con éste —un lobo cerraba el ciclo.
—A la cama —bosteza.

Por el día, envolvieron la cajita que contenía la pulsera. La castaña se despertó después de ellos.

—Buenos días —saluda—. Traeré algo —avienta un paquete—. Para ustedes, mapaches.

El teléfono acaba sus risas.

—Sí... ¿Brillaron?... Veinte minutos —cuelga.
—Si estás libre, queríamos ir a un día de campo —Alex ofrece.
—Iré a una cita con Reiji. Lo siento —niega.
—Te acompaño —Chris se gira—. Deje mis notas de la iluminación de los cuerpos en gente actual.
—Es sobre eso —incluye Faty.
—Sólo seremos cinco.
—Cuatro. Me es aburrido —Merry come un pan—. Yo voy a cosechar.

Las pareja restantes, marcharon a un lago en medio del bosque.
Alex, Leslie y Raúl consideraron en realizar una pequeña despedida. Con cartulinas, pulmones, crayones y dibujos.
Faltaba el lugar para llevarla a cabo.
Mansión Mukami.

Mientras, Christian y Fátima, son atendidos por Reiji para tratar el tema del brillo de los cuerpos en BYL.

—Expertos dicen que, pueden ser efectos por Karl. Ciencia como tal, no existe. BYL fue creado como una "forma de enseñanza", y se convirtió en un juego de supervivencia.

Con su lección terminada, condujeron hasta la mansión de los hermanastros Mukami.
En la limosina, las palabras no se emiten. Los Sakamaki junto a los adolescentes se mantuvieron firmes.

—Tus hazañas vivirán en la historia de BYL.

Los carteles y confeti mostraron.

—Trajimos el postre —Vikki reposa para tomar aire.
—Sé que es tu ida, pero... dónde firmo para mi casa —Eunice mira alrededor.
—Relájate —la señora mayor, consuela—. La casa no estará sola.
—Eso ya lo veremos —Eunice reta.
—Inténtalo.

Una despedida con quienes le importa.

—Finalmente, los regalos —Kou saca el estuche de guitarra.
—Chicos —la atrae a ella.

Destapada, las notas y el instrumento con las iniciales pintadas, salen a la luz.

—Debajo hay una carta de nosotros y del Loser Club.
—Les debo un concierto —inicia a tocar una melodía.

Aplauden.

—El nuestro para ti de parte de toda la familia Sakamaki, tía —Ayano y Micaela, la abrazan llevando una bolsa.
—Nosotros igual —le dan la caja.
—Lo que fuiste y eres, está allí.
—Fuerte.
—The Little Demon.
—Extrañaremos todo de ti.
—Gracias —sólo puede pronunciar.

Ruki hace entrega de un papel con las indicaciones para llegar al actual hogar de sus abuelos.

El viento sacude. La chica desaparece.

—Se cumplió el contrato.

Break The Limit: Pesadilla Final  En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora