— Estamos solos tú y yo, Xayah. ¿Tienes miedo?
— No, pero tu acto de "Amigable compañero" me tiene molesta.
En el vestuario, solos, mientras Xayah se despojaba de su uniforme para no mancharlo, Grayson aparece.
— Haz me el favor de no llamarme por mi nombre mientras me miras como si fuera comida. Es realmente repugnante.
Grayson.
Esta Lhotlan. Un cuervo pequeño, es diferente a todos.
— Me conoces demasiado bien. —Sonreí. Ella sabe que la veo como mi siguiente bocadillo.
Aquí, en mi presencia, tengo el cuerpo más delicioso que jamás es visto. Tengo la intención de comerte más que discutir contigo Xayah.
De repente se puso en una pose de defensa. Ella realmente va a pelear conmigo.
Pero entonces...
Entonces...
¡Aarggh!
¡Los efectos secundarios de las pastillas!
Necesito aliviar mi dolor. La miel. ¡Necesito la miel! No soporto esto. El dolor es demasiado para poder controlarlo.
Saque mi tarro lleno de miel de girasol, pero Xayah salto pateando mi tarro al suelo. Evitó que aliviará mi dolor de cabeza.
— Conozco muy bien tu condición y la de todos los vastayan grandes como tú. Debe ser difícil tener que tomar esas pastillas.
—... ¡No me importa! Me he acostumbrado, a esto... ¡Maldición! ¡Aargh! ¡Mi puta cabeza!
Siento...
Siento...!
— Escucha, nunca podrás entender lo que significa tomar esas pastillas. ¡Nunca comprenderás! El estrés de tomar esas pastillas que te reprimen la fuerza, con todos los efectos secundarios.
Mi cabeza dolía como nunca. Sentía como mis pupilas se contraen, mis garras se sienten en las puntas de mis dedos salir.
— Esta bien para mi, Gray, así estas como debes ser. Sin esa fachada de buen oso. ¡Muestra esa bestia que llevas dentro! ¡Yo te aplastaré, por Shay!
Xayah, algunos vastayan nacemos con pupilas pequeñas. ¿Cómo has visto el mundo con tus propias pupilas?
Narración.
Ambas criaturas feroces se abalanza. Grayson levanta su mano y de un zarpazo, en el rostro de Xayah, hace retroceder. Mientras que ella clava dos de sus plumas en su brazo.