Momentos antes de su encuentro, xayah analizaba en el club de teatro a cada sospechoso. Incluyendo el hecho de que dio su primer beso a alguien que quiso asesinarla... Aunque no hubiera sido mucha diferencia si besaba a rakan...
"No! Si es mucha diferencia! ¡di mi primer beso a un desconocido! ¡Y fue francés!"—Pensó.
Discutía con sus pensamientos la única pista que tenia: El contorno de su boca.
Lou y Rengar; los únicos gatos en el club de teatro.
Lou intentaba levantar una caja pero le era una tarea difícil.— ¡Que demonios!? —Lo volvió a intentar—. ¡Maldita sea!
— A ver dejame... —Rengar también lo intento—. Vamoooss!! —también fallo—. A ver Lou ayúdame.
Ambos felinos no podían levantar la caja.
— No se sobre esfuercen, chicos. Se van a herniar. —Kai'Sa les aconsejo dejar la caja.
— Déjenme a mi. —Grayson intento con éxito, levantando la pesada caja sobre sus hombros—. No se sobre esfuercen gatitos.
— Pff, engreído. Sólo porque tu novia te mira. —Mofo rengar con la vergüenza que lo dejo grayson, quien dejo la caja donde le indico kai'sa. Ambos se sonrieron.
— Y porque soy mas fuerte que ustedes. —Se burlo de nuevo grayson.
— Ya gray, eres un oso y ellos son felinos. Es mucha diferencia. —Le reclamo kai'sa dando un pequeño golpe en su brazo, sonriendo.
Xayah estaba en su mente, quejándose por el beso y el disturbio de Rengar y lou con la caja. Pero le llamo la atención del todo.
— Bah! Eso no afirma tu pureza. Para los kiilash, la fuerza no se define en los músculos si no en tu cacería. Debes cazar grandes presas para grandes recompensas, no solo dependiendo de la fuerza, también de lo ágil del cazador. —Indicó rengar levantando su orgullo con la tradición de su tribu. Lou lo apoyo siendo el también un Kiilash.
Grayson es de la tribu Sodjoko. Una tribu fuerte y capaz de levantar grandes pesos o solo su alborotado pelaje. Al ser un ursido, era abundante pelo que tiene que cortarse por etiqueta en el uniforme. A él le gusta.
"la fuerza de un carnívoro... "—En la mente de xayah se formaban varias piezas del puzzle que debía arreglar. Algunas empezaban a encajar mientras otras solamente la confundian.
Como...
— Xayah...
... La duda.
— Rakan...
El se sentó frente a ella. Xayah solo puso el libro de lado y bajo la cabeza.
— Bueno, me gusta tu corte. Realmente te queda muy bien... —Dijo embobado por la figura femenina frente a él. Una delicada pero fuerte bailarina parecida a un cuervo...
— Oh, claro. —Acaricia su pelo. En su parte rapada donde siente que vuelve a crecer.
— Entonces, ¿podemos hablar hoy? —Pregunto inocentemente a la vastaya.
— Nos estamos viendo ahora...
— Cierto! Ejhmm ¿Ya viste esta capa? —Xayah rodó los ojos.
— ¿Que te pasa? —Gruño. Dejo el libro a un costado—. Mira, no tienes porque preocuparte por mi. No somos novios ni nada solo porque dormimos juntos una vez, rakan...
— ¿C-como que "que me pasa"? —Su tono se vuelve arrogante—. No estoy haciendo nada... Oye, ¿Porque estas tan gruñona?
—¡¿Que porque el estoy tan gruñona?! ¡¿Disculpa!? —Se enojo—. No me hablas en todo el día. ¡Y ahora me saludas como si nada!