Capítulo 9. Esa chica

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—¡Gizah!—llamo  a mi hermana mientras atajo a Dara.

—¡Hey!— Dice ella quien estaba bailando con Liza. ¿Y las bebidas?

—Van a tener que esperar, ahora necesito que me ayudes—Apunto a Dara, está súper drogada. Ayúdame a llevarla a la terraza 

Dara no paraba de reír, pero cada vez estaba con menos energía, Gizah no dudo en ayudarme, y fuimos a por las escaleras, Liza no tardó en unirse a nosotros cuando se dio cuenta que nos alejabamos, nos alcanzó justo cuando llegamos a la terraza.

—¿Qué sucede?—pregunta mi hermana mientras hacemos sentar a Dara dn un banco.

—La tonta de Dara  está drogada ¿Y su amiga?—pregunta Gizah muy enojada mientras la ataja.

—No tengo idea, salió a contestar una llamada y desaparecio—respondo enojado.

—¿Y si llamamos a su madre?—Liza busca su celular, pero la atajo.

—¡Ni locos! Debemos esperar a que pase el efecto. ¡Mierda! ¿CÓMO SE TE OCURRE DARA?

—Yo sólo quería divertirme...—,dice apenas, casi llorando cuando abraza a Gizah, mi hermana queda quieta ante el gesto, pero tampoco aparta a la chica.

Miro a Liza, quien me ofrece un gesto de frustración, y la verdad que la entiendo, no es nada divertido llegar a la disco y andar de niñero de una irresponsable. Y para ser honesto, creo que no es mi deber estar aquí, pero no puedo dejar que la chica siga cometiendo estupideces.

Mi celular comienza a sonar, y al ver que se trata de Tamirá lo contesto sin dudar, deslizó mi dedo sobre la pantalla y contesto.

—¿Helios? Estas en la disco? —básicamente grita al teléfono.

—En la terraza, ni bien subas las escaleras nos verás.

—¡Ok, voy!

Corto la llamada y me rasco la nariz  esto me está sobrepasando un poco, no era lo que imaginaba vivir en mi último año.

No sé que hacer con Dara  y me encantaría no arruinar la noche a mis hermanas, pero joder ¿qué hago yo? Suficiente tengo con mi madre cuando se toma sus medicaciones de más, pero la diferencia es que mamá se pone a llorar desconsoladamente, Dara, a pesar de ir bajando sus decibeles sigue riendo como loca.

—Ahí llegó tu amiga—Apunta Liza a Tamirá quien nos mira extrañada, luego mira a su alrededor como buscando a alguien o algo, pero no para hasta llegar a nosotros.

Tamirá llega a mi y me saluda con un beso en la mejilla, yo simplemente correspondo, pero no puedo sacarme de la cara el gesto de rabia que me genera la actitud de Dara.

—¿Está...?

—Así mismo—contesto, casi gritando, Liza agarra su celular con fuerza al escucharme, creo que la asusté, no era mi intención.

Tamirá se abre paso y va hasta donde están sentadas Gizah y Dara, abre sus piernas para rodear a la chicha y la lleva hasta el extremo para que se recueste sobre ella. Hace un gesto a Gizah para que le ayude con las piernas, así que me apresuro a hacerlo yo.

—¿Tienes experiencia?—Pregunto un poco más calmado

—Esto no es nada Helios, creeme—dice tranquila—¿No bebió alcohol?

Niego  con la cabeza, Dara parece tranquilizarse, y de la nada se queda dormida sobre el pecho de Tamirá, como si ella hubiera hecho magia.

—Quizás duerma unas dos horas— anuncia, Si quieren vayan ustedes a la fiesta yo me quedo con ella.

El Sol y el Universo [Libro 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora