Mimi
Mi humor aquél lunes estaba bajo mínimos, y pensaba estarme calladita para que se notara; pero al entrar en el instituto y ver aquél panorama, tuve que abrir la boca.
—¿Cómo que hoy no hacemos educación física? —pregunté con el ceño fruncido, al ver el enorme cartel que decoraba el vestíbulo.
"Jornadas de Orientación Universitaria", decía, con su fondo azul y sus letras amarillas. Lo cual se traducía a que nos íbamos a pasar la mañana entre charlas y conferencias sobre las distintas universidades a las que podíamos ir, y con la posibilidad de hablar con representantes de las distintas facultades de cada una de ellas, que se habían desplazado hasta nuestro instituto aquél día.
Que a mí, todo lo que fuera saltarse clase, me iba bien, pero claro... A lo mejor me hubiera podido quedar en casa durmiendo un poquito más, teniendo en cuenta que aquél día, lo último que me apetecía era abandonar la cama. Y que me quitaran, precisamente, las únicas dos horas de clase que realmente disfrutaba, con el profe que mejor me caía...
—Eso es lo de menos. Lo llego a saber y me quedo en mi casa —comentó Roi, bostezando, como si me leyera el pensamiento.
—Joder, chicos. Es a vosotros a los que os interesa esto, eh. Si estáis en este plan, imaginaros lo que me importa a mí, que no pienso ir a la uni —bufó Ricky.
—Nos lo repitieron mil veces la semana pasada... —cabeceó Ana. —No me puedo creer que ninguno de vosotros se enterara —suspiró.
—Ya, Banana —sonreí. —Tiene que ser difícil ser la mamá del grupo —la pinché, pasando un brazo por encima de sus hombros.
La morena me miró y cabeceó, reprimiendo una sonrisa. Había sido un ser de luz conmigo la noche de la fiesta, y el saber su complicada situación respecto a Mireya, me hacía entender muchas de las actitudes que había tenido los últimos meses.
—Pues voy a la taquilla a dejar las cosas —anunció Ruth, con quién no mediaba palabra desde el viernes por la noche. —Paso de cargar con estas mierdas toda la mañana.
—Yo me voy al bar —decidí yo.
Un cafecito no me vendría mal. Luego ya me encargaría de encontrar a Miriam, que básicamente era el motivo por el cual no estaba largándome ya a mi casa. Pero, en cuanto me giré, me encontré con la mirada sarcástica de Carol, que estaba justo detrás de mí, de brazos cruzados. Últimamente, parecía que me perseguía.
—Yo creo que no vas, Doblas —habló, mientras que Ricky y Roi empezaban a reírse de semejante pillada. —A menos que quieras que llame a tu madre y la ponga al día de lo mucho que faltaste a clase la semana pasada.
—Teníamos exámenes, Carol —me encogí de hombros.
—Sí, ahora lo has dicho. "Teníamos", tú, y el resto de la clase. ¿Por qué los demás pueden estudiar y venir a clase, y tú solo puedes hacer una de las dos cosas? Es curioso, ¿no?
—Eh... —abrí la boca para responder, pero era demasiado temprano. No valía la pena ganarme ya una expulsión por parte de Carol y una bronca por parte de mi madre antes de las nueve de la mañana. —Pues nada... Me cojo un café de la cafetería y me voy para la sala de actos —sonreí falsamente, achicando los ojos.
Carol cabeceó.
—Más os vale asistir a, mínimo, tres de las charlas que se den hoy —nos advirtió. —Y os quiero ver en clase dentro de cinco minutos, que os vamos a contar la programación del día.
—Claro, Carol —habló Ana, suavizando la situación somo siempre. —Vamos a dejar las cosas en las taquillas y ya en seguida tiramos para la clase.
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Game Over 🌙 || MIRIAM²
FanficLas gemelas Doblas han crecido compartiéndolo todo y siendo confundidas constantemente. Eso nunca ha supuesto un problema para ellas, sino que siempre le han sacado el máximo provecho y se han reído a costa de ello. ¿Pero, qué pasa cuando a través d...