Capítulo 13. Ocultando.

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—¡Bien!—La señora Abigail estaba en el comedor.

Mamá pidió a Rosalia y a Gizah que nos dejaran a solas. La verdad es que veía el odio de mi madre en sus ojos.

Abigail la verdad es que tiene una aire tan fuerte y poderoso que hace que la respete con tan solo estar aquí.

—¿Cómo te atreves a aparecer en mi casa— mamá realmente escupía veneno y no sé por qué.

—Judith, esto no es contigo, y sabías que este momento iba a llegar—Abigail la verdad no deja de mirarme a los ojos, como intentando ver algo más en mi.

—Me hiciste una promesa, y aún no llego el día, Helios aún no sabe nada...

—No se lo dijiste a tu madre Helios?

Abigail levanta una ceja y yo intento hacer un gesto que me defienda, pero la verdad es que sí, no sabia que mi madre sabia.

—Crei que ella no estaba involucrada—me defiendo cruzando mis brazos, la verdad es que su pelea no me importa, y al fin y al cabo son ellas las que estaban mintiendome, no yo a ellas.

—Soy la madre de un Anta, es obvio que voy a saber. ¿POR QUÉ NO ME CONTASTE NADA?

—¿En verdad me lo estás cuestionando, madre? Soy yo el que debería estar haciéndote mil preguntas, pero no tengo tiempo para tonterías, vamos al grano... ya.

Mi madre queda con la boca abierta, y termina sentada en la butaca levantando sus manos al aire, realmente parece supremamente ofendida.

—¡Me agradas!—Abigail dice poniendo sobre la mesa un botón de madera y lo desliza sobre el mármol, yo lo termino agarrando, cuando lo hago este se convierte en un bastón, me sorprendo.

—A partir de ahora es tuyo,  y...—Mira a mi madre—Si bien te hice una promesa Judith, tu hijo descubrió esto ayer, y no tengo más opción que comenzar con el entrenamiento... él se topó con Nemosorums.

Mamá parpadea, siento que su enojo se acrecienta con las palabras de Abigail, por lo que termino poniendo los ojos en blanco.

—La chica esa a la que seguías según Gizah es la nemosorum?

Abigail se cruza de brazos, no puedo evitar llevar las manos a la cabeza.

—Parece que alguien omitió algunos detalles es su declaración de los hechos ayer.

—¡¿Qué?! Obviamente no! Sólo que no lo mencione, por que lo que mamá cuenta es un hecho privado, mío... la chica, me pareció muy hermosa, y por ello la busqué, pero no tiene nada que ver con lo que paso.

—Mentiste, y sea personal o no, es un hecho, te atrajo, la buscaste, un Anta no va tras cualquier chica.

Abigail hace un gesto a mi madre, ella de mala gana responde levantándose de la butaca y mi madre sale del comedor.

—Vamos al patio—Los ojos azules de Abigail me penetraban profundamente que me sentía incomodo, pero accedí 

Abrimos la puerta del blindex  que da al patio, salimos, y el calor de la mañana de este domingo me golpeo con todo.

Me rasque la nariz, y no voy a negar que me siento presionado por la presencia de la líder de los dominis domo como dijo Zafiro, pero tampoco puedo revelar nada sobre esta chica, mencionó la palabra "Prohibido" así que supongo tiene que ver  con el que estamos viviendo aquí, y a decir verdad no cabeza sólo esta en esta noche, estoy seguro que la voy a volver a ver y no quiero arruinarlo.

—Helios, por años he esperado este momento, el día que que el Guardian se entere de quien es, que pudiera entrenarlo, y ayudarlo a defenderse de las malas jugadas que se encontrará en el ejercicio de este don.

>>Tú tienes un don, por generaciones, la línea Anta te espero, ustedes son como la nobleza, a tu padre lo criaron como su fuera el guardián, a tu abuelo, a tu bisabuelo, a tu tatarabuelo, pero por alguna razón, a ti, justo a ti se te excluyó, y todo por una promesa infantil que hice con tu madre.

>>Te confesaré que me esperaba un niño idiota, caprichoso y que niegue el poder y la responsabilidad que se te confirió, y me alegro gratamente de que mis predicciones fallaron.

Seguimos caminando en el patio mientras yo río por las confeciones de Abigail, ella pone una mano en mi hombro y me mira con un tono extraño en sus ojos, una mezcla entre poder y miedo.

—por fin la designada apareció en este tiempo Helios, por ende, mi deber como líder es que estén listo, preparado, atento para la batalla, y es por esa razón que no me gustan las mentiras.

—Señora...—Ella levanta una mano y me hace callar.

—No te voy a presionar Helios, tú vas a decidir cuando y como contarme lo de aquella chica, ahora...

Toma el bastón que está en mi mano y lo vuelve a comprimir,

—Es momento que fijemos nuestro encuentro para mañana a la salida del colegio...

—Emm, podría ser un poco más tarde?

—Por...

—Es que tengo una tarea que no puedo posponer.

—Odio que lleven vidas de humanos simples... pero está bien, nos vemos a las 17:00 en punto.

—Allí estaré—Digo en lo que ella comienza a emprender su camino.

—Más vale, porque si tú no vas, te llevo y créeme Helios, no seré tan amable si llego a buscarte.

—Entendido, fuerte y claro—casi grito mientras ella desaparece antes mis ojos.

Dios esto se esta volviendo cada vez más loco y complicado, ahora solo me queda esperar, a que la chica aparezca, y más  vale que hoy si me de respuestas, por que no podremos sostener esto por mucho tiempo, si Abigail nos llega a descubrir, siento que mi cabeza va a rodar.

Miro mi reloj, y veo que tengo un mensaje de Andrea, y sé perfectamente que es lo que pueda llegar a decir en ese mensaje.

Entro a la casa, y sin mirar mi celular o hacer caso a los presentes voy hasta mi cuarto a lavarme el rostro y la cara.

¿EN QUÉ MOMENTO ESTO SE HIZO TAN COMPLICADO? y lo peor es que siento que se va a enredar más.

Zafiro, necesito que me digas exactamente qué haces aquí, porque debo callarme de ti existencia y cómo carajos hago para que Abigail deje de preguntar por lo que estoy ocultando.

El Sol y el Universo [Libro 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora