Break The Limit: Pesadilla Final En Edición

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Durante unos momentos sentía que estaba esperando a alguien. ¿Es importante para que no me deje despertar?. He estado en una banca, en un bosque que está atardeciendo. 

—Creí que te esforzarías por irte —dijeron a mis espaldas.
—Debes ser tú la que que me bloquea el acceso —espeté.
—Olvidaba tu carácter. Me presento: Felicia —alarga su mano para estrecharla con la mia. 
—¿Nos conocemos? —respondo el saludo. 
—Como puedes ver yo sí; tú, por otro lado, nos evitas. 
—¿Qué debo hacer para que me vaya?. 
—Encontrar el o los motivos por los cuales nos extrañas. 
—La chica pelirroja eres, ¿adonde voy?. 

Esta rió. La miré confundida. 

—Lo siento —empieza a caminar a una parte del bosque—. Hallaremos tus recuerdos y elegirás. 

¿A qué se refiere cuando me dice que puedo elegir?, puedo seguir mi vida, ¿no?.

Me trajo a una cueva, la mariposa enorme estaba posada en una cuerpo inerte. Me da asco ver la sangre, pero supongo que ya la he sentido en mi cuerpo. 

—Tu primer escenario por revivir de BYL. Tuviste padres adoptivos, los cuales murieron a causa de matar a ese lepidóptero —me dice señalando el sitio. 
—¿Revivir? —avanzo unos cuantos metros. 

Una niña parecida a mí, quedó petrificada. Reacciona a tiempo para atacar al insecto. Cae inconsciente y unos señores van a su rescate. Son atravesados por un rayo del monstruo, la chica lo vio y fue hacia ellos.  

—Te amamos mucho. Adiós hija. 

Los cuerpos se deshicieron con luces amarillas, concluye con la muchacha gritando. 

—Aún faltan. Ven —me jala del brazo. 

Por lo profundo del bosque regresamos, al parecer continuamos en un mismo lugar. 

—Aquí me conociste —hay una distorsión en mi visual. 

Vagaba la chica hasta que se encontró un cuerpo durmiendo, lo mueve y éste se molesta. 

—Entonces, ¿por que no te has ido de acá?
—Porque no tengo a dónde ir —respondió obvia.  

Un carraspeo me hizo girar a ver a Felicia. 

—Después de un tiempo morí. Me descubriste siendo atacada por mi hermana, Sarahí. Con ella tuvimos el clan de la "tres mosqueteras". 

Transportamos a otra situación. ¿Las mujeres salen en absolutamente todos?, en los míos sí. Esta vez una fue cortada por un señor de pelo blanquecino; yo junto a su compañera, teníamos los ojos cristalizados. 

—Sólo harán el ridículo —rió con maldad. 
—Ellas te matarán y es una promesa —brilla como los cuerpos anteriores—. Chicas, nos volveremos a ver —se fue. 

Sé que soy yo ya que mi voz no ha cambiado tanto, me quiero convencer realmente que estoy ahí; mi familia me mintió y a la vez me protegían de decaer.

—Levántate, esto no ha terminado —digo a la chica morena que está arrodillada.

Un estoque se me es enterrado en el pecho, yo y el tipo, nos vamos al lugar de la chica de pelo corto. Abracé a esta, unos aplausos nos alertaron. 

—Felicidades, Demon. Obtuviste lo que querías. 

Negro se torna. 

—Podríamos continuar, pero estás en shock.