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—¿Cómo que en el presente?.  
—Estamos en el dos mil dieciocho.  
—Contigo, esos señores y la mariposa, ¿hay un miedo con ustedes?. 
—Ya te lo dije. Nadie sabe la historia original. Las verdaderas están con quienes- —J termina la oración.  
—Las experimentaron.  
—Exacto.   
—Jamás me acabaré de sorprender. 
—Vas comenzando. Hasta dónde te quedaste.  
—Merry me contó hasta una fiesta que según tú organizaste, después que Fátima se fue de BYL porque sin "Butterfly Bones" Karl se agotaría de revivir.  
—De la primera parte. Te contó cuando Black te tomó como rehén?.  
—La boda —niega con la cholla—. Ha mencionado las veces que participó en la historia.

La pelirroja asiente. 

—Lo que vivió con Karl en su auto-coronación junto a Subaru. De ahí se separó un poco de Chris y volvió a la escuela.  
—Fragmentos. Necesitamos que alguien nos comunique con el rey, yo no te puedo contar nada, ya que, la mariposa continua teniendo control sobre mí.   
—¿Pierdes la cordura?.  
—Aunque haya sido sólo una vez, destruí más de la mitad de BYL. 
—¿Cómo reviviste?.  
—Karl tuvo tiempo de regenerarse; por lo tanto yo también al igual que Black.  
—¿Puede hacerlo ahora?.  
—Afortunadamente no.  
—No debes estar tan segura.  
—Unas señales indican, que, ya no.  
—¿Cuáles?. 
—Fátima perdiendo sus habilidades, Subaru tomando el trono, yo volviéndome loca. 
—Consecuencias buenas o malas. 
—Si se va Demon; las memorias que compartió con nosotros —se le hace un nudo en la garganta—, se desvanecerán. Subaru, mantiene la calma en el pueblo. Con mucho gusto le extendería su "contrato", se niega la terca. Yo, puedo morir si tu prometida me hace enfadar o intenta sacarme a la fuerza a Butterfly. Consecuencias diversas.  
—¿De casualidad te topaste con los compañeros de ella?. 
—Raúl y Leslie 
—Esos.  
—Nada más los vi de reojo, estaba en shock por el regreso —se disculpó. 
—¿Has sabido de las aventuras en Derry?.  
—Así se llamó el lugar donde la aventaron.  
—Vimos unas cuantas cosas con ellos, un poco de la vida normal que tendría. 

El sol se oculta. La platica se ponía interesante. Felicia ahora conoce más a J que Black o Faty. 

—Si no amanezco aquí, protégete. Pronto vendrán por ti —va hacia la puerta de su habitación.  
—¿Felicia? —los dos giraron en dirección de la voz. 
—Merry. ¿No estabas con Chris?. 
—Alex me hipnotizó, otra vez. ambos atrapados por mí, que gran amiga soy —expresa con sarcasmo. 
—Descuida, pueden idear un plan para escabullirse.  
—Fátima no me va a perdonar sino vienes. 
—Conmigo, generarían una distracción. Al fin de cuentas se olvidará de mí.  
—Sí eso hará, pero el sentimiento de que le faltas estará por siempre. De todos nosotros, mas bien —le pone una mano en el hombro. 
—Ya, ya. Vamos a dormir todos —los corre a Merry a J para finalmente, llorar. 

En la madrugada, unos caballeros la transportan a una sala. Sólo ella es quien habita. 

—Por el amanecer, seguirás inconsciente —recita—. La boda es tu ruido —un rayo de luz plateada sale de su dedo. 

En el desayuno, Felicia no baja. Preocupados, J y Merry, la intentan descubrir por dónde se ha ido.

—Te noto afligido, amor —Alex hace que le mire.  
—Felicia desapareció —Merry venía del jardín.  
—Es terrible. Tal vez quiera cambiar su futuro.  
—Ella lo admite. Más que tú. 
—Eres una maldita —se le iba a echar encima—. Estaré quieta, rebajarme a tu nivel, sería ofensivo.
—¿Me quedo con los brazos cruzados?. Debí hacerle caso a Sarahí.  
—Ella se ha ido. Tal vez hasta esté muerta.   
—¡Basta! —J explotó—. Apenas logro comprender lo que hablan. Si me voy a casar contigo —a Alex, le apareció un brillo en sus ojos—, nuestras peleas serán peores —confirma. 
—Me provoca y saca a mi yo malvada —excusa la peli-rosa. 
—Yo no soy la que hipnotiza a la gente para ganarse lo que quiere —Merry encara.  

Eunice que había salido a ver el pueblo de cuando era jóven (aproximadamente de veinticuatro). Visitaría a su madre: Doña Vikki; la misma que fue amiga de Misaki y Rubén. En el presente. 

—Es un milagro del señor que vengas a pararte por aquí.  
—Alex te invita a su boda, le daré el gusto —pasa por el costado de la señora.  
—Es muy chica para eso, Eunice.  
—Tendría hijos si hubieran vivido. 
—Tiene veintiuno.  
—Las decisiones las toma ella, mamá. Sólo la apoyo. 
—Mi niña ha crecido con mala educación. 
—Siempre has tenido a niños por todos lados.  
—Les doy aliento para que se transformen en algo que beneficie a la sociedad.  
—Sí, lo que tú digas. Te la dejaré sobre el comedor —se oye un "plash".  
—Ciega me consideras. Estoy mejor que tú.  
—¿Te has parado de éste sillón, acaso?.
—Debiste detenerla cuando estabas a tiempo, es tarde para hacer reflexionar las consecuencias. El ambiente, te caerá como un balde de agua helada.   
—Tienes razón, la mariposa. Es inofensiva.  
—Sé bien de que se trata. Recuerdas mis historias?  
—Son fantasías.  
—Te darás cuenta tarde, cuando se haya hecho una grieta en ti y en los demás.  
—Me voy. Estás libre de presiones, complace a Alex por una ocasión.  
—La que debe complacerla en sentirse bien eres tú, yo la cuidé cuando te fuiste a beber como desquiciada.  

Se azota la puerta, la señora sonríe. La razón, el aura de una persona la siente reavivar. 

Break The Limit: Pesadilla Final  En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora