HANNAH HUDSON
Oliver Milton es mi ex, ex novio del cual desearía no habérmelo encontrado.
Miles de recuerdos me atormentan y se juntan en mi mente haciendo que entre en pánico; hospitales, sangre, rio, risas, sola, ropa, cuna, Ámbar y él.
Estoy en blanco mi mente no procesa bien la información de ver a Oliver después de más de un año, es asfixiante y traumático.
—Hannah —dice él, igual de sorprendido que yo.
Desde que terminé con él cuando tenía diecisiete años no he vuelto a estar en una relación, he tenido encuentros sexuales, pero no una relación seria. Realmente tengo mucha emoción, miles de sentimientos al verlo nuevamente, es como volver al pasado mientras intentas huir de este.
— ¿Hannah, qué haces aquí? —pregunta él tratando de salir de su trance.
Yo aún no puedo y quizás nunca pueda, necesito mis remedios, necesito los calmantes para dormirme.
—Mmm... Yo... Yo estoy aquí... —digo confundida —Yo vine A... A... Estudiar aquí...
—Hannah Dios perdóname, yo te he extrañado, tú... Tú me alejaste —me culpa con total razón.
Yo lo alejé, aun cuando ambos estábamos perdidamente enamorados, sin embargo, estábamos rotos y si hubiésemos seguido juntos solo nos hubiésemos daño más.
— ¡Hannah!
Volteo cuando escucho la voz de Liv y Naomi detrás de mí viendo que ambas corrían hacia nosotros.
—Vamos —pide Naomi mientras Liv le dice algo a Oliver que no alcance a escuchar.
Naomi me empieza a empujar lejos de él mientras Liv nos seguía. Nos vamos de la universidad y el viaje al departamento, es en silencio Naomi maneje mientras voy con Liv detrás que intenta que diga algo aun así no lo hago.
Al llegar al departamento de los chicos aún estoy confundida y en shock creo, de todas las partes del mundo que pensaba en encontrarme con él debe ser aquí, especialmente que me fui de Connecticut arrancando del pasado, pero este me aparece aquí.
Liv pide que me acueste, no me quieren inyectar por dos razones, tengo pánico a las agujas y a veces me hacen dormir más de lo que corresponde.
—Duerme, nos quedaremos contigo —pide Liv acariciando mi pelo.
Mis ojos se cierran me demoro en dormir, pero lo logro, soñando o recordando todo lo que viví hace algunos años, intento apartarlo, pero es imposible nunca dejaré de recordarla.
Al despertarme estoy sudando por las pesadillas con él y ella, sigo con la misma ropa, no veo a Naomi ni a Liv, me levanto ya está oscuro, anocheció, paso las manos por mi rostro mientras me dirigía al baño, los ojos me pesan por el sueño.
Cierro la puerta con seguro, a veces no quiero vivir, pero tengo tantas metas que me lo impide, además no tengo la puta valentía para suicidarme. Me observo al espejo miro mi reflejó, mi puto reflejó, las lágrimas empiezan a salir sin poder detenerlas, soy una maldita.
Una puta asesina.
Una maldita asesina.
Ella no merecía morir así.
Es mi culpa que esté muerta.
No controlo mi cuerpo, mi reflejo me hace producir asco total de mí, mis manos se forman puños el cual choca tres veces seguidas contra el espejo haciéndose mierda mientras los pedazos de vidrio se incrustan en mi piel, golpe el lavamanos, las paredes con impotencia y rabia.
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Por Nosotros© ✓
Romance(TERMINADA) A ella su pasado la atormenta, pero a pesar de eso siempre demuestra una sonrisa. Él frío, seductor y seguro. Ambos quieren tener el control. A Hannah Hudson le gusta jugar. Y a Alexander Bianchi le gusta ganar. Un trato excitante sobra...