~ Capítulo: 22 ~

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Hacer caso a las peticiones de Christian y Merry son sencillas. Leslie tiembla al ver a Black, pero reunió el valor para lograr charlar. Raúl, no convencido de la idea de Christian, se separó de su amiga y, con Gonzalo, se enfocaba en su juego favorito.

—¿Otra vez, Mittogai1? —golpea la silla frustrado por perder.

—Ya es la quinta que te mata, ¿qué, no disparas?

—Sí, pero ya se traba mi celular.

—Con verlo, te das cuenta que necesitas otro.

—¿Cómo vas? ¿No te has topado con Leslie? —evita el tema anterior.

Su amigo le cuenta lo que Christian le dijo como recomendación para sacarle información a la copia de Fátima, Gonzalo reacciona de una manera alterante. 
Pronto llega Jordán con los muchachos para estar un rato con ellos y perder el tiempo: por día festivo casi la escuela entera faltó. El moreno con lentes nota que quien los acompaña hace gestos nerviosos. J observa la puerta.

—Estás preocupado —Raúl razona por el gesto que puso después de ver el patio: negó repetidas veces con la cabeza, se levantó y se regresó a la silla.

—¿Qué? No digas estupideces —Jordán se molestó.

—¿Comprendes que está engañándote?

—¿Quién?

—Black.

Con esa contestación, Jordán, no supo qué hacer, estaba en un conflicto. Raúl le comentó que ni él ni Leslie se habían olvidado del suceso de la supuesta boda de Black. Han preguntado a sus familiares y a otros conocidos si memorizaban la pelea que se armó, las explosiones; desafortunadamente, los resultados son negativos al decirles que sólo estaban fantaseando.

Jordán, por su parte, tampoco consiguió que le creyeran, conservaba el anillo de ese día como un recuerdo, un método para tranquilizar a Black. Ahora pasaba más tiempo con ella ya que comenzaba a sospechar que su pareja, Ada, iba por malos pasos, también por tranquilizar las cosas. Seguro o no la terminaría pronto.

—Dale una oportunidad.

—Si eso quieres —se levanta, yendo a la entrada del salón: el timbre del recreo sonó..

Los alumnos distribuidos a la hora del receso, van platicando en distintas zonas de la institución. Los amigos se tendrían que encontrar tarde o temprano. Raúl pasó de largo a Leslie con otras de sus amigas en diferentes grupos, la azabache lo jaló de las greñas alejándolo de otras chicas. Black, con sorpresa, ríe burlista.

—Y ahora me vas a evitar—habló la de brackets.

—Me dolió —sobándose la cabeza.

—No era una acaricia.

—Quería presentarme, soy Black —extendió la mano para un comienzo mejor.

—Ya sé quién eres —respondió el saludo.

—Sé que deben estar angustiados.

—Pronto regresará, ya verás.

Al termino de las clases, Black presentía que los acompañaba alguien más a sus espaldas; con sus habilidades hizo levitar al acompañante secreto: Matías, un compañero de taller de Raúl. Fue muy repentino que se les uniera, por Leslie se volvió un integrante nuevo para el trío —además de entregarle regalos—. Con la continuidad de los días se animó a contarle su sentir hacia ella. Llegó el momento, el más robusto se le declaró a Leslie a la salida de la escuela al ya no aguantar los nervios, era ahora o nunca. 

—¿Crees que le diga que sí? —Black desbordaba celos, aunque por ser amable, disimulaba emoción.

—Dramatizará si acepta —Raúl razonó. Black frunció el ceño con una mueca.

Ambas personas se sientan rápidamente en las escaleras del lugar en que estaban esperando a los tortolos al notar que Matías y Leslie venían, y de la mano. Black apretó los puños dentro de las mangas del suéter del uniforme en un intento de calmarse.

—Me alegro por ustedes —es dedicó una sonrisa triste.

—Oye, no te preocupes. Sólo es cuestión de tiempo —Matías apoyó. Aquel reciente amigo que se les había unido se enteró de la situación entre Jordán y Black, le da ánimos sin llegar a ilusionarla.

—Pero él ha cambiado de novia apenas.

—¿Cómo lo sabes? —intrigada Less contestó.

Black había leído un mensaje de Leslie hacia Zea —la actual pareja de Jordán en tan poco tiempo de haber dejado a Ada—, Leslie entendió al no obtener respuesta ya que recordó el momento en el que abrió la conversación con la mencionada. La castaña oscura sacudió la cabeza para disipar los pensamientos negativos que creó en cuestión de segundos, por eso, cambió el tema a invitarlos a su coronación. Aprovechando el momento, Raúl cuestiona el por qué es tan parecida a Fátima.

—Fui creada como suplente de Fátima. Ella me lo hizo saber cuando nos conocimos a solas de una forma hostil, supongo se se había enterado de mí al igual que tenía encendido el Modo Asalto. 

«Mi creador, Karl, me quería como una copia exacta de ella por su manera de enfrentarse al enemigo sin remordimiento. A la vez se encendía mi emoción y rabia. Porque quería ser una buena reina, y la rabia por ser aún mejor que ella.

—¿Cómo enfrentarse al enemigo? —pregunto Matías.

—Tenía sed de venganza en esos momentos. Pero desconozco esa historia.

Leslie volvió a involucrar a Jordán en la plática en esos momentos.

—¿Y qué tiene que ver J? —el de lentes dio un codazo a Black.

—Fue la primera persona que me trató bien en un tiempo en que Fátima desapareció junto con ustedes —pausa—. Luego, Fátima se enteró de mí; a la semana regresó, entonces... me preguntaba por qué fingía, yo jamás le respondí con honestidad. 

—¿Cómo es que eso pasó si nosotros apenas te vamos conociendo? —Black dudó en contestar.

—Digamos que no es la primera vida por la que pasan. Somos las copias siendo parte de su plan. 

Break The Limit: Pesadilla Final  En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora