Capítulo 66. Asuntos

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Ader salvó a Zafiro y a Ebe en menos de lo que cualquiera de nosotros pudiese hacerlo, Aldebaran, Berenice y Etiel, sólo fueron exportadores, Moles y la Astram se encargaron de absolutamente todo.

Cuando ella terminó de curar a las chicas, pidió por favor que en la habitación quedemos sólo Alex, Moles, ella y yo, pues había cosas que teníamos que hablar.

-Mmmm lo huelo-Ader observa a Moles y este le afirma con la cabeza- Es la sangre de la bestia, así que finalmente lo mataron?

>> Y pensar que todo este lío en nuestro universo es por culpa de su historia de amor con Beatriz, ¿Hay acaso otra manera de tener más mala suerte?

Alex mira los cuerpos de sus hermanas quienes ahora, se ven sólo dormidas, a comparación de cómo llegaron, con heridas profundas, y al borde de desangrarse. En lo que Ader y Moles se encargaban de las chicas, Etiel curaba a Alex, y Rebeca nos contaba lo horrible y sangrienta que fue la batalla, a tal punto de que estaba más que segura que ellas no saldría de ese lugar con vida.

El silencio se había hecho en la sala, y no hay forma de dejar pasar por alto la mirada triste y perdida de Alex, la chica parecía hacer viajado lejos de su cuerpo, reviviendo quién sabe qué en su cabeza. Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de la chica que seguía en silencio, intentaba secarlas con rapidez, pero salían con más velocidad que sus manos.

Ader vio a la chica, y con premura fue hasta ella, le limpió las lágrimas, y esto causó que la misma mirara a la mujer que tenía enfrente, la escena era enternecedora,y sumamente fuerte por alguna razón, era como si un canto ancestral las rodeara, cómo si hubiesen encontrado una en la otra un vacío gigante que acababan de cerrar.

-¿Lo recordaste todo?-pregunta Moles a la chica quien quebrada rodea el cuerpo de Ader con sus brazos, mientras el llanto se hacía sonoro.

-¡Maldita sea!-Alex intenta dejar de llorar, pero las manos le tiemblan.

La puerta de la habitación se abre de golpe, y veo a Rebeca acercar una bandeja con tazas cargadas de algo. A mi me pasa una llena de café, y con gran satisfacción le doy las gracias, hace lo mismo con Alex y Moles, y en completo silencio está por retirarse, cuando Ader la llama.

-No te vayas Rebecca, también quiero hablar contigo.

-¿Yo?-Dice ella algo sorprendida.

La chica apoya la bandeja sobre una de las cómodas que están en la habitación y con mucha cautela se acerca más a nosotros.

-¿Lo recuerdan todo?-Ader mira a Alex y a Rebecca, casi con reproche, como para que de esa manera ambas eviten mentir.

-Todo, hasta el final. -Rebecca se apresura en hablar ella también parece acongojada por el hecho.

-¡Cada puto detalle!-Alex sorbe, mientras se acaricia sus brazos, cómo si de esa manera se tranquilizara.

Para ser muy honesto, me encantaría recordar al grado en que ellas recuerdan todo, porque, sí, recuerdo el hecho de que mi madre me traicionó, y malditamente eso me duele un montón, pero saber, lo que ellas saben, parece ser mucho más importante, imponente, desgarrador.

-Es la razón por la que ambas están tan mal heridas, la bestia no dudó en mostrarnos la verdad en cuánto tuvo la oportunidad.

Alex ahora me mira a mi, y no sé cómo reaccionar, porque de verdad esto me supera un poco. Ella simplemente vuelve a llorar, y con la voz quebrada, me habla sin despegarse un segundo de mi.

-Lo siento tanto Helios, si tan sólo hubiese sabido que al final íbamos a terminar en medio de esto de nuevo, que el joven iba a buscar la manera de romper el trato, te juro que nunca hubiese accedido al plan de Zafiro.

El Sol y el Universo [Libro 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora