Han pasado muchas cosas durante el verano.
Antes del festival, todo era casi normal, ahora era un cambio muy extremo para todos en la universidad.
Han pasado varias semanas desde que ahri desapareció.
Nadie sabe donde esta o que le paso; aseguran que fue secuestrada de nuevo y esta vez no salió se salvo.
Pero solo hay una persona que sabe donde esta y no esta muy conforme con lo que esta haciendo, por supuesto, ella también comer carne.
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Una pequeña ida de compras era necesaria si vives con el mismo uniforme a diario.
En una salida de amigas a la ciudad, antes de iniciar de nuevo las clases, era presente una variedad de opciones en ropa y cosas femeninas.
Xayah no acostumbra a estas salidas, pero ha pasado por muchos momentos estresantes, sin contar que va a tratar de sobrellevar una relación amorosa con el macho más Egocéntrico, arrogante y frívolo que pudo conocer. Aveces tenia miedo de esa relación. Alguien tan galante en su vida podría ser su perdición.
-Oye, Xayah que dices ¿Rojo o azul? -Ahri interrumpió su carril de pensamiento preguntando a su mejor amiga sobre cuál vestido llevar.
-Mmm, Azul. -respondió con toda seriedad.
Salieron de la tienda con bolsas en mano. Buscaron un establecimiento donde comer algo. Ahri debía preguntarle algo.
-Bien, ¿que te pasa? -sentadas en una banca junto con sus cafés y pastelillos, Ahri pregunto por el repentino cambio de humor de xayah. Es como si algo la tuviera aterrada.
-Aquí entre nos - bebió un poco de café - Nada.
-Si no es nada. -Ahri toma un pastelillo. - Cuéntame como te va con rakan.
Xayah se sobresalto un poco. Parece que ahri descubrió que la tiene tan pensativa.
-Esta bien si sientes que algo va mal. Puedes contarme.
- fuuuh. -Como si fuera adivina, ahri poso su mano en el hombro de xayah y ella hablo. -Es posible que... No confíe del todo en él. Sabes como es mi especie respecto a esos temas, y no quisiera perecer de pena moral por un imbécil.
-No lo harás. Eres muy fuerte, alguien que se enfrenta a un grupo de leones yakuzas y detiene una pelea con palabras merece mucho en el mundo. -Sus palabras tratan de animar a xayah.
-Crees... ¿Que crees que pensará cuando sepa de... Mi pasado? -dijo escondiendo su pata derecha detrás de la izquierda, ocultando su infernal numero de venta. -Yo... ¿puedo creer en lo que dice?
Ahri cayó un momento para pensar. Xayah estaba preocupada, era una preocupación que parecía nunca sentir antes, nunca antes había sentido atracción por alguien de esa manera. Y justo tenia que ser alguien como él.
-Estoy segura de que si te ama de verdad. - la toma del mentó para obligarla a verla. - va aceptarte tal y como eres. Una chica inteligente, sutil y hermosa.
Esto último la hizo sonreír.
-Y no te preocupes, si te hace algo yo me encargaré de que despierte en shurima. - su broma hizo reír a su contraria. Este era de esos momentos en los que te das cuenta de que tienes a alguien a tu lado.
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Saliendo del centro comercial se encontraron con una camioneta negra que comenzó a seguirlas.
Poco a poco aumentaron el paso hasta empezar a correr a un lugar seguro.
La camioneta avanzó y les corto el paso. Al abrirse la puerta, tres leones las tomaron a ambas y la metieron con dificultad dentro de la camioneta. Entre golpes y patadas xayah intentaba liberarse, pero le fue inútil.
