Xayah llegaba temprano a la estancia del club de teatro, normalmente por ser la primera no llamaría tanto la atención como cuando llegas tarde.Traía el buzo de la universidad: uno rojo con rayas blancas a su costado, al igual que los pantalones que también son rojos hasta la rodilla.
Antes de que lleguen todos se sentó frente al espejo con las piernas cruzadas y se miro fijamente.¿Porque me interesa alguien como él?
Cerro sus ojos y se recostó en el suelo; levanto los brazos frente a ella mientras se recostaba y los extendió para luego abrir las manos y mirar sus uñas.
¿Debería cortarlas?
-¿Que clase de juego es este? - Melchar: el vastaya que ayudó en las escalera, llego silencioso y se acomodo junto a xayah sin que se diera cuenta e imitó lo que hizo con sus manos.
-Oh Eres tu. - Sin ánimos giro su cabeza para mirarlo. Sus ojos eran de color oscuro tirando a rojo o tal vez vino tinto.
-si, tu si que llegas temprano. - le sonrió amablemente.
-mh-hmm - asintió - ¿Y como te ha ido?
-Pues, hable con muchas personas y creo que me metieron a la danza representativas en el festival. Haré el baile del cortejo junto con no se quien. - Exclamó bastante animado, ahora que se sentía mas en confianza.
-Ah si, el baile tradicional demostrativo. Las parejas observan ese baile para luego imitarlo. Se volvió mas para los vastayas que para los humanos.
-Atesoramos a nuestras parejas. Por eso amo ser vastaya, somos una especie tan perfecta. - mientras hablaba miro al techo con un brillo en sus ojos.
Xayah suspira - si... - vuelve ese sentimiento extraño. Rakan se hace presente en su mente.
Maldita sea...
-Oye xayah, tu ya haz hecho el baile del cortejo? - la vastaya negó con la cabeza.
-Aun no encuentro a mi... Mieli. - su tono bajaba con cada palabra.
-Oh! Pero lo has visto - ella asintió. - ¿Podrías ayudarme? - jovial se levantó de un salto - Sonara a Mutakl pero no lo he visto muy bien y como no se quien es mi pareja para la demostración... ¿Puedes? ¿por favor?
Xayah medito un poco. El hombre cuervo junto a el parecía un niño que al extenderle poco a poco la mano para ayudarla a levantar, se convertía en un varón algo sucio de su especie. Ella acepto mientras tomaba su mano y se levantaba.
Melchar la observó detenidamente puesto que aquella mujer se quitaba el buzo que traía para revelar su camisilla negra. Se estiraron y al tocar su mano para bailar, a Él vino la epifanía: Xayah al ser algo temida por ser aislada de los demás y el teniendo el respeto de todos, podrían convertirse en la pareja dominante de aquella universidad. Juntos dominarán y así nadie nunca los molestaría y podrían dominar.
Xayah le explicaba cada movimiento y el lo seguía a la perfección mientras la contemplaba con aquella idea en su mente. Luego, de forma atrevida, detuvo la práctica y tomo las manos de xayah, Exclamó con vigor y una sonrisa:
-Xayah! Debo decírtelo - la mira a su ojos ambar brillantes, ella estaba algo sorprendida. - esto! Cada vez que toco tu mano, ¿no sientes lo mismo? Esta comodidad.
-Oh claro que si. - Respondió ella. Melchar agitó su cola emocionado. Si, tiene cola. - Lo veras en segundo año. Resulta que sentimos cierta relajación al tocar a miembros de nuestra misma especie. Como tu y yo somos cuervos, puede que el contacto de nuestras plumas de provocará tranquilidad. - Melchar solo la observó borrando su sonrisa con cada palabra que xayah pronunciaba, hermosa e inteligente pero matadora de momentos románticos.