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—Pronto, llamen a mi hija —hace un ademán para que vayan en busca de Alex.

Es una oportunidad, chantajear a Fátima mediante Felicia. Las consecuencias saldrían peores gracias a la condición que puede causar el que la mariposa despierte de mala manera.

Su hija se la pasaba buscando a J, desde minutos se fue. Lo trataba como a un animal/mascota; poniendo bolsas de sangre en los pasillos para que las percibiera y se mostrará ante ella.

Frustrada va con su madre.

—Eunice, más te vale que sea importante lo eso.
—Fátima tiene novia.
—¿En serio? —le brillaron los ojos—. Detalles.
—Buscaba el paradero de esta, cuando paso por unos locales de comercio; unas señoras, conversaban sobre una mariposa, y que, los mataría, Fátima la salvaría. Se llama Felicia —ni Eunice entiende lo que quiso explicar.
—Jamás he tenido una noticia tan grata. Mamá, invitaré también a ella.
—Has que la tal Felicia se ponga de tu lado. ¿Qué?, si tú la quieres a millones de kilómetros de ti.
—A la novia voy a manipular. Y ella no tendrá más remedio que luchar por ella, vendrá a la boda y se aguantará pase lo que pase.
—Encuentra la primero.
—Lo hice mamá, J ya sabe—cambió de tema.
—¿Se lo propusiste?, ¿qué te dijo?.
—Salió corriendo, guarde el anillo —saca el joyero.
—El encantamiento. Que cambien sus sentimientos.
—Lo haré a mi forma. Mi yo, le gustará.
—Bien quedan días. Apresura te.
—A propósito, ¿cómo vas a encontrar a Felicia?.
—Merry nos debe servir para algo.

Después de que trajeran al pasado a la "novia", le meterán mentiras sobre Fátima y Subaru. Alex miraba las noticias sobre aquel rey que no le importaba la muerte de su creador, su padre.

La pelirroja no se distanciaba de Sebastián y Karol. Sospechan, algo le pasa.
Las vacaciones eran para controlarse y no entrar en pánico. Creía que, si se alejaba lo suficiente, su mente estaría preparada para que su cuerpo solo la expulsara.

—Me despediré de las familias —Sebastián echó una maleta a la cajuela del coche.
—Te acompaño. ¿Felicia, corazón, vienes? —Karol le ofrece la mano.
—Por supuesto. Así Faty está segura de que estoy con ustedes —responde temblorosa.

Condujeron hasta la mansión Mikami.

—Nos vamos por un tiempo —Sebastián dice mientras se sienta el el sillón.
—Esperamos que salga bien —Ruki con pocas palabras habla.
—Lástima que Faty se fue antes que ustedes —Kou abrió la boca.

Felicia no dice nada.
Karol pide disculpas y sale, Sebastián cuenta unos lugares que piensa visitar.

—Si no es mucho pedir, quisiera que le den esto a Fátima cuando la vean —les entrega un estuche en forma de guitarra—. Estaba a su lado cuando la hallé. Tengan cuidado hay papeles dentro y un sobre con su nombre.

Kou lo recibe y destapa el contenido, dejando a la luz una guitarra negra con marcas de letras alrededor de la boca de esta. Las letras: M, B, S, R, B, E, B y F. La despega del estuche dejando la vista unas hojas con letras y símbolos de música.

—Un conjuro —dijo sin razonar.
—Tonto. Son iniciales de nombres —Yuma venía con Ayano en sus brazos.
—Se nos pueden ocurrir bastantes —Ruki despegó su visita del libro.
—Nuestro viaje empieza en menos de dos horas. Chicas vámonos —Sebastián se pone de pie y camina a la puerta. Estrechan mano con los cuatro hermanos.

Karol enseña por donde está el sobre; con amabilidad pide que no lo habrán hasta que Faty tenga en sus manos la funda.
Felicia sin mencionar palabras sale de la mansión.

Manejan hasta el primer castillo, las sirvientas los guían a la familia Sakamaki.

—¡Sebastián! —Yui lo ve con Micaela al costado, comiendo.
—¡Yui! —va a abrazarla—. Brevemente te presento a Karol, mi pareja.
—Un gusto —ambas sonríen.
—Si vienen a "decir adiós" a Demon, no está. Fue con una de sus tías—Yui da un cucharada de pastel a Micaela.
—¿Sabes dónde?.
—Lo siento —dio una mirada apenada a Felicia.
—Dale mis saludos si la ves —Micaela va hasta la más chica, la abraza.
—Te va a extrañar, tía Feli. Te quiere —aprieta el afecto.
—Abrazos a los muchachos, ¿dónde se encuentran? —preguntan.

Los demás: Shu, Ayato, Reiji, y Laito; el trabajo los tenían ocupados. Kanato fue al jardín, los ignoró. Subaru en su oficina arreglando papeles y agendado reuniones con el Comité.
Por la gran puerta, asomaron la cabeza y Sebastián se despidió con un ademán. El peli-blanco ni se inmutó en hacer caso.

En el transcurso del viaje, la chica apoya los brazos en la ventana. Karol la observa.

—Lamentamos que Fátima no estuviera.
—Se enteró, debí decirle. Soy una cobarde.
—Estás enfrentando a una mariposa esquelética, lo entiende.
—Es su miedo. Por lo menos estaremos lejos del país, haré que desaparezca y con ella yo.
—Intacta vendrás. Cuando regresemos a BYL verás que ya puedes controlarte —la mujer captó su expresión de miedo, horror.
—Cuando volvamos ella ya se habrá ido. Mi tiempo se acabó —se cubre el rostro con las manos.

Era cierto, se habían olvidado de ese punto. La pelirroja, contó pequeñas cosas sobre "Butterfly Bones", excepto que puede morir al mostrarse el monstruo. Desconocen lo que la pelirroja quiere hacer, sea lo sea la ayudarían para que viva.

Break The Limit: Pesadilla Final  En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora