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Faltaba poco para una celebración La Luna Roja. Alex planeaba casarse y tener su familia al fin.

—¡¿Qué carajos me hiciste?! —entró furioso al comedor.

J ya despertó, se fue a hacer sus necesidades, entre ellas era mirarse al espejo y peinarse; cosa que ya no puede debido a la transformación.

—No te espantes —le dejó tranquila Alex—. Es necesario si quieres sobrevivir.
—No te hubieras molestado —no soportaba ser uno más de ellos. Se involucró desde hace ya tiempo, aun así, no le gustaba la idea de separase de su familia.
—Querido, ocupamos tu ayuda. Nuestros esfuerzos de obtener a alguien como heredero se han debilitado. Te pido que por favor nos ayudes a calmar a Alex, su prometido original, Guillermo, murió a causa de una sobredosis y a deudas de esto, lo apuñalaron con plata —la madre agachó su mirada.

Alex no comprendía lo que su madre quiere lograr.

—Gracias Eunice. La celebración de La Luna Roja, hace Unidos a todos aquellos que no tienen fe en si mismos —su cara se cambió a una cínica—. No volverás a ver a tus amiguitos.
—De mí no te preocupes. Son ellos quienes te harán pagar, como a Black.

Alex caracajeó a causa de que ella fue quien cometió el homicidio.

—Cuidado con tus palabras, o tendrás graves consecuencias —ya no estaba jugando, en sus ojos rojos los encontró hipnóticos, sin embargo no harían efecto en él.
—Más vale que te cuides —J amenazó.
—Yo sólo quiero tu felicidad —Alex excusó, gran parte de su plan era mentira.
—¿Ah, si?. Me hubieras dejado con Raúl y Leslie —salió del comedor hecho furia.

Ni idea de preguntar cómo volver, los guardias y el personal le dirían a sus líderes lo que él quiere hacer. Tampoco le interesa saber de la historia de BYL o del lugar donde está.

—Hija debes calmarlo. Hazlo feliz —por un momento en los pensamientos retorcidos de la madre, quería satisfacerlo. No inocente.
—¿Qué hago mamá? —le dijo su hija al borde del llanto.
—Ya no eres inocente. Podrás encontrar la manera —guiñó el ojo, pícara.
—Estás loca. ¿Cómo voy a hacer eso?, ni siquiera lo conozco tanto.
—Entonces no sé que pretendes hacer con él.
—Quiero que el entienda los motivos por que lo traje aquí. Mamá, si Guillermo estaría conmigo todo sería más fácil.
—Ese muchacho es su reencarnación —confirmó.
—Lleva un año muerto.
—Mi abuela reencarnó, no recordaba que murió, hasta ver a su prometido —a la mirada de la mujer le salieron chispas de ilusión—. Era aún jóven.
—Disparates Eunice. Si es él, cuando me mire de otra forma podrá reconocerme.
—Estoy segura.

Fue al cuarto del chico, empezó a quitarse sus pertenencias. Entró al baño y prendió la tina; esperándolo para conversar y disfrutar de la noche si es que es su hombre.
Mientras el verdadero no regresaría gracias al hechizo que usó por serle infiel.

J buscaba el portal que lo había traído. No pensaba con claridad que sus nuevas habilidades pueden ayudarlo a escapar, los seres de BYL crean portales.
Cegado por no saber que hacer, en su cuarto optó a relajarse; pero antes le dio mucha hambre.
Encontró varios animales y los atacó absorbiendo cada litro de sangre que les sobran. Finalmente estuvo en su cuarto, sin darse cuenta que Alex estaba en el baño, fue a hacer sus necesidades; cuando la ve dormida y salió a pasos lentos.

—Eres un hipócrita —entre sueños Alex habló con furia—. Tú no puedes regresar. Me prometiste una familia —derrama lágrimas—. Nuestros hijos hubieran sido feliz.

J lo que hizo fue en volverla en una sabana grande, dejarla en la cama e irse al bosque para buscar un lugar sereno.
Al estar en cara con la puerta, al girar, no sabía lo que sentía por dentro. Su cuerpo empezaba a actuar solo.

—¡Maldita sea!.

El hambre no se hizo esperar.
En la noche de la Luna Roja, los vampiros y algunos demonios más se debilitan; por eso actúa sin control.

El estómago se revuelve al comer comida normal de humano. El paladar ansia otra cosa.

Afuera del castillo, se encuentra a una morena; la ha visto varias veces en la escuela. Esta muchacha está sentada en las escaleras llorando.

—Lo he traicionado —sollozó, la Luna y él eran acompañantes.
—¿Quién eres? —sacó.

La morena se alarmó.

—M-mi nombre es Merry —presentó—. Tú debes ser J —se levantó de su asiento.
—Nunca te he dicho mi nombre.
—Hay rumores sobre ti. Y te vimos en la boda de Black.
—Eres novia del otro chico.
—Sí. Christian.
—Pero, ¿por qué lloras?.
—Yo soy quien te trajo aquí. Causando problemas a él y a Faty. Más de los que tienen.
—¿Qué tengo que ver en todo esto? —se aproximó a ella. No planeaba gritar o desquitarse hasta saber el motivo.
—Alex me amenazó de decirle a Chris que tuve un romance con uno de sus caballeros. Si es que te traía a ella, me dejaría en paz a mí, a Christian y a Faty.
—¿Ya volvió?.
—No lo sé. Lo último que sé es que ella encendió otra vez su habilidad demoníaca.
—Ya veo.
—Lo siento. Como disculpa puedo enseñarte el lugar o lo que quieras.
—Tengo hambre.
—Hay restaurantes cerca del pueblo.
—La comida normal no ayudará. Me convirtió en uno de ellos.

Merry lo llevó a un lugar que está escondido de la gente común.

—Cualquier cosa que notes raro, háblame.
—¿Por?.
—En estas fechas es posible que estés "ansioso" —hizo comillas con los servicios dedos—. Sirve te a tu gusto.
—Provecho.

Cenaron. Al irse del establecimiento J tuvo intriga de que especie era Merry, ya que conoce dos de estas.

—¿Qué eres?.
—¿A qué te refieres?.
—Raza.
—Hada.
—¿Hay más? —paro de caminar.
—De todo tipo. BYL fue creada para los amantes del anime, claro, a principios de este. Luego otras personas se juntaron a Karl para obtener beneficios.
—¿Podrías contarme lo que ha sucedido en BYL antes de que Black reapareciera? —volvió a dar pasos.
—Tendrás que ser paciente si es que quieres saber la mayoría.

A la casa de la morena entraron. Merry sirvió té, se acomodaron y empezó a lo que ella aconteció.

Break The Limit: Pesadilla Final  En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora