Capítulo 57. Control absoluto

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—Esto no debería estar pasando—Gizah me mira con miedo, y la verdad es que la entiendo, tiene razón.

Se supone que Tamirá debería unir a los Inmortales y a los iluminados, sin embargo, yo veo los bandos divididos, por un lado Abigail  con los iluminados, por el otro Tamirá con los inmortales.

—¿Qué diablos hemos hecho?—La pregunta se me escapa de la boca, seguida de una terrible sacudida, una luz cegadora nos tiró al suelo, seguido de un terrible sonido proveniente de quien sabe dónde.

Por instinto tapo mia oidos y cierro mis ojos con fuerza, y por un breve segundo pierdo la noción de mi ser.

A mis oidos vienen sólo el ruido de los bombeos de mi corazón, y una vocecilla lejanda de alguien llamandome. ¿mori?

El aire no ingresa a mi cuerpo  el cuál ahora siento levitar, como si una gran energía me estuviera envolviendo por completo.

Finalmente mis ojos se abren, para percatarme que todos están tirados en el suelo, y nuestro alrededor volvió a ser el bosque del cerro, veo a Tamirá de un lado y Abigail del otro, ambas vivas aún.

Unos zapatos bien lustrados aparecen ante mis ojos, pero no puedo mover mi cabeza, pero mis ojos dan con Zafiro quién está inconsciente, sus cabellos cubren su rostro, y sus brazos están desparramados a su costado.

La persona que recién estaba delante mio se pone en cuclillas y acomoda el cabello de Yeru.

—Nol volvemos a ver, Anta.—Dice el joven mirando más a Yeru que a mi.

—No sé quién es usted—Aseguro cuando siento otro paso acercarse, y veo a Nuria, quien no tiene el aspecto de niña, si no que es toda una dama.

—Ese es el chiste—,Dice él esta vez mirandome pero sin dejar de acariciar el rostro de Zafiro.— Es realmente, hermosa ¿No? Ahora entiendo porque pone locos a todos, y no solo por ser la designada...a mi me llevó a la locura, pero no por amor, más bien por tramposa.

—No entiendo —digo con rabia y con ganas de que aleje sus manos ya de ella.

—Claro que no lo entiendes, esa era la idea, que Nuria borrara esa última parte de tus tristes recuerdos...te hicimos un favor...

—Usted es...

—El mal, sí, lo soy—Nuria le pasa al joven una pequeña campana de flor, y éste bebe de él, antes de continuar hablando—Se supone que no debo estar aquí, pero gracias a mi querida Nuria, estoy.

—¿Qué es lo que quiere?—Pregunto  apretando mis manos en puños que es lo que sí puedo hacer, cuando veo qué él posa un tierno beso en la cien de Yeru.

—A ella... o a tí.—Mis ojos se abren al escuchar eso y mi estómago se achica —En breve todo una escena se repetira, y este universo tendrá dos Astrams, y la verdad me encanta la idea, porque  con dos de ellas es más sencillo contaminar Almas.

—¿Qué le hace creer que lo haré? Que usaré a las Astram para darle almas contaminadas, ¿qué cree que tiene usted para hacer un trato conmigo?

—Siempre Anta—Habla Nuria mientras vuelve a pasar al joven su copa de flor.

— Mi trato, Anta, es que quiero que te unas a mi, y la mantengas viva, si me das las almas contaminadas, Prometo que no me vengaré de tu amada.

—Usted no puede dañaría ante el anciano, si el bien gana.

—¡Correcto! Si el bien gana... si no, yo la puedo reclamar, y juro que mi venganza será tan dolorosa, que recordarás el día que rechazaste mi oferta.

—Usted, ¿cree que dejaría todo el universo por ella?

—Uhhhh—Dice mirando de nuevo a Zafiro —Intentando hacerte el fuerte... pero seria capaz de apostar mi propia existencia a qué no volverías a soportar perderlos...

El aire se me fue..  ¿perderlos? ¿Porqué perderlos?

—Piénsalo Helios, si te unes a mi, tu sangre vivirá, y tu amada también, si no... y gano yo, más vale que te despidas de ella, tienes tiempo de pensarlo hasta el último momento... ahhh olvidé decir algo más, si el viejo gana, igual voy a pedir algo, me lo debe  y lo sabe, y no te convendria, de ninguna manera que lo hiciera.

>>Piensalo, un universo entero podría ser tuyo, con el alma en paz... o puedes salvar a tu universo  y de todas maneras despedirte de ella.

—Piénsalo Helios ven al bando ganador...

—Sólo me pones en la posición de perder o perder...

—Ups  tienes razon! Disculpa, soy malo con las ofertas.

— Señor... se acaba el elixir, y usted no me deja matar a los nemosorum...

Miro a Nuria cuando ella dice eso y mi cuerpo tiene ganas de reaccionar, todo este tiempo, ella nos usó, y estoy seguro ahora que iba en busca de Hugo y Lior, y quién sabe que cosas más.

—No es que no te deje pequeña Nuria, es que no podemos, aún, pero ya serán nuestros... Anta, espero que nos veamos del otro lado.

El joven volvió a ponerse en cuclillas, acaricio una vez más la frente de Yeru y con una fría sonrisa me observó.

—Te recomiendo que la disfrutes cuanto puedas, uno nunca sabe cuando será la última vez que verá a la madre de sus hijos.

El joven desapareció, luego Nuria se acercó a mi, se arrodilló ante mí, mordiendose el labio me limpio un hilo de sangre que salia de mi frente, y sé que ella está disfrutando de este momento de incomprensión mia.

—Te estás muriendo de intriga   ¿no? La madre de tus hijos ¿Qué habrá querido decir? Mmmm Anta, querido, a penas sabes una gota del océano en el que estás metido... pero mira, voy a ser buena contigo...

>>Una de las Astram, puede matar a Dorot, pero ten en cuenta que cuando lo hagas, te vas a enfrentar a mi madre... Beatriz es más fuerte de lo que Zarag y mi hermano juntos, así que, usa correctamente a Yeru... cuando lo hagas, espero que tengas un bando elegido, porque esta vez los demonios de mi señor, irán tras ella, porque para Yeru, no hay ni olvido, ni perdón.

—¿Por qué? ¿Qué fue lo que hizo?

—Volvió... a tu lado. Y eso, no debia ocurrir.

Nuria desapareció, haciendo que cada uno de nosotros volvera a au lugar, cuál pelicula que adelantas escena por escena, volvi a ver la muerte de Abigail y Tamirá, cómo se convertían en Astram.

El joven hizo todo esto, sólo para demostrarme que él tiene el control absoluto del tiempo, del espacio y de las consecuencias de mis decisiones.

—Esto no debería estar pasando—Vuelvo a oira Gizah y mi corazón se hace pequeño.

—No,—Responde Yeru mirando hacia arriba—Pero no somos dueños de nuestros destinos... de nuevo.

Yeru lo sabía, ella sabia algo más que estoy ignorando, y lo debo descubrir.

El Sol y el Universo [Libro 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora