El Sol y el Universo [Libro 5]

Capítulo 77. Recordando

Helios me estaba abrazando mientras caminábamos en el patio, ninguno de los dos decía nada, no hacia falta, sólo nos queríamos en silencio.

Se supone que en breve él y yo, hablaremos con los hermanos de Dara y los someteremos a un pequeño interrogatorio antes de comenzar la transferencia.

Ahora, me siento como una persona normal, me siento como una joven enamorada, y de hecho lo estoy, y es justamente esto lo que me atemorizaba.

En un comienzo relacionaba esto con debilidad, pero ahora lo llamo paz.

Helios se frena en medio del patio, y me apunta hacia la luna, que hoy, tenía  una compañera muy particular, allí estaba Marte, pegada a ella, bella, roja, brillante.

—Es hermoso...—dice, y por alguna razón eso me recuerda una conversación que tuvimos.

—Helios, amor, coloco una mano sobre su pecho y esto hace que él me mire con admiración, me panta un beso en la frente y me hace sentir genial.

—Dime Yeru...

—Si... hubiéramos sido adolescente normales, y por alguna razón tú y yo, terminábamos siendo novios, y que sé yo, se daba esto mismo, hubiera sido un problema para tí, mi amor.

—No entiendo...—frunce el ceño.—¿Por qué sería un problema?

—Te imaginas, ser normales, y yo con 18 años...embarazada, hubiera atajando tus sueños, tus metas, porque estoy segura que con esas condiciones hubieras renunciado a tu sueño de ser Astrfisico.

El rio de nuevo, me dio otro beso el la frente, mientras me tomaba por la cintura y me abrazaba con fuerza.

—No... yo estoy seguro que esto no hubiese pasado así, primero porque ninguno de nuestros encuentros hubieran sido descuidados como en el pasado. En dónde no pensábamos en frío y nos llevó a los eventos que ya conocemos.

>>Estoy seguro que ibamos a ser muy responsable, y... si nos hubiera pasado de todas maneras. Yo creo que no hubiera abandonado ni sueño... solo lo iba a postergar. Podría haber estudiado aquí y tú también, y cuando nos permitieran, continuariamos estudiando... ¿no lo crees?

—Creo que eso suena muy a ti... planificando hasta las suposiciones—me pongo de puntillas y le planto un beso— Eres demasiado racional, no me permites jugar con las suposiciones.

—¿Por qué de la nada pensaste en la normalidad?

Me mordí el labio, y la verdad es que pensé en ella, por que me encantaría vivirla ahora y saber que no tendré que dar mi vida de nuevo, creer que mi única preocupación podría ser ¿Qué universidad es la que me gusta? ¿Qué carrera elegiré?

Pero eso no es así, y mis preocupaciones son otras al igual que mis problemas.

—No, sólo me vino a la mente, cómo sería nuestra vida si es que fuera sin esto... ¿A caso no has fantaseado con eso? Una vida lejos de esto. Con otras realidades para los dos.

Él quedó callado, me tomó de la mano y guió mis pasos hasta que finalmente decidió hablar.

—No, yo no quiero otra vida, diferente a esta, para ser honesto, no me molesta mi deber, mis obligaciones, pero debo admitir que sí me pesan muchas cosas, y si hay algo que me hubiera gustado, es no haber sido un completo idiota.

>>No haber perdido el tiempo, en nuestra vida pasada, jugado ese juego tan estúpido de te quiero, luego no... fue tonto, y por más que sabíamos que Lucía me usó... estoy seguro que yo tenia el poder de cambiar eso y no lo hice.

>>Llevarte al colegio como mi novia, ver la reacción de Gizah cuando supiera que estábamos juntos, confesarle a mi hermana que amaba a su mejor amiga, hubiera sido épico.