El Sol y el Universo [Libro 5]

Capítulo 79. Un poco de felicidad.

—¿Sabes dónde está Zafiro?—Pregunto a Gizah apretando mis manos mientras papá acomoda mi corbata.

—Ocupándose de cosas de Novia...—Dice Gizah mientras termina de armar un ramillete de flores que viene y me lo pone sobre la solapa del traje, contastando perfectamente con el negro de la tela, las flores blancas son impactantes.

—Mismas flores que las de la novia, porque soy obse... y supersticiosa... hice el mejor boutonniere del mundo.

—Nunca entiendo lo que dice tu hermana cuando se emociona, habla muy rápido.—Habla papá que ahora está colocandome unos gemelos.

—Puedo entender sus palabras... no sé que significa padre, así que no te puedo traducir—digo cuando Gizah me da un golpecito en la cabeza en protesta.

—Ustedes dos son insufribles, ¿saben?—protesta mientras me peina.

—En verdad eso lo puedo hacer Gizah...

—Mentira, te conozco, irías despeinado al altar, y juro que no te lo perdonaría Helios Anta.

Algo en sus palabras hizo que mi corazón diera un brinco, pero intenté dejar esa sensación atrás, ahora mismo no importa afuera, no importa el resto, no importa lo que pase más tarde, ahora sólo importa, el ahora.

La puerta de mi habitación se abrió y veo a Gizah, Alex y Ebe con un montón de cosas en sus manos, ellas miran con desesperación a Gizah quien le hace un gesto para que esperen.

—Ya volvió—Dice Liza—Ander quiere que se de una ducha antes de que nosotras la alistemos, ¿crees que vas a poder ayudarnos? En verdad hermana, te necesito, o siento que no lo haré bien.

—Sólo dame 10 minutos...

—Puedes dejarme a mi cargo—Interrumpe papá a Gizah causando que Lizah y ella se maten de la risa por el comentario de papá.

—No hay forma,—Gizah ríe —Y tú aún no estás completamente listo, te sugiero que te vayas luego con Aldebaran y Spiero, ellos te van a ayudar a lucir a tono padre.

—Eres una mandona Gizah.

—Obviamente, soy tu hija—Gizah vuelve a mirar a las chicas y como si fuera una diseñadora de modas habla sobre mis hombros.—15 minutos, inicien ustedes. ¡Por suerte no soy una nemosorum! Aunque espero no pasarme ese tiempo.

—Genial —Dice Alex—Nos quedan 40 minutos... hablando de eso ¿no vieron a Ader?

—No —contesto—, y me preocupa, quedó en volver antes de las 00:00

—Es eso cierto?—papá parece preocupado por mi declaración y más cuando lo re afirmo moviendo la cabeza.

—No se preocupen —El tono de voz dd Ebe sonó por lo alto—Estará aquí antes de la media noche, eso es seguro.

Papá hace una mueca afirmando, y dd verdad siento sus ganas de salir a buscarla. ¿En verdad papá quería tanto a Abigail? Si la amó, como yo amo a Zafiro, en verdad lo admiro, porque sin dudar, soltó su amor, y la vio formar una familia con otro, y aún así, el la protegió, no traicionó a Aldebaran, ni a Ader, cuando bien pudo unirse a mamá... creo que todos estos años, lo juzgue mal.

Las chicas se fueron, cerraron la puerta, y de nuevo el vacío se hizo e  mi pecho, pensé en la pregunta de Zafiro... si no me imaginaba mi vida de otra forma,  y siempre lo hice, hasta que descubrí mi misión.

Pero ahora mismo, me estoy imaginando otra vida.

Aquí, en este mismo loco ritual, acompañado de mi mejor amiga, que no debería ser una Astram, fastidiandome y recalcandome lo afortunado que soy por tener a Zafiro, quizas, y Andree deberia estar conmigo, y no asegurando el perímetro para que nadie interrumpa esta noche.