Ring... Ring...
Contesta, es su hermano.
— Shibun , ya lo tengo. —Por la otra linea se escucha una voz masculina de rasgos finos. Sus dientes estorban para hablar.
- ¿Ya tienes los pedidos de Braakh? —Responde emocionada—. Rapidez, Ceol.
— Sí. Solo eso. —Parece que va a colgar.
estaba a punto de colgar.
- Espera! Eh... Eh... —Un sonido impaciente se oye en la otra línea—. Ceol, ¿Cuándo vendrás aquí?
- Shib, Aun debo remendar algunas cosas. —La ignora un momento. Luego responde—. No puedo ir a la universidad ahora...
— Oh... bueno, pero vendrás algún día y eso está bien! —Su tono de voz daba por entendida su emoción actual. Desesperación.
— Sí... supongo —Se oyen ruidos raros del otro lado—. Debo irme, aquí las cosas se ponen mal.
- Bueno, ten cuidado, Hermano. Recuerda que te qui-! —Colgó— Te...
Solo Shibun llegó a la universidad. Sus hermanos no quisieron acompañarla, no se consideraban buenos para una vida de preparación escolar.
"Te quiero, Hermano..."
Esas palabras retumban en su cabeza. Como un deseo incontrolable se gritar la consumiera.
.
Hmm, hace mucho no me preguntaba eso. estoy algo traumada con lo sucedido, incluso para recordar el nombre de ese chico del comedor.
¿Realmente estoy perdiendo mi talento? Estoy sola ahora, con este montón de líos de carne y peleas de baile...
Soy el perfecto ejemplo de la víctima que muere trágicamente al final...
hmm, la obra de Adler. La tradición del club de teatro. Es una tragedia donde Adler, la parca, se leva una alma de una joven de la cual se enamora.
Pero para esta situación.
Shibun se pasó por los pasillos sola hasta el baño. Donde se detuvo en la puerta.
Actualmente, sin Ahri, Melchar ocupa su lugar como dicha Parca, aunque Xayah no aceptase el papel de joven indefensa, hablando de romper barreras, entonces yo tengo esa oportunidad.
Tal casting es considerado algo Tabú hasta ahora. Digo, ¿Un carnívoro vastaya llevándose el alma de una presa herbívora vastaya?
Es tan realista.
"¿Entonces estoy condenada a perder mi alma? Nada mal..."
Una sombra gigante la cubrió.
- Estoy deseando practicar hoy, Shib. —El aliento de aquel individuo la rodea. Miel dulce y mentirosa.
Shibun tembló un poco, pero guardó la compostura.
- ¡Oye, me asustaste, Gray! Creo que ya no necesito entrar al baño! —Su cola se agitaba con temor. Dio media vuelta alejándose de él—. No puedo hacer mis necesidades de señorita con un asesino en la puerta del baño. Jaja
Gray seguía sonriendo, siempre falsamente con esa mascara de buen chico.
— Voy a arreglar las cosas con Xayah en año nuevo.
