El Sol y el Universo [Libro 5]

Capítulo 2. ¿Un viaje?

Estoy a punto de subir las escaleras cuando una chica se pone ante mi, espero por un minuto, pero ella sólo me observa, así que decido hablar.

—Hola...

—Disculpa... soy Oksana—saluda—¿ Tu Eres Helios Anta? El hijo de Niccolo Anta.

—¡Aha!—intento caminar, pero la chica está muy atenta a mi.

—Vengo de España, tu padre me trajo aquí por el programa de intercambio... y yo...

—Oksana... —digo llevando una mano a la cabeza que me ha comenzado a dar punzadas—Disculpame, en verdad, discúlpame, no quiero ser grosero, pero ayer fue mi UPD, y ya sabes, excesos de adolescente... ¿podríamos hablar más tarde? En verdad me duele la cabeza.

—Oh!—la chica se sonroja y lleva sus manos a su rostro—Lo siento, lo siento es que de verdad... ufff ¡Lamento haberte molestado!

—No es molestia, es sólo que no es el momento.

Le doy una sonrisa y ella camina lentamente alejándose de mi, a decir verdad, si me pareció un poco loca, en condiciones normales hubiera aguantado y sería amable, pero hoy no estoy para eso.

Cuando estoy por subir las escaleras, escucho el llanto de una niña, tan pronto como lo oí me volteé para verla, se habría caído y se raspó la rodilla derecha, no dudé en ir hasta ella.

—¿Estas bien?—pregunto mientras la ayudo a ponerse bien y su llanto se va a pasiguando.

Junto a nosotros llega otra joven, una nueva también, tiene muchos rasgos similares a la niña.

—¡Perdón, perdón! Natalia, te dije que no corrieras, que te ibas a caer... —La chica me mira y su rostro se tiñe de rojo tan pronto nuestros ojos se cruzan.—Ayyy lo siento tanto, pero se emocionó demasiado, y estaba hablando con unas chicas de mi curso, entonces ya no la vi... se supone que debía llevarla...

Levanta la mano para que se tranquilice, definitivamente estaba muy nerviosa, y la verdad, en serio mi cabeza está por estallar, saco de mi mochila mi spray cargado de agua oxigenada, y se lo pongo en la rodilla. Automáticamente le pongo una curita sobre el raspón.

—Ya está —Digo a la niña, quien me da un beso en la mejilla.

—Siempre estas tan preparado, no conozco a ninguna persona que tenga esas cosas entre sus útiles escolares.

—Ha de ser porque la mayoría de la gente no es precavida... anda, tu hermanita ya está bien.

—Me llamo Julia! —se apresura a decir cuando me levanto—Gracias...

—Helios Anta...

—¡Eres el hijo de Niccolo!

Respiro de nuevo hondo, y guardo mis cosas en la mochila, cuando veo que la enfermera de guardia se va acercando para mirar mejor a la hermana de Julia.

—Julia... como le dije a otra chica, hoy no estoy de humor para socializar, de verdad suelo ser más amigable, pero no es el momento... espero que podamos vernos luego, y podamos comenzar de cero, ahora, me gustaría ir a mi salón.

—Si... eh, disculpa, en verdad, hablo mucho cuando me pongo nerviosa y yo...

—Julia...

—¿Lo estoy haciendo de nuevo? Perdón, sí, dale, nos vemos luego.

Añ fin subo más escaleras y llego hasta mi salón, allí me encuentro con la chica Colombiana que está leyendo un libro, creo que fue la única que se topó conmigo y salió corriendo.