Veintidós;

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Holita! 🌼 Antes que nada, feliz jueves! ✨ Esta actualización tan mañanera en vez de la habitual a las 20h de la tarde, se debe a que hoy a esa hora no voy a tener el pc conmigo. Algunas veces que he actualizado desde el móvil me ha dado problemas, así que para asegurarme de que se sube bien, prefiero hacerlo ahora. El siguiente capítulo ya lo subiré en horario habitual. Que tengáis un buen día 🥰

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Mimi

Mi plan original para aquél viernes noche, era reprender la tradición de las pijamadas Doblas-Guerra, pero supongo que fui un poco inocente al creer que los padres de Ana iban a dejar que su hija pasara la noche fuera de casa.

Si algo bueno estaba sacando la morena de aquella situación, es que desde el miércoles, ambos se habían volcado totalmente en ella. Y no me refiero a llenarla de regalos y transferencias, como hasta aquél momento; sino que parecía que los dos se estaban esforzando para pasar más tiempo con ella. Sin ir más lejos, habían asistido juntos a la reunión con Carol... Era algo inaudito.

Y es que habían pasado muchas cosas en solo tres días. Supongo que todo se acelera cuando tienes mucho dinero, porque en ese corto período de tiempo, Ana había hablado ya con más personal sanitario que yo en toda mi vida.

El caso es que, dado que la pijamada no se iba a realizar, teníamos la noche de viernes libre. Roi habló por el grupo proponiendo ir al cine, plan al cuál Ricky se sumó encantada. Creía que Ruth también se uniría, pero dijo que prefería quedarse en casa de tranquis. Y yo, viendo la oportunidad de poder hacer la mía, les confesé que, si no les importaba, iría a ver a Miriam al Manhattan. Aquella semana no le había prestado la atención suficiente, y sentía que tenía un mono intenso de ella. Con todo lo de Ana, además, me había quedado sin picadero...

Me planché el pelo, me puse un body blanco que poco dejaba a la imaginación y que cubrí con una chupa negra de cuero, y lo combiné con unos pantalones ajustados del mismo color que la chaqueta. Me maquillé más que para ir al instituto, pero menos que para ir a una discoteca, y después de ponerme unos pendientes brillantes pero pequeñitos, estuve lista para salir.

Le hubiese pedido a Ricky que me acompañara en su coche, pero claro, él iba al cine. Así que opté por el metro.

—Ruth, me voy —le anuncié a mi hermana, que estaba viendo una peli tumbada en el sofá del salón, móvil en mano y con una bolsa de chuches al lado. 

—Guay, pásalo bien —respondió ella. No sé si es que me había vuelto una paranoica o qué, pero me pareció un poco forzada, tanto su expresión como su voz. —¿Dormirás en casa?

—Imagino que sí. Si hay cambio de planes, te digo algo; esta vez, de verdad —contesté, ya casi saliendo por la puerta.

Mi plan era ver un rato a Miriam, acompañarla hasta su casa cuando terminase el turno, y luego volver a mi camita a dormir. Claro que me encantaría pasar la noche con ella, pero dudaba mucho que quedarme en casa con su abuela y su hermano fuera una opción. 

La espera se me hacía eterna, pero por el momento, había que tener paciencia.


☽☾


Me bajé del metro y tuve que caminar unos quince minutos hasta quedar justo delante de la puerta del Manhattan. Supongo que, el hecho de que hubiera muchísima más gente que la primera vez que entré en el local, era debido a que aquella noche era más temprano. 

Game Over 🌙 || MIRIAM²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora