capítulo 27. Ya

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Llegamos a mi casa, las chicas se aparecieron en mi habitación, mientras tuve que hacer malabares abajo entre Rosalia y mamá para que pueda subir lo más rápido a mi habitación.

Justo me interceptaron con temas del viaje, que por supuesto delegue a Gizah la responsabilidad de responder, en cuanto pude, salí rápidamente de la sala y subí a mi habitación, en donde di mil vueltas a la llave para que nadie pudiera entrar.

En cuanto volteé, las niñas maravilla estaban sentadas una en mi cama y la otra en mi silla de escritorio.

Alex tenía los pies sobre mi escritorio, y en su mano tenía mi bastón. Zafiro estaba evitando mirarme a los ojos y sólo miraba sus zapatos.

—Alex... podrías...

—Bajar mis pies de tu escritorio... lo haré, pero tú me vas a responder ¿Qué clase de idiota tiene un bastón Naim y no lo lleva consigo siempre?

—Apenas es un bebé Alex, no seas tan dura con él —me defiende Zafiro y yo abro los ojos sintiéndome un poco ofendido.

Intento defenderme, pero no logro más que soltar aire de mis pulmones y ofrecerles un gesto de indignación absoluta.

—Podrían hablar más bajo, las van a escuchar.

—Ahhh, sí, es un bebé...—Alex se para y viene hasta mi para recostarse sobre mi hombro, la verdad me da miedo, no lo voy a negar—La energía Helios, es la que evita que sepan que estamos aquí...nadie va a escuchar como un par de chicas están en tu habitación, podríamos torturarte, gritarias con dolor... y nadie tendía ni la más mínima idea—acaricia mi cuello con un dedo, y la piel se me eriza con el gesto, mientras Zafiro sólo se ríe de mi.

>>Podríamos tener un trío, y nadie se enteraría—Intento no pensar en lo que dice, por que se supone que soy maduro, que soy consciente que esta jugando conmigo, pero no voy a negar que la imagen se hizo en mi mente. ¡Dios! Necesito una ducha.

—Sí, creo que eres un sucio pervertido—Me acusa Zafiro quien también se levanta y viene hacia mi, pero lo que hace es alejar a Alex de mi, quien se relame los labios de una forma seductora. ¡Carajo!

—Me gustan los sucios pervertidos—dice Alex riendo y arrugando  su nariz. —Pero no, no voy a hacerle eso a mi hermanita, se nota que le gustas... pero si no hay futuro con ella, estoy disponible para jugar...—me guiña un ojo, y definitivamente no sé ni como mirarla ahora, la chica acaba de cohibirme a mi, a Helios Anta ¿estaré sonrojado? Eso sería muy vergonzoso— Pero bueno, dejemos los juegos... al punto.

Alex y Zafiro se paran y se cruzan de brazos para examinarme  de arriba hacia abajo, se dan una vuelta alrededor de mi, y me hacen sentir como una rata de laboratorio.

—Hay algo mal—,Anuncia Alex— no sé por qué, pero esto—Toma mi mano y la mira como si acabara de encontrar algo importante, señala un lunar en la muñeca, para que Zafiro también lo vea sorprendida.

Ella alza su mano a la altura de la mía, y une su muñeca a la mia. El lunar era coincidente, era como un punto grande, pero de un marrón tan tenue que solo pareciera una mancha de suciedad.

—Por eso logro hacer esa bola de energía, le pasaste, porque hay un canal de conexión entre ustedes—Alex saca de ella un gran suspiro y chasque la lengua al hacer el descubrimiento. —Ustedes intimaron?

—¿Disculpa?—Dice Zafiro indignada, la verdad es que a mi no me desagrada la idea. Pero niego con la cabeza con rapidez. —Alex, sabes que yo...

—No lo digas es voz alta que siento verguenza—Dice Alex con desprecio, y sin embargo levanto la ceja y le ofrezco una mirada pícara a Zafiro, quien termina sonrojandose y mirando a otra dirección. —Bueno, es muy raro esto, porque no están conectados, pero hay un pequeño vestigio, es una locura a decir verdad.

El Sol y el Universo [Libro 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora